Bajo la Lupa
CPD: instrumento ideológico del Pentágono y su
cuarta (sic) guerra mundial
Alfredo Jalife-Rahme
Vista de un rifle de asalto Palmetto M4 en una armería de
Parker, Colorado, como parte del material bélico al alcance del público
estadunidenseFoto Reuters
Estados Unidos e Israel, consagrados de cuerpo entero a la guerra,
han requerido poderosos lobbies académicos y multimediáticos para
impulsar sus agendas geopolíticas.
La carrera armamentista –un superlativo negocio– y la procuración de las
guerras necesitan
recursos humanos, reclutados en las universidades y los multimedia, para persuadir sobre la nobleza filantrópica de sus fines ante una opinión pública deliberadamente desinformada.
Fuera de los propios instigadores cupulares de las guerras, de no ser por una
elite de investigadores lejanos a las lubricaciones pecuniarias, nadie sabría la
razón por la cual fueron lanzadas dos bombas nucleares por Estados Unidos en
Japón (La decisión para usar la bomba atómica y la arquitectura del mito
estadunidense, Gar Alperovitz, Knopf, 1995).
Cuando los tambores de guerra retumban en Israel –con la perturbadora
descripción de un muy agitado premier Netanyahu dispuesto a correr todos los
riesgos (Haaretz, 3/8/12) con tal de bombardear a Irán–, Bill Kristol,
con desmedida influencia en los multimedia de Estados Unidos y director de
Emergency Committee on Israel (ECI), inquirió cuál era la utilidad de poseer
bombas nucleares
si no se usan(ver Bajo la Lupa, 15/7/12).
ECI exhibe alarmantes traslapes de su membresía con su gemelo Committee on
The Present Danger (Comité del Peligro Presente: CPD, por sus siglas en inglés),
matriz operativa de cabilderos
académicosquienes impulsan la agenda del Pentágono y la
cuarta (sic) guerra mundialcontra el
terrorismo islámicoy quienes, en su obsesión de
guerra permanente, catalogan a la guerra fría como la
tercera (sic) guerra mundial.
Bill Kristol y Robert Kagan, identificados por su pertenencia a la fauna de
neoconservadores straussianos que impulsaron el desastre de las guerras de
Estados Unidos en Irak y Afganistán, publicaron como aperitivo premonitorio un
año antes del 9/11 el libro conjunto Peligros presentes.
Según Source Watch, CPD es un “grupo de apoyo halcón (¡súper sic!)
fundado en 1950 para
impulsar presupuestos más amplios del Pentágono y una acumulación de armas con el fin de contrarrestar a la URSS.
Peter Hannaford, anterior director de CPD, muy cercano al Partido Republicano
y anterior consejero de Reagan, comentó en 2004 que
vemos un paralelo entre la amenaza soviética y la del terrorismo.
Ese mismo año el director de CPD era James Woolsey –anterior director de la
CIA, vicepresidente de la consultora Booz Allen & Hamilton (que, por cierto,
asesoraa los presidentes del PAN)–, donde destaca la crema y nata del súper fascismo de Estados Unidos, entre ellos el controvertido senador Joseph I. Lieberman (su copresidente), muy cercano a Israel, y el rabino Dov Zakheim (todo un personaje que merece él solo una enciclopedia), anterior auditor del Pentágono y sobre quien pende un polémico faltante (¡súper sic!) en la contabilidad militar de nada menos que 2.3 billones de dólares (www.onlinejournal.com/artman/publish/article_1015.shtml), alrededor de dos veces el PIB de México.
Donald Rumsfeld, anterior secretario del Pentágono de Baby Bush,
reconoció la evaporación mágica de tan colosal cantidad de dinero (www.youtube.com/watch?v=xU4GdHLUHwU).
CPD ostenta miembros que se traslapan con American Enterprise Institute,
Heritage Foundation, American Israel Public Affairs Committee (AIPAC) y Boeing
(nota: para promover sus ventas de armas).
Varios de los miembros de CPD son gemelos de la Comisión Trilateral (nota:
que incluye a varios entreguistas
mexicanos: www.squidoo.com/TRILATERALCOMMISSION).
