Bajo la Lupa
Chindia: futuro mayor mercado del mundo y obstáculo al concepto estratégico “Indo-Pacífico” de EU
Alfredo Jalife-Rahme
Los primeros ministros de India, Manmohan Singh, y China, Li Keqiang, durante la recepción al segundo en el palacio presidencial Rashtrapati Bhavan en Nueva Delhi, antierFoto Reuters
En torno a la postura de India se juega el brutal cerco a China bajo la modalidad del pivote” de la doctrina Obama en la región Asia-Pacífico que los superhalcones de Estados Unidos intentan expandir al letal concepto estratégico de moda “Indo-Pacífico” (ver Bajo la Lupa, 19/5/13).
De allí que la visita de seducción del premier chino Li Keqiang a India (miembro del BRICS) cobre una relevancia singular, pese a las recientes escaramuzas fronterizas.
El rotativo chino Global Times (19/5/13) anuncia que el primer viaje de tres días de Li Keqiang a India incluye una “diplomacia financiera” para impulsar el comercio bilateral.
Sabaree Mira, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Jawaharlal Nehru, considera que más allá del conflicto fronterizo existen “temas más amplios”, como la relación entre “dos añejas civilizaciones y el balance del poder global”.
Global Times cita a The Times of India para inferir que “China toma un mayor giro hacia la diplomacia financiera (sic), en lugar de buscar ganar contratos de construcción y vender equipamiento pesado como antes”.
Al premier Li Keqiang lo acompañaron en su comitiva una docena de ejecutivos financieros, que incluyeron siete del China Development Bank y dos del Industrial and Commercial Bank of China (ICBC: el mayor banco del mundo en ganancias y “capitalización de mercado”, uno de los principales cuatro bancos estatales en China).
En forma espectacular, el comercio bilateral creció de 290 millones de dólares en el año 2000, pasando por 61 mil 700 millones de dólares en 2010 (20 veces más en una década), hasta 66 mil 500 millones de dólares en 2012, que se espera alcancen 100 mil millones de dólares en 2015. Intriga la quietud comercial bianual entre 2010 y 2012.
Li Keqiang hizo escala en la relevante ciudad de Mumbai, donde se reunió con sus líderes empresariales, para proseguir su viaje a Pakistán, el aliado de China, y terminar en Suiza y Alemania.
Llama la atención que el premier chino haya optado por India como primera escala antes que su aliado Pakistán, lo cual descifra Sun Shihai, vicedirector del instituto de Estudios Asia Pacífico de la prestigiada Academia de Ciencias Sociales de China: “India y Pakistán juegan diferentes aunque importantes papeles en las relaciones diplomáticas de China”, sin perder de vista que ambos “poseen armas nucleares (sic), lo que los hace ser estratégicamente vitales a la seguridad regional”.
A juicio de Sun Shihai, “India es un jugador fundamental para mantener la seguridad de los canales marítimos en el océano Índico, que es crucial al comercio de China con Medio Oriente y África”, mientras “Pakistán ejerce gran influencia en otros países islámicos como Afganistán y sirve como puente entre China y Medio Oriente”.
Los juegos de equilibrio de poder han consistido en un acercamiento de China a Nepal y Sri Lanka, mientras India ha penetrado el sureste asiático y mantiene vigente el exilio tibetano del Dalai Lama.
Una óptima relación de Pekín tanto con Delhi como con Islamabad disolvería el esquema bélico del nuevo concepto estratégico “Indo-Pacífico” que promueven los superhalcones de Estados Unidos para asfixiar a China por la vía marítima.
Jack Georgieff, de TheDiplomat.com (17/5/13), publicita que el concepto Indo-Pacífico –acuñado por Rory Medcalf (anterior diplomático australiano y director del Programa de Seguridad Internacional en el Instituto Lowy– se encuentra ahora “en boga diplomática y estratégica” y reconoce que “la idea tuvo una recepción gélida en toda la región y murió rápidamente”, debido a la reticencia de China y a las revelaciones de Wikileaks en 2010, cuando el ex premier de Australia Kevin Rudd develó que su verdadera intención era usar a la comunidad” (nota: la región Asia-Pacífico) para “contener la creciente influencia regional de China”.
Li Jiabao ( China Daily, 20/5/13) aduce que Chindia tiene gran potencial, mientras Hu Shisheng, académico de título kilométrico, considera que “el proyecto de contratar negocios en India de parte de China mantendrá un crecimiento rápido porque el mercado es inmenso y los prospectos a largo plazo son muy brillantes (¡supersic!)”.
Hu Shisheng arguye que el duodécimo Plan Quinquenal de India concluye en 2017, a partir de cuando la demanda en inversiones será mayor a un billón de dólares (un trillón, en anglosajón) en los sectores de infraestructura, lo cual aportará grandes oportunidades a las compañías contratistas de proyectos de China.
A finales de 2012, las empresas chinas en el sur de Asia alcanzaron un valor acumulado de contratación de proyectos por 106 mil 400 millones de dólares, lo cual representa 11 por ciento del total de China, mientras las inversiones directas no financieras en el sur de Asia saltaron 39 por ciento en 2012 ( People’s Daily, 19/5/13).
Parece superada la reciente escaramuza transfronteriza cuyo principal problema se debe, desde su guerra de 1961, a la indefinición de su demarcación, que ha quedado en una etérea “Línea real de control”.
A un nivel de colaboración jerárquicamente superior y en forma más pragmática, ambos gobiernos están dispuestos a abrir sus mercados respectivos: China como destino de los productos farmacéuticos y de telecomunicaciones de India, mientras ésta, en reciprocidad, sería la anfitrióna para mayores inversiones de la primera en infraestructura, energía y telecomunicaciones, lo que en su conjunto servirá para construir una verdadera relación estratégica con un mercado conjunto de 2 mil 700 millones de consumidores.
Sin duda, la sinergia Chindia de manufactura china con el software de India con cobertura nuclear potencializará los sistemas de inteligencia de manufactura avanzada.
El premier chino exultó que los dos gigantes asiáticos serán “el nuevo motor de la economía mundial”, lo cual empujará a ambos a “una asociación de cooperación estratégica para la paz y la prosperidad”.
The Times of India (19/5/13) abunda en la “cooperación estratégica” y reflexiona que, después de altibajos en las pasadas seis décadas, la “madurez de ambos gobiernos ha sido capaz de moverse hacia adelante en forma rápida ahora que China puede volverse pronto el mayor socio comercial de India” mediante “interacciones civilizatorias (sic) que simbolicen el nuevo mantra de un giro paradigmático”. Para el rotativo indio, China se ha vuelto un imperativo ontológico, civilizatorio y estratégico. ¡“Diálogo de civilizaciones” anti Huntington!
Global Times (19/5/13) medita que la “resolución pacífica de la reciente confrontación fronteriza apunta a la madurez de las relaciones de Chindia, pero que también muestra que sus relaciones permanecen frágiles” (sic) y exhiben “la naturaleza hipersensible del tema fronterizo como núcleo de su sospecha mutua”. Lo relevante es que la escaramuza no descarriló las visitas del canciller indio Salman Khurshid a China ni la del premier chino a India.
Desde el viaje de Li Keqiang, pasando por la visita del presidente chino Xi Jinping a Rusia y África (Bajo la Lupa, 20/3/13) –y el anuncio de su próxima gira a Trinidad y Tobago, Costa Rica, México y Estados Unidos–, el objetivo de China consiste en romper el asfixiante cerco del concepto estratégico de moda “Indo-Pacífico”.
Twitter: @AlfredoJalife
Facebook: AlfredoJalife
No hay comentarios:
Publicar un comentario