El argentino Juan García Mosqueda residía legalmente hace 10 años en Nueva York y posee una galería de arte en Manhattan. Eso no fue impedimento para que se le negara el ingreso a EEUU tras un breve viaje a Argentina.
García Mosqueda denunció la situación en una carta abierta publicada en el sitio de varias galerías de arte de Nueva York. El argentino permaneció detenido 36 horas en un procedimiento "deshumanizador y degradante en cada paso" y fue finalmente enviado de regreso a su país, a pesar de que aduce tener la documentación para vivir en EEUU en regla.
El artista plástico reside en el país norteamericano hace 10 años, por lo que no se esperó que le bloquearan el paso en el control fronterizo y lo llevaran a una sala de inspección secundaria para una interrogación.
"Fui interpelado bajo juramento y amenazado con la posibilidad de que se me negara el ingreso al país por cinco años. El oficial de control de fronteras me negó el derecho a la asesoría legal, diciendo arrogantemente que los abogados no tenían jurisdicción allí", expresó Mosqueda en la misiva.
Este proceso derivó en la denegación del ingreso a EEUU y su posterior deportación hacia Buenos Aires en un vuelo de línea esa misma jornada. El argentino relata que tras este veredicto y su viaje de regreso, transcurrieron 14 horas "insoportablemente dolorosas", en las que se le prohibió el uso de cualquier medio de comunicación, se le negó la comida y debió ir al baño siempre en compañía de un oficial.
"Finalmente, fui escoltado por dos oficiales armados directamente al avión, sin acceso a mis documentos hasta llegar a mi destino, Buenos Aires", dijo Mosqueda.
El deportado consideró en su carta que esta "pesadilla" es "una clara evidencia de un sistema de inmigración fallado", llevado adelante por "una administración que está más interesada en echar a la gente que en aceptarla".
García Mosqueda subrayó el hecho de haber sido educado en EEUU, de haber trabajado en empresas prestigiosas de ese país y de ser propietario de Chamber, "una galería que emplea tanto a estadounidenses como a extranjeros". También aclaró que posee "numerosas propiedades en Nueva York" y destacó el aspecto cultural fuertemente vinculado a EEUU de su emprendimiento, a pesar de no poseer la ciudadanía estadounidense.
"No hace falta decir que pago impuestos federales y estatales que ayudan a financiar muchos de los aspectos sociales que mueven el motor del país", comentó el empresario, quien lamentó no poder estar presente en la apertura de una muestra.
"A mis amigos estadounidenses, los insto a que contacten a su congresista y exijan una reforma migratoria. Exijan un sistema que no aliene, intimide y patotee a los extranjeros sino por el contrario, los acoja y los incentive a continuar invirtiendo y contribuyendo en su maravilloso país", expresó el argentino.
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