Maduro atribuye los intentos de golpe de Estado en Brasil a ataques de EEUU
Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La pretensión de dar en Brasil un golpe de Estado contra Rousseff forma parte del ataque de EE.UU. a los pueblos y Gobiernos progresistas de América Latina, asegura el presidente de Venezuela.
En su programa semanal, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), Nicolás Maduro subrayó el martes que Brasil, junto a Bolivia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua —como Gobiernos progresistas de América Latina— han sido blanco de “embestidas imperiales”, fundamentalmente de Estados Unidos.
“El pueblo brasileño sabrá sortear las dificultades que atraviesa ante los ataques de la derecha, que pretende destituir a la presidenta Dilma Rousseff mediante la figura del juicio político”, indicó Maduro en la misma línea de unas declaraciones anteriores de Rousseff, que afirmó el pasado viernes que el pueblo impedirá “cualquier retroceso" democrático.
A este respecto, Maduro dejó claro que la ofensiva emprendida por la oposición brasileña contra el Ejecutivo se han producido tras no lograr los opositores presentar las necesarias pruebas de los actos ilícitos de que acusan a Rousseff.
El mandatario venezolano reveló además que los ataques contra Brasil tienen como objetivo detener a los países del bloque BRICS (Brasil, Rusia, La India, China y Sudáfrica), principales mercados emergentes en la actualidad, así como eliminar su independencia de Europa y EE.UU.
Estas declaraciones de Maduro suponen una reiteración de su apoyo permanente a Rousseff frente al juicio político al que se enfrenta la mandataria. Después de haber recibido la luz verde de la Cámara de Diputados, la realización del proceso depende ahora de la decisión del Senado.
A mediados de marzo, el jefe del Estado venezolano expresó su apoyo a los líderes brasileños ante una campaña mediática orquestada por EE.UU. y sus aliados en la región para perpetrar un golpe de Estado en Brasil.
Rousseff ha argumentado en reiteradas ocasiones que elimpeachment en su contra carece de base legal, no tiene más resultado que la ruptura del orden democrático y es incapaz de traer la estabilidad en Brasil. Ayer martes, la presidenta brasileña extendió estas criticas asegurando que quienes pretenden juzgarla son “corruptos”.
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