Bajo la lupa
Caos en Siria: se insinúa el
Kurdistán
Alfredo Jalife-Rahme
El caos sirio afecta e infecta a cuatro de sus vecinos (Turquía,
Líbano, Jordania e Irak), mientras Ephraim Halevy, ex director del Mossad,
advierte que
las próximas semanas (¡súper-sic!)el primer ministro Netanyahu se dispone atacar Irán en forma unilateral sin la anuencia de EU (The Jerusalem Post, 4.8.12), lo que perturbaría a Israel y a la región en una
guerra de 100 años.
Por lo pronto, Israel, país bélico, lleva ya en pie de guerra contra todos
sus vecinos 64 años, desde su creación.
¡Cómo se parece el coetáneo Medio Oriente al medioevo europeo con sus
guerras de 100 y 30 años!
Israel se apresta a su
guerra de 100 añoscontra sus vecinos (árabes, turcos y persas), mientras las denominaciones islámicas de sunitas y chiítas –en los mundos árabe e islámico– han destapado la Caja de Pandora teológica y sectaria que puede desembocar en una
guerra de 30 años, al estilo medieval europeo y sus luchas entre católicos y protestantes.
El enfoque multidimensional en los multiniveles global, regional y local
optimiza la visibilidad de los eventos.
En el ámbito global/regional asistimos a la fractura tectónica geopolítica de
lo que se puede expresar en forma metafórica, sin perder de vista matices y
sutilezas, como
6 contra 3que se (con)centra en esta coyuntura en Siria:
los 6–EU, Gran Bretaña (GB), Francia (que empieza a desmarcarse), Turquía (en problemas con los kurdos), Arabia Saudita (AS) y Qatar (US $160 mil per cápita: el mayor del mundo) –y
los 3– Rusia, China e Irán.
La recaptura tanto de la capital Damasco como de Alepo (mayor población y
centro comercial de Siria) por las huestes alawitas (grupo minoritario y
esotérico del chiísmo) del alicaído régimen de Bashar Assad conlleva dos
consecuencias inmediatas: 1. Otorga relativa oxigenación al régimen para
negociar y, 2. Baja los humos intransigentes a la heteróclita coalición de
rebeldes –contaminados por la presencia de mercenarios jihadistas/Al-Qaeda, como
divulgó Thierry Meyssan director de Réseau Voltaire– para buscar un
gobierno de transición aceptable para
los 6,
los 3y el mosaico etnoteológico local.
Habíamos advertido desde el año pasado, ubicados en la frontera siria, que
dentro de la hipercomplejidad no lineal de la implosión del mosaico étnico
teológico en Siria se podía perfilar el resurgimiento del nacionalismo kurdo, lo
cual está sucediendo y angustia al gobierno turco con su peor pesadilla: la
creación de Kurdistán.
Con nuestra malhadada experiencia personal de la guerra civil libanesa en
1975 –que 37 años más tarde ha reunificado asombrosamente a sus tirios y
troyanos– lo peor es tomar partido en un conflicto fraterno, por lo que mi
postura consistirá en analizar crudamente la real politik y su
geopolítica, mientras reclamo la conciliación y concordia de las partes, como
ideal humanista de una voz solitariamente desértica.
Como consecuencia del caos sirio, la etnia de los kurdos no-árabes de origen
persa (10 por ciento de su población) y de religión sunita –curiosamente
marginados por los rebeldes del Consejo Nacional Sirio de sus conciliábulos
rijosos– aprovecharon el vacío del poder en el norte de Siria, frontera con
Turquía –provincia de Al-Hasaka y el norte de Alepo (Adam Michalski; Journal
of Turkish Weekly, 2.8.12)–, para controlar una importante franja de
territorio que se ha conectado geográfica, religiosa y étnicamente con la parte
autónoma del norte de Irak: pletórico en petróleo en la región de Kirkuk y que
ExxonMobil explota unilateralmente contra la decisión central del gobierno del
premier chiíta Nur-Al Maliki en Bagdad, aliado de Irán.
