La justicia es “una decepción”, advierte el poeta ante el organismo internacional
Periódico La Jornada
Viernes 28 de octubre de 2011, p. 9
Washington, 27 de octubre. El poeta Javier Sicilia denunció este jueves ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la “dramática situación” de los desaparecidos y la impunidad que priva en México.
“Nos pueden matar, nos pueden secuestrar, porque el grado de inseguridad es atroz. Nos pueden asesinar y nuestra muerte quedará impune”, dijo Sicilia, quien encabeza el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, en una audiencia en la comisión sobre seguridad ciudadana y derechos humanos.
“La justicia es decepción y la impunidad es la norma”, expresó el escritor, quien señaló que en México 98 por ciento de los crímenes quedan impunes.
Sicilia se ha convertido en una de las voces más visibles que reclaman un cambio en la estrategia antidrogas gubernamental y ha encabezado varias caravanas por México, desde que su hijo Juan Francisco, de 24 años de edad, fuera asesinado en marzo pasado. El movimiento del escritor contabiliza unos 10 mil desaparecidos desde 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra la delincuencia en el que participan más de 50 mil militares, principalmente en el norte del país.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) contabiliza más de 5 mil desapariciones.
“Pongan a cada uno de ellos rostro. Y detrás de ese rostro, el de hermanos, un padre, y multiplíquenlo. Vean esos rostros: esa es la realidad del país”, señaló el poeta Sicilia.
El gobierno necesita cambiar la estrategia de seguridad, que actualmente es “tremendamente violenta, con pocos resultados”, dijo el poeta. “Está diseñada para la seguridad de las instituciones y no de la ciudadanía”, acotó.
La procuraduría para atender a las víctimas, que comenzó a funcionar este mes, debe recibir “el presupuesto necesario que esté a la altura del dolor del país”, dijo.
En la audiencia participó Julia Alonso, madre de un joven desaparecido junto con tres de sus amigos, en enero de 2008. “Ya no encuentro forma de pedir que me digan dónde está mi hijo”, señaló Alonso.
El comisionado Rodrigo Escobar afirmó que las desapariciones en México han creado “una verdadera tragedia humanitaria. No existe un mecanismo de búsqueda inmediata de personas. Mientras no se conozca la verdad, no va a haber justicia y una verdadera reconciliación”, afirmó.
Por su parte, el gobierno mexicano defendió en la audiencia las iniciativas del presidente Calderón para hacer frente a la violencia del crimen organizado, que ha dejado más de 45 mil muertes en casi cinco años.
“En México no hay una política de Estado para desaparecer personas”, afirmó Felipe Zamora, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación. “En aquellos casos en que alguna autoridad esté involucrada, debe ser juzgada y castigada como cualquier otro delincuente que incurra en esa conducta”, agregó.
La CIDH sostuvo también este jueves sendas audiencias sobre la situación de los inmigrantes y de los periodistas, víctimas frecuentes del crimen organizado, pero según las organizaciones no gubernamentales, también de las fuerzas de seguridad del Estado.
Desde la pasada visita de enviados de la comisión interamericana a México, a fines de julio, para evaluar la situación de los inmigrantes que recorren ese país hacia Estados Unidos, éstos “siguen viviendo la tragedia (...) y sus defensores siguen enfrentando actos de hostigamiento”, dijo Stephanie Brewer, de la organización Centro Pro de Derechos Humanos.
La activista agregó que unos 22 mil migrantes son secuestrados anualmente en México.
Los periodistas también siguen sufriendo agresiones y este año 15 de ellos han sido asesinados, dijo Cynthia Cárdenas, de la organización Artículo 19. México es considerado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el país más peligroso de América para la prensa, con unos 80 periodistas muertos y varios desaparecidos desde 2000.
“No hay la menor duda de un cambio importante en la aproximación al problema en los meses recientes, por lo menos en el último año, pero todavía no tenemos resultados” tangibles, lamentó la relatora de la CIDH para la libertad de expresión, Catalina Botero.
Los representantes del gobierno mexicano, por su parte, defendieron los “avances” en la protección de los migrantes y de los periodistas por parte de la administración del presidente Felipe Calderón y se mostraron abiertos a seguir trabajando con la comisión y las organizaciones no gubernamentales para continuar mejorando.
