sábado, 31 de marzo de 2018

México SA
Deuda pública: 9.9 billones
Del Fobaproa 10 por ciento
A intereses, 2.4% del PIB
Carlos Fernández-Vega
 
El compromiso oficial fue reducirla sustancialmente, pero el más reciente informe sobre la deuda pública mexicana indica que su saldo, al cierre de febrero pasado, fue de 9.9 billones de pesos, en números cerrados, un aumento de 0.7 por ciento con respecto al mes previo, y 2.5 por ciento mayor que en el segundo mes de 2017.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda (Información de las finanzas públicas y la deuda pública enero-febrero de 2018) al cierre de este último mes los adeudos del rescate bancario (IPAB-Fobaproa: 918 mil millones de pesos) y del rescate carretero (Farac: 247 mil millones), ambos llevados a cabo (1995 y 1997, respectivamente) por el gobierno de Ernesto Zedillo.
Más de 20 años después, a lo largo de los cuales los mexicanos nunca dejaron de pagar el débito que ilegalmente les endilgaron, el saldo de la deuda conjunta de esos dos rescates (bancario y carretero) equivale a casi 12 por ciento de la deuda pública acumulada y a cerca de 5 por ciento del producto interno bruto (PIB), y contando.
Dos décadas, cuatro gobiernos (Zedillo, Fox, Calderón y EPN) y cientos de miles de millones de pesos después, a los mexicanos –gústeles o no– les restan por pagar un billón 165 mil millones de pesos, una cantidad similar a las utilidades acumuladas por la banca privada que opera en el país (unos pagan, otros cobran). Ello, desde luego, si el débito no se modifica.
La abultadísima deuda pública mexicana es una de las peores herencias del gobierno peñanietista, pero ¿cómo van las cosas en América Latina? La Cepal da un recorrido temático y analiza la situación. Va, pues.
En 2017, la deuda pública bruta de América Latina alcanzó 38.4 por ciento del producto interno bruto regional, un aumento de 0.7 puntos porcentuales del PIB con relación al año previo. Además, disminuyó el número de países donde la deuda se incrementó respecto a 2016, lo que a su vez se sumó a una caída del nivel de endeudamiento en 11 de los 18 países considerados en el informe.
Sin embargo, el año fue marcado por el incremento de la emisión de bonos soberanos en la mayoría de los países de la región (17 de 18); solo Haití quedó fuera de este grupo, lo que contrasta de forma significativa con 2008, cuando sólo seis países lograron colocar deuda soberana.
En América Latina, Brasil se mantiene como el país con mayor nivel de deudapública, con 74 por ciento del PIB, seguido por Argentina, con 53.7, y Costa Rica,con 48.8. En el otro extremo se encuentra Perú, con 21.5 (el menor nivel de endeudamiento público de la región), seguido de Paraguay, con 21.9, y Guatemala, con 23.5.
En América del Sur la deuda pública bruta aumentó 1.4 puntos porcentuales del PIB. Ecuador, Brasil, Chile y Paraguay son los países donde se observó el mayor incremento (4.4, 4, 2.5 y 2 puntos porcentuales, respectivamente). En Centroamérica el nivel de endeudamiento se mantuvo estable con respecto al año anterior, con incrementos en Costa Rica (4.1 puntos), Honduras (2.3) y República Dominicana (2.2). Este escenario muestra que el nivel de endeudamiento de América del Sur ha aumentado mucho desde 2015 e incluso sobrepasó la tasa promedio de deuda pública de Centroamérica durante 2017.
En el Caribe, la deuda pública del gobierno central durante 2017 alcanzó 70.9 por ciento del PIB, lo que supone una disminución de 1.5 puntos porcentuales con relación a 2016. Se mantiene la tendencia a la baja observada en años recientes: el nivel de endeudamiento aumentó en sólo cuatro de los 13 países incluidos. Jamaica sigue siendo el país más endeudado, con 109.5 por ciento del PIB, seguido por Barbados, con 102.7. Estos son, a la vez, los países donde el nivel de endeudamiento disminuyó más, al igual que en Dominica.
A pesar de que bajó la tasa de interés real promedio en la región, el servicio de ladeuda mantiene su tendencia alcista, que coincide con la evolución de la deuda pública. En general hubo una estrecha relación entre la variación del stock de la deuda pública y el pago de intereses durante el año. Existen otros factores que explican la evolución del pago de intereses a nivel de los países, como la variación del tipo de cambio y el uso de instrumentos con una tasa de interés variable, entre otros.
Durante 2017 el pago de intereses de América Latina alcanzó 2.3 por ciento del producto interno bruto en promedio, 0.2 puntos porcentuales más que en 2016. Brasil sigue siendo el país de la región cuya deuda tiene un costo mayor, con 5.7 por ciento del PIB, seguido de Argentina, Colombia, Costa Rica, Honduras y República Dominicana, con niveles superiores o iguales a 3 por ciento del PIB. En el otro extremo se encuentran Chile, Paraguay y Haití, con niveles inferiores a uno por ciento del producto. En el Caribe, el pago de intereses alcanza 3.4 por ciento del PIB, y son Barbados y Jamaica los países cuyo servicio tiene mayor peso en las cuentas fiscales, con un valor que supera 7 por ciento del producto. En el caso de México tal proporción es de 2.4 por ciento.
Se registró también una preocupante disminución de los gastos de capital en varios países, que llevó a una caída de estas erogaciones para el conjunto de América Latina. La merma en la inversión pública experimentada en años recientes tendrá efectos más allá del corto plazo y limitará el crecimiento potencial de la región aún más, lo que reafirma la importancia de adoptar medidas de protección de estos gastos para que no sean utilizados como el principal instrumento de ajuste.
En 2017 se observaron señales de reactivación de los ingresos fiscales, sobre todo en América del Sur, donde el repunte de la actividad económica y las nuevas medidas tributarias adoptadas en 2016 impulsaron la recaudación tributaria. En concreto, la variación interanual real de la recaudación de los principales impuestos en América del Sur se volvió positiva a partir del tercer trimestre del año, después de más de cuatro trimestres consecutivos de contracción.
La evolución de los ingresos públicos de la región en 2017 fue apoyada, en parte, por la estabilización de los ingresos provenientes de recursos naturales no renovables. Se estima que los ingresos procedentes de la producción y la comercialización de hidrocarburos en la región se estabilizarán en alrededor de 3.3 por ciento delPIB, en promedio, después de registrar caídas sustanciales en 2015 y 2016.
Las rebanadas del pastel
Agarraos, mexicanos impacientes, que ya arrancaron lo que los políticos llaman campañas electorales (léase nutrido intercambio de boñiga).
Twitter: @cafevega

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