viernes, 27 de noviembre de 2015

  • El presidente de Rusia (dcha.), Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan

    El presidente de Rusia (dcha.), Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan

Fuentes presidenciales de Rusia revelan el rechazo del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a la petición de su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, de mantener una visita “cara a cara”.
Según fuentes fidedignas en la Presidencia rusa, el mandatario ruso ha rechazado la solicitud de este viernes de Erdogan para mantener un encuentro bilateral el próximo mes de diciembre en París, capital francesa, al margen de la Cumbre del Clima 2015.
“Me gustaría entrevistarme cara a cara con Putin en París (…) No quisiera que este problema perjudicara nuestras relaciones”, ha afirmado este viernes el presidente de Turquía.
La demanda de Erdogan tiene lugar en un momento en que las relaciones Ankara-Moscú se encuentran en una fase crítica, tras el derribo, el pasado martes, del caza ruso Su-24 por Turquía: mientras Ankara alega que la aeronave cruzó su espacio aéreo desde Siria, Moscú insiste en que el aparato se encontraba dentro de las fronteras sirias.
El avión militar ruso Sujoi Su-24 tras ser atacado por un caza F-16 del Ejército turco, 24 de noviembre de 2015.

El presidente turco ha rechazado este mismo viernes las consideraciones de las autoridades de Rusia sobre el derribo del caza ruso por “inaceptables”, alegando que su país no lo derribó de forma deliberada.
Mientras tanto, el comandante de la Fuerza Aérea rusa, el coronel general Viktor Bondarev, ha informado, también este viernes, de que el ataque turco al caza ruso fue una “emboscada”.
“Los datos de los registradores de vuelo de los radares sirios han confirmado la presencia en el aire de dos F-16S turcos desde las 9 horas y 11 minutos hasta 10 horas 26 minutos a 2400 metros de altura. Esta información indica que se trató de una acción previamente planificada y los cazas turcos estaban dispuestos a ejecutar una emboscada desde su territorio”, ha detallado.
Ante el derribo del avión ruso, el Gobierno de Moscú ha informado de cambios en sus lazos bilaterales,militares y turísticos con Ankara, entre otros, e incluso estudia poner en marcha un paquete de sanciones contra Turquía, además de aumentar sus operaciones en Siria, iniciadas el 30 de septiembre.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha tachado el derribo del avión ruso de “puñalada por la espalda que tendrá serias consecuencias para la relación de Rusia con Turquía”.
De los dos pilotos de esa aeronave, que se eyectaron del aparato después del ataque a la vez que recibían fuego de ametralladoras de grupos armados desde suelo sirio, uno perdió la vida y el otro fue rescatado.
tas/mla/hnb

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