Periódico La Jornada
Viernes 28 de octubre de 2011, p. 9
Washington, 27 de octubre. El poeta Javier Sicilia denunció este jueves ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la “dramática situación” de los desaparecidos y la impunidad que priva en México.
“Nos pueden matar, nos pueden secuestrar, porque el grado de inseguridad es atroz. Nos pueden asesinar y nuestra muerte quedará impune”, dijo Sicilia, quien encabeza el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, en una audiencia en la comisión sobre seguridad ciudadana y derechos humanos.
“La justicia es decepción y la impunidad es la norma”, expresó el escritor, quien señaló que en México 98 por ciento de los crímenes quedan impunes.
Sicilia se ha convertido en una de las voces más visibles que reclaman un cambio en la estrategia antidrogas gubernamental y ha encabezado varias caravanas por México, desde que su hijo Juan Francisco, de 24 años de edad, fuera asesinado en marzo pasado. El movimiento del escritor contabiliza unos 10 mil desaparecidos desde 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra la delincuencia en el que participan más de 50 mil militares, principalmente en el norte del país.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) contabiliza más de 5 mil desapariciones.
“Pongan a cada uno de ellos rostro. Y detrás de ese rostro, el de hermanos, un padre, y multiplíquenlo. Vean esos rostros: esa es la realidad del país”, señaló el poeta Sicilia.
El gobierno necesita cambiar la estrategia de seguridad, que actualmente es “tremendamente violenta, con pocos resultados”, dijo el poeta. “Está diseñada para la seguridad de las instituciones y no de la ciudadanía”, acotó.
La procuraduría para atender a las víctimas, que comenzó a funcionar este mes, debe recibir “el presupuesto necesario que esté a la altura del dolor del país”, dijo.
En la audiencia participó Julia Alonso, madre de un joven desaparecido junto con tres de sus amigos, en enero de 2008. “Ya no encuentro forma de pedir que me digan dónde está mi hijo”, señaló Alonso.
El comisionado Rodrigo Escobar afirmó que las desapariciones en México han creado “una verdadera tragedia humanitaria. No existe un mecanismo de búsqueda inmediata de personas. Mientras no se conozca la verdad, no va a haber justicia y una verdadera reconciliación”, afirmó.
Por su parte, el gobierno mexicano defendió en la audiencia las iniciativas del presidente Calderón para hacer frente a la violencia del crimen organizado, que ha dejado más de 45 mil muertes en casi cinco años.
“En México no hay una política de Estado para desaparecer personas”, afirmó Felipe Zamora, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación. “En aquellos casos en que alguna autoridad esté involucrada, debe ser juzgada y castigada como cualquier otro delincuente que incurra en esa conducta”, agregó.
La CIDH sostuvo también este jueves sendas audiencias sobre la situación de los inmigrantes y de los periodistas, víctimas frecuentes del crimen organizado, pero según las organizaciones no gubernamentales, también de las fuerzas de seguridad del Estado.
Desde la pasada visita de enviados de la comisión interamericana a México, a fines de julio, para evaluar la situación de los inmigrantes que recorren ese país hacia Estados Unidos, éstos “siguen viviendo la tragedia (...) y sus defensores siguen enfrentando actos de hostigamiento”, dijo Stephanie Brewer, de la organización Centro Pro de Derechos Humanos.
La activista agregó que unos 22 mil migrantes son secuestrados anualmente en México.
Los periodistas también siguen sufriendo agresiones y este año 15 de ellos han sido asesinados, dijo Cynthia Cárdenas, de la organización Artículo 19. México es considerado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el país más peligroso de América para la prensa, con unos 80 periodistas muertos y varios desaparecidos desde 2000.
“No hay la menor duda de un cambio importante en la aproximación al problema en los meses recientes, por lo menos en el último año, pero todavía no tenemos resultados” tangibles, lamentó la relatora de la CIDH para la libertad de expresión, Catalina Botero.
Los representantes del gobierno mexicano, por su parte, defendieron los “avances” en la protección de los migrantes y de los periodistas por parte de la administración del presidente Felipe Calderón y se mostraron abiertos a seguir trabajando con la comisión y las organizaciones no gubernamentales para continuar mejorando.
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