Más allá de las tensiones que se han generado entre Turquía y tres de sus
vecinos –Rusia (en el Mar Negro), Irak e Irán: cruciales para su abastecimiento
vital gasero (Yigal Schleifer; eurasianet.org, 19.7.12; y Pepe Escobar,
6.7.12)–, lo cual pone en tela de juicio la idílica teoría del canciller turco
Ahmet Davutoglu sobre el advenimiento del
neootomanismoy los
cero (sic) problemascon los vecinos, el agravamiento del caos sirio ha desembocado en la sorprendente
liberación(en el doble sentido libertario y físico) de la etnia kurda en la frontera sirio-turca.
El virtual Kurdistán, cuya erupción es susceptible de balcanizar a varios
países que han integrado artificialmente a sus moradores (Siria, Turquía, Irak,
Irán y hasta Armenia) es una nación sin país formal, es decir, una bomba
letalmente implosiva: entre 30 y 40 millones de habitantes dependiendo de quien
realice las
encuestas(Turquía, 25 por ciento; Irak, 23 por ciento; Irán, 10 por ciento, y Siria, 10 por ciento)
El Tratado de Sèvres de 1920 que se repartió el féretro del imperio otomano,
como corolario de los acuerdos secretos coloniales de Sykes-Picot de GB y
Francia (1915/16), reconoció la entidad kurda que luego escamotearon los
británicos, codiciosos del petróleo de Kirkuk (as usual) en el norte de
la antigua Mesopotamia.
Los entusiastas kurdos proclaman que el virtual Kurdistán tendrá cuatro
capitales: Diyarbakir (Turquía), Erbil (Irak), Qamishli (Siria) y Mahabad
(Irán). Falta ver si no vuelven a ser sacrificados en los altares geopolíticos
por sus patrocinadores israelí-anglosajones, como ha sucedido en el pasado.
Ofra Bengio; Haaretz, 3.8.12) –cabeza del Programa de Estudios
Kurdos del Centro Moshe Dayan de la Universidad de Tel Aviv– indaga la
probabilidad de una
salida al mardel virtual Kurdistán, específicamente de la región autónoma del norte de Irak (y su región petrolera de Kirkuk):
un corredor que alcance el mar Mediterráneo significaría un importante estímulo a sus aspiraciones de independencia.
Cabe señalar las excelentes relaciones entre Israel y una sustancial parte
del virtual Kurdistán, lo cual le conviene para abastecerse de petróleo,
desmembrar más a los mundos árabe e islámico y colocarse como cuña en el norte
del Medio Oriente.
A nivel local, los máximos beneficiados son hasta ahora los kurdos norteños
de Siria quienes obligan tanto al desfalleciente régimen como a los rebeldes
sectarios a tomar en cuenta sus también legítimas demandas y envían poderosas
reverberaciones a sus correligionarios separatistas en Turquía, donde libran una
lucha armada de 30 años en Anatolia (nacimiento de los ríos Tigris y
Eúfrates).
El israelí Bengio se frota las manos y comenta que ahora Turquía comparte mil
200 kilómetros de frontera (frente a los anteriores 800 kilómetros) con el
virtual Kurdistán y aduce que Ankara contempla dos soluciones:
creación de una zona de amortiguamiento en la frontera del Kurdistán sirio y el acomodamiento con sus propios kurdos turcos. Concluye que hay que olvidar el previo trazado de las fronteras frente a la presente fluidez en donde la situación de los kurdos ha mejorado ostensiblemente a grado tal de tener a la mano el acceso otrora impensable al mar Mediterráneo”. ¿Caos sirio teledirigido?
A mi juicio, quien más saldría perjudicado con la emergencia del Kurdistán
sería Turquía, cuyos políticos susurran y lamentan sotto voce la
puñalada trapera que han recibido de sus
aliadosde la OTAN.
¿Que se esperaban cuando cunde la grave crisis financiera noratlántica,
gangrenada en crisis alimentaria, al unísono del maratón por los recursos
energéticos?
Twitter: @alfredojalife
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