DEMOCRACIA LA OTRA AMERICA

Mi país no es una escuadra de futbol, es una nación soberana – Cristina Fernandez

Publicado el septiembre 25, 2012, Autor Pepe.

La presidenta argentina, Cristina Fernandez, manifestó este martes en Naciones Unidas que su país no se someterá a ninguna presión del Fondo Monetario Internacional (FMI), luego que el organismo lanzara una amenaza de censura si la nación no “ordena sus estadísticas”.

Mientras el FMI “mantiene a los países sumergidos en crisis”, se encarga de “amenazar a la República argentina afirmando que le va a sacar tarjeta roja”, criticó la mandataria durante su intervención en el periodo de sesiones de la 67° Asamblea General de la ONU.

El lunes, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, presentó su amenaza sobre tres meses que le quedan al país para poner en orden sus estadísticas.

“Tienen la tarjeta amarilla y tres meses para evitar la tarjeta roja”, advirtió Lagarde al referirse al proceso de “censura” de un país miembro del Fondo, que implica primero la prohibición de acceder a préstamos, luego al derecho de voto y eventualmente, tras varios plazos, la expulsión.

Cristina Fernández respondió que “Argentina no será sometida a amenazas” y que su país “no es un cuadro de fútbol”, criticando la comparación hecha por Lagarde.

“Y ya que estamos en el rol de comparar el fútbol con la economía, digo que el rol del presidente de la FIFA (Joseph Blatter) ha sido más satisfactorio que el de la titular del FMI”, criticó la mandataria.

Sobre la crisis que azota a Europa, la presidenta afirmó ésta es la evidencia de que las políticas económicas del FMI necesitan reformularse para adaptarse al mundo contemporáneo.

Sostuvo lo peligroso de la crisis en los países desarrollados es que también afecta a los países emergentes, por lo que insistió en la necesidad de solventarla.

“Poner en peligro la Eurozona es algo más que poner en peligro una región económica, es poner en peligro el sistema financiero (…) es necesario un replanteo por parte de lo que significa una guerra comercial entre países”, aseveró.

Colonización de Malvinas

En el discurso, la mandataria insistió en la lucha que ha mantenido su país por 179 años en soberanía del territorio de las islas Malvinas, y recordó que el pasado junio se presentó en el Comité de Colonización de la ONU para abogar por esta causa y la única respuesta que obtuvo del Gobierno británico fue la omisión.

“Estamos pidiendo que se sienten a dialogar. No estamos pidiendo que nos den la razón, eso es imponerse, estamos pidiendo que se sienten a dialogar y la desmilitarización de la zona”, subrayó.

Recalcó que en la ONU “no se puede tener el doble estándar permanente”, y con esto, criticó la posición de que cada uno de los miembros del consejo de seguridad “violenten todas las resoluciones del Consejo de Seguridad y nosotros, simples mortales, no podamos hacer nada”.

“Esto aporta a generar una sensación creciente de injusticia que afecta la posibilidades de vivir en un mundo mas justo y sin violencia”, criticó recordando que el próximo enero se cumplen 180 años de lucha por esta causa.

Repudio al terrorismo

Iniciando su discurso, Fernández también reiteró su repudio por el “salvaje asesinato” del embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, e instó a toda la comunidad internacional (especialmente a occidente) a replantear políticas diferentes para la paz en Oriente Medio.

La jefa de Estado aseguró que “no es casualidad” que el asesinato de Stevens haya ocurrido justamente en la localidad que fue bastión de la oposición al líder libio Muammar Al Gaddafi, pero dijo que más que buscar culpables, lo que existe es “la necesidad de tener políticas diferentes orientadas a tener una paz verdadera y duradera”.

Hay que “replantear – en el lenguaje de la democracia- estrategias y políticas diferentes respecto al medio oriente porque corrernos el riesgo de que diciendo que defendamos valores, profundicemos la crisis”, aseveró.

Recalcó además la importancia de reconocer la soberanía del Estado Palestino y de que Isarel acepte sus fronteras de 1967, para así “dar una respuesta a algo que viene reclamándose durante años”