Irán conmemora 35º aniversario de la humillante derrota de EEUU en Tabas
Un alto comandante del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) asegura que las sanciones impuestas por EE.UU. a Irán son meras excusas, ya que dicho país nunca pondrá fin a sus hostilidades contra el país persa.
“EE.UU. sabe que no puede vencernos en el campo de batalla, por eso ha optado por el fulcro económico y cultural. Aunque también es un error".El comandante de la Fuerza Naval del CGRI, el contralmirante Ali Fadavi, ha hecho estas declaraciones hoy sábado durante un acto oficial para conmemorar el XXXV aniversario de la misión frustrada del Ejército estadounidense contra Irán en el desierto de Tabas (centro del país).
De acuerdo con el comandante Fadavi, desde la victoria de la Revolución Islámica de Irán (1979), EE.UU. atenta sistemáticamente contra el sistema de la República Islámica, pero todos sus esfuerzos han acabado en el más estrepitoso fracaso.
Como ejemplos menciona el gran chasco de Washington en la guerra impuesta por Irak contra Irán (1980-88) y la fallida misión del Ejército estadounidense contra el país persa en Tabas (1980).
Asegura que si EE.UU. pudiera alcanzar sus metas en Irán a través de la opción militar, lo haría, y no recurriría a los embargos económicos para presionar a Teherán.
“EE.UU. sabe que no puede vencernos en el campo de batalla, por eso ha optado por el fulcro económico y cultural. Aunque también es un error", porque la nación persa frustrará los complots de Washington en ese terreno, asegura.
El 25 de abril se conmemora en Irán el XXXV aniversario del fracaso de la misión del Ejército estadounidense en territorio iraní, la llamada operación "Garra de Águila", y una humillación sin igual para EE.UU.
La misión, que incluía a la Marina, al Ejército, la aviación y a los marines estadounidenses, contaba con el respaldo de varios Estados árabes aliados de Washington y de grupos antirrevolucionarios en Irán; y su objetivo era liberar a un grupo de diplomáticos norteamericanos detenidos en Teherán por cargos de espionaje.
En abril de 1980, un año después de la victoria de la Revolución Islámica, 90 efectivos del Ejército norteamericano a bordo de seis aviones C-130 Hércules y ocho helicópteros debían llevar a cabo dicha misión, que fracasó gracias a una tormenta de arena en el desierto de Tabas.
Tras producirse una explosión de las aeronaves, en la que murieron ocho soldados, las fuerzas norteamericanas abandonaron los aparatos restantes y huyeron de Irán.
El 4 de noviembre de 1979, un grupo de universitarios revolucionarios iraníes tomó la embajada de EE.UU. en Teherán, que se había convertido en un centro de espionaje.
Los documentos hallados más tarde en el complejo corroboraron que Washington utilizaba su embajada en Teherán para urdir la caída del incipiente sistema de la República Islámica de Irán.
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