Netanyahu llega a Norteamérica en medio de tensiones EEUU-Israel
La reunión anual del Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC) se inauguró el domingo, coincidiendo con la llegada del premier israelí, Benyamin Netanyahu, a EE.UU, en medio de las tensiones entre las partes, ya que el presidente estadounidense, Barack Obama, no está de acuerdo con la presencia de Netanyahu en la Cámara de Representantes de su país.
Netanyahu aceptó la invitación hecha por el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., John Boenher, a dar un discurso ante dicha Cámara, pero, al no ser coordinada la invitación con la Casa Blanca, estalló la polémica y ningún alto miembro de la Administración de Obama se reunirá con Netanyahu ni participará en AIPAC.
“Parto para Washington para una misión crucial e histórica”, declaró Netanyahu antes de abandonar los territorios ocupados palestinos con destino a EE.UU., donde hablará ante sobre un posible “mal” acuerdo con Irán ante el Congreso de EE.UU., pese a que la Administración de Obama no le ha dado la bienvenida.Pero Netanyahu, obviando el malestar al respecto de Washington, ha viajado a los Estados Unidos para, según sus palabras, una misión “histórica”, que consistirá en hablar ante el Congreso estadounidense sobre un posible “mal” acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, según el equipo del primer ministro israelí.
“Sabemos mucho acerca del acuerdo en cuestión (…) En nuestra opinión, es un mal acuerdo”, explicó un miembro del equipo de Netanyahu que habló bajo anonimato, agregando que Netanyahu revelará “excelente información” durante su discurso en el Congreso, sin precisar, no obstante, de dónde proviene.
Pese a que muchos de los asistentes a AIPAC, el mayor lobby proisraelí de EE.UU., aseguran que nada fundamental ha cambiado en las relaciones Israel-Estados Unidos, destacadas autoridades norteamericanas muestran lo contrario y obviamente no están contentas por esta visita en un momento determinante para el acuerdo entre Irán y el Grupo 5+1(Gran Bretaña, China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania).
De hecho, mientras Netanyahu comienza su controvertida visita de 48 horas a EE.UU., el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aterrizó la noche del domingo en Ginebra, Suiza, para asistir a la nueva ronda de las conversaciones nucleares entre Teherán y el Sexteto.
“Parto para Washington para una misión crucial e histórica”, declaró Netanyahu antes de abandonar los territorios ocupados palestinos para hablar en AIPAC el lunes y en el Congreso de EE.UU. el martes, a ninguna de estas sesiones asistirán los dirigentes de la escena política estadounidense.
Mientras tanto, los activistas antisraelíes celebraron el domingo una protesta fuera del Centro de Convenciones de Washington (capital estadounidense), donde se está desarrollando la reunión de AIPAC, para condenar el viaje de Netanyahu: portaban máscaras con la efigie de Netanyahu y las manos “ensangrentadas”, y en las pancartas se leían lemas como: “Netanyahu, criminal de guerra”.
Las intervenciones de Netanyahu en EE.UU. se producen cuatro semanas antes de la fecha límite para el acuerdo nuclear con Irán, el 31 de marzo, y dos semanas antes de las elecciones generales israelíes, y como muchos creen, Netanyahu, en este polémico viaje, se juega las elecciones que se celebran el 17 de marzo.
El régimen israelí manifiesta preocupación por la naturaleza pacífica del programa de energía nuclear persa, pero, con más de 200 ojivas nucleares almacenadas en sus arsenales, se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) y no ha permitido inspecciones a sus instalaciones nucleares. Irán, en contrapartida, ha firmado el TNP y autorizado continuas inspecciones de sus instalaciones nucleares.
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