jueves, 26 de febrero de 2015

 
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El nuevo caza chino de cuarta generación no es una copia del F-35 estadounidense, según un experto ruso

© AP Photo/ Xinhua, Liu Dawei © AFP 2015/ Johannes Eisele
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Industria Militar
(actualizada a las 18:14 26.02.2015)
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Las acusaciones del semanario alemán Der Spiegel de que China robó información sobre el caza estadounidense de quinta generación F-35 y luego la utilizó para desarrollar su J-31 carecen de fundamento, en opinión del experto del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías de Rusia, Vasili Kashin.
“Partiendo de lo que conocemos sobre el proyecto J-31, este caza no es una copia del F-35”, señaló el experto.
Der Spiegel, citando informaciones proporcionadas por el extécnico de la NSA Edward Snowden, indicó anteriormente que China había plagiado los diseños del caza polivalente monoplaza F-35.
Kashin recordó que la información de que los servicios de inteligencia chinos lograron sustraer más de un terabyte de información de las redes informáticas de las compañías que desarrollaban el F-35 no es una novedad, ya que el hecho se hizo público en 2009.
En aquella ocasión, las autoridades estadounidenses declararon que habían sido robados fundamentalmente materiales relacionados con la construcción general de la nave y sus características aerodinámicas.
“Los chinos no accedieron a ningún tipo de información relacionada con los sistemas clave del F-35, tales como el motor, el radar y el sistema de dirección”, explicó el especialista.
Según Kashin, el J-31 es un avión totalmente diferente, que solo tiene en común con el F-35 un ligero parecido en la estructura del fuselaje.
“De acuerdo con lo que sabemos por declaraciones de los proyectistas chinos, el J-31 es un proyecto de bajos riesgos tecnológicos, a diferencia del J-20, que es más complejo”, señaló.
Es por ello que “los equipos y sistemas fundamentales del J-31 no fueron creados desde cero, sino que fueron heredados de los últimos modelos de cazas chinos de cuarta generación (tercera, según la clasificación china)”, observó Kashin.
“A diferencia del F-35, la nave china cuenta con dos motores”, indicó el especialista.
De resultar exitoso, el proyecto J-31, explicó Kashin, significaría la salida al mercado del primer caza que combinaría las tecnologías furtivas con un precio relativamente bajo.
El especialista advirtió que resulta difícil clasificar esta nave en cuanto a generación, puesto que utilizará inicialmente motores rusos RD-93 y en el futuro los propulsores chinos modernizados WS-13, por lo cual su sistema de propulsión sería equivalente al de un MiG-29.
“No podremos esperar de una nave como esta una velocidad supersónica de crucero o supermaniobrabilidad”, comentó.
A su vez, este avión dispondrá de las posibilidades que ya tienen los últimos cazas chinos producidos en serie, tales como el J-10B, que cuentan con una planta de radiolocalización con una antena de fase activa, un equipamiento novedoso de la cabina y nuevas capacidades de lucha radioelectrónica, aseguró Kashin.
Al compaginar estas posibilidades con las tecnologías furtivas, señaló el experto, “este avión supondrá un gran avance respecto a los actuales cazas de cuarta generación”, y además contará con un precio razonable.
Debido a sus altos precios, los cazas de quinta generación, tales como el F-35, el T-50 y el J-20, no podrán ser adquiridos por países pequeños o en vías de desarrollo, aclaró el especialista, pero el J-31 resultaría en esas condiciones un equipo asequible y seguro.
“Posiblemente este avión logre lo que no se logró con el FC-1 y se convierta en un caza de exportación masiva que se suministrará no solo a Pakistán, sino también al resto del mundo”, concluyó Kashin.

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