Los países autoritarios fomentan la discordia entre musulmanes
A
los ‘países autoritarios’ no les conviene la unidad entre los
musulmanes, por ello buscan vías para crear y alentar las discrepancias y
los conflictos en el mundo musulmán, señala el presidente de la
Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani.
“Los países autoritarios siempre buscan la manera de crear discrepancias entre los musulmanes (…) Si los países islámicos se mantienen unidos,
se convertirán en una gran comunidad y eliminarán la posibilidad de que
surjan discordias entre ellos”, explicó Lariyani en la reunión que
mantuvo el lunes con Fayaz Husein, diputado bangladesí, en Teherán,
capital persa.
Explica, asimismo, que la mayoría de los grupos terroristas han
arraigado en la región del oeste de Asia con la ayuda de Washington,
aunque los estadounidenses sermonean sobre que están luchando contra el
terrorismo y sobre su compromiso en esta lucha.
La República Islámica de Irán, resaltó Lariyani, le preocupan estas
medidas de Washington, especialmente, sus esfuerzos para crear
divergencias entre los musulmanes.
Los países autoritarios siempre buscan la manera de crear discrepancias entre los musulmanes (…) Si los países islámicos se mantienen unidos, se convertirán en una gran comunidad y eliminarán la posibilidad de que surjan discordias entre ellos”, señala el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani.
Fayaz Husien, por su parte, denunció la injerencia del Occidente, con
Washington a la cabeza, en los asuntos internos de los Estados árabes, y
aseguró que Daka nunca ha apoyado políticamente las medidas que adopta
la Casa Blanca en la región.
El diputado bangladesí agradeció, asimismo, a la República Islámica
de Irán su apoyo a los refugiados de la minoría étnica
rohingya, desplazados por las medidas brutales del Gobierno de Myanmar
(Birmania) y que se encuentran por el momento en los campos de
refugiados en Bangladés.
El Ejército birmano inició una ofensiva de consecuencias catastróficas para
los musulmanes rohingyas en el estado occidental de Rajine a finales de
2016. La operación ha dejado más de 688 000 desplazados y un sinnúmero
de muertos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado los
ataques de los uniformados y los extremistas birmanos contra
los rohingyas como actos de limpieza étnica y crímenes de lesa humanidad.
ask/nii/
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