miércoles, 29 de marzo de 2017

Una mujer con un arma

Poderosas y asesinas: la equidad de género del narcotráfico

© Foto: Pixabay/Pexels
SEGURIDAD
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El liderazgo femenino también es un reclamo de mujeres que se han destacado como temidas sicarias del narcotráfico al norte de México, según el investigador Juan Carlos Ayala, de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Para el filósofo y docente de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) en México Juan Carlos Ayala, la actividad de mujeres sanguinarias se viene destacando especialmente al noreste del país como un reflejo "del nuevo rol de liderazgo femenino".
"Las mujeres quieren tener liderazgo y participar activamente, ya no más solo como damas de compañía. En efecto hay un gran número de mujeres en el sicariato [asesinos contratados], e incluso como jefas de células criminales", dijo a Sputnik el académico y autor del libro 'Tres caras de la identidad, criterios para una filosofía aplicada'.
En uno de sus trabajos, Ayala percibió que el narcotráfico pasó a permear la cultura mexicana, de forma que ya es imposible disociar ambos. En ese sentido, observó, por ejemplo, que los reclamos por la equidad de género que se busca socialmente también se trasladan al fenómeno criminal.
"Ellas quieren participar en cargos de tomas de decisión, de poder, y acá se da el doble fenómeno del narcotráfico con la política. Esto implica un cambio en las identidades del narcotráfico y también en la moralidad. Es un fenómeno de esta violencia que ha permeado la cultura mexicana al punto de que se vea como algo normal que mujeres pueden participar", consideró el filósofo.
El académico recordó los casos emblemáticos de sicarias que se viralizaron en las redes sociales en vídeos e imágenes en que aparecen decapitando a personas y que luego terminaron muriéndose víctimas de la misma violencia que impartieron, como las jóvenes conocidas como "Wera Loca" y "La Flaka".
El alias de "La Flaka" se refiere a Joselyn Niño, una pequeña morena delgada y de pelo largo, que tuvo su cuerpo desmembrado y encontrado dentro de una heladera portatil de cerveza, de acuerdo con la prensa local. La joven, que más se parecía a una adolescente jugando con un rifle, fue rápidamente identificada por el tatuaje que llevaba en su brazo y era visible en una foto suya difundida por grupos rivales para capturarla, según informaron páginas web locales dedicadas a noticias del mundo narco y que fueron estudiadas por Ayala.
Al filósofo le asombra "la normalización de la violencia" que demuestra estar cada vez más arraigada a la cultura local. "Se trata de una sociedad que acepta que los asesinatos son parte de la cotidianeidad", lamentó.
"La normalización de la violencia ha permeado tanto las comunidades que vemos cómo la gente acepta productos culturales del narcotráfico, lo que lleva a sus hijos a la predisposición hacia la criminalidad. Cuando detuvieron al Chapo Guzmán [emblemático narcotraficante de Sinaloa], hubo protestas callejeras para defender al criminal", recalcó el académico.
A su juicio, las identidades en la sociedad están "más difusas y confusas", por lo que se hace imposible estudiar "la identidad cultural de México sin observar esas identidades marginales".

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