sábado, 24 de diciembre de 2016

  • Una protesta realizada el 15 de noviembre de 2016 en Manama, capital de Baréin, contra la detención del activista Sayed Alawi, a quien arrestaron sin interponerle acusación de ningún tipo.

    Una protesta realizada el 15 de noviembre de 2016 en Manama, capital de Baréin, contra la detención del activista Sayed Alawi, a quien arrestaron sin interponerle acusación de ningún tipo.

HRW condenó a Baréin por detener en régimen de incomunicación a un activista, y ‎cuestionó que los Al Jalifa respeten los derechos de los detenidos.‎
En un comunicado emitido el jueves, el Observatorio de Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) denunció que Sayed Alawi, un ingeniero bareiní de telecomunicaciones, fue arrestado el pasado 24 de octubre y sufrió durante cinco semanas una detención ‘incomunicada’, sin tener cargos en su contra ni acceso a un abogado o a su familia.
"Es difícil conciliar las graves violaciones de los derechos básicos y mecanismos de protección con la afirmación de Baréin de que respeta los derechos de los detenidos", lamentó el subdirector de la división de Oriente Medio y el Norte de África para HRW, Joe Stork.
Asimismo, consideró de ‘muy baja’ la posibilidad de que pueda enfrentar un juicio justo, ‘sea cual sea su acusación’ y calificó de absolutamente justificadas’ las preocupaciones de su familia por el estado físico del detenido. 

La esposa de Alawi, Majida Nasser, habló con HRW de sus repetidos esfuerzos para averiguar el paradero de su marido, aunque solo recibió negativas y respuestas contradictorias y aparentemente inexactas.
La familia finalmente se enteró de la ubicación de Alawi, de 43 años de edad, cuando él mismo dio señales de vida el pasado 27 de noviembre, añade el texto del HRW. Según Nasser, la familia es consciente de que Alawi sufre tortura por lo que está preocupada.
Asimismo, agregó que Mohamad al-Tajer, un abogado nombrado por la familia, aun no ha podido ver a su cliente, y dijo que la oficina del fiscal no respondió a su petición de estar presente durante el interrogatorio de Alawi.
Baréin vive una etapa de inestabilidad política desde que, en 2011, la mayoritaria comunidad chií se echó a las calles para reclamar reformas y mayor participación política: levantamiento que fue aplastado por las autoridades con la colaboración de fuerzas militares enviadas por el régimen de Arabia Saudí.
Estas atrocidades de la monarquía de los Al Jalifa han sidocondenadas sistemáticamente por los organismos internacionales.
bhr/snr/nii/

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