CPD fue diseñado para “alertar a EU del ‘peligro presente’ soviético” bajo la
agenda secreta National Security Council (NSC-68) escrita por el superhalcón
Paul Nitze con el fin de mantener
una supremacía militar de EU en el mundo.
El blog de Cambridge Forecast Group cataloga a CPD como
una fabrica de mentirasde los sionistas neoconservadores (19/11/07).
Tom Barry, director de política del think tank International
Relations Center (IRC), con sede en Washington, expone la evolución desde 1950
del controvertido CDP y critica la cosmogonía bélica de Estados Unidos que
vislumbra en forma paranoide
peligros por doquier(Asia Times, 23/6/06).
Cita Tom Barry que los “halcones influyentes” Dean Acheson, ex
secretario de Estado, y Paul Nitze, ex director de Planeación del Departamento
de Guerra,
reconocieron que el documento NSC-68 debía ser tanto un instrumento de propaganda (sic)como
guía políticadel Pentágono.
Dean Acheson adujo que el
objetivo de NSC-68, la hoja de ruta de CPD, consistía en
apalear (sic) la masa (sic) mental (sic) para que no solamente el presidente haga una decisión sino que ésta sea implementada.
Tom Barry expone la
amplia membresía de israelíes en CPDy su
traslapecon Jewish Institute for National Security Affairs (pro Likud) y el muy sesgado Middle East Forum.
CPD apadrinó un seminario sobre la
cuarta (sic) guerra mundial(9/11/04), que epitomiza la
guerra contra el terrorismo islámicoy cuyos ponentes fueron prominentes neoconservadores straussianos: Norman Podhoretz, James Woolsey (ex director de la CIA), Eliot Cohen, Rachel Ehrenfeld y Paul Wolfowitz (ex subsecretario del Pentágono y ex presidente del Banco Mundial).
Sesenta y dos años después, en su nueva metamorfosis de inicios del siglo XXI
–donde la constante escenografía es la
guerra permanentey sólo varía el apellido del enemigo en turno (v. gr. sustituir a la URSS de la guerra fría por el sobredimensionado
terrorismo islámicode la
cuarta guerra mundial)–, CPD, según Tom Barry,
tiene como objetivo elevar el nivel de peligro entre los estadunidenses declarando que Estados Unidos está inmerso en la cuarta (sic) guerra mundial, pero que aún no ha comprometido recursos adecuados para la batalla global.
¿Cómo? Estados Unidos antes debe salir de su incoercible marasmo financiero
después de haber dilapidado colosales fortunas sin resultados tangibles en sus
fallidas guerras de Irak y Afganistán.
Tom Barry aduce que “cinco años después de exageradas evaluaciones de
amenazas de los neoconservadores y de la administración Bush –muchos de los
cuales han sido públicamente expuestos, como las armas de destrucción masiva y
los vínculos sin fundamento en Irak de Saddam Hussein-Osama Bin Laden–, CPD
enfrenta un mayor desafío en obtener aceptación para su llamado al gobierno de
Estados Unidos de expandir su mal dirigida
guerra contra el terrorismoy su
cruzada misionera para expandir la libertad.
Concluye Tom Barry que este nuevo clon del CPD primigenio es probable que sea
incapaz de vender su visión alarmista del
peligro presente.
A mi juicio, CPD se agotó gritando
ahí viene el loboque tuvo vigencia mientras Estados Unidos gozaba de primacía financiera global.
Hoy la bélica obsesión propagandística de CPD la convirtió en una anacrónica
entidad vociferante (gracias al increíble control del eje
multimedia/Hollywood/Las Vegas/Wall Street/Congreso) y cuyo discurso ha sido
adoptado y adaptado por su gran aliado, el
sionista mesiánico(ex director del Mossad dixit) Netanyahu, quien para encender su cigarro está dispuesto a incendiar al planeta y listo a
apalear la masa mentaldel género humano con su propaganda muy aburrida de eterno verdugo seudovictimizado.
Twitter: @AlfredoJalife
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