Demandan modificar la ley estatal para que las búsquedas se inicien de inmediato
Madres acapulqueñas, sin pistas de hijos desaparecidos ni apoyo oficial
Realizan investigaciones por sus propios medios y con otras familias
Autoridades llegan a pedirles hasta papelería para trámites
Cada semana visitan juzgados y el forense, sin respuestas
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El pasado 11 de febrero se anunció la creación de la asociación civil Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, que realiza labores de localización y brinda asesoría jurídicaFoto tomada de Facebook
Héctor Briseño
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de mayo de 2016,
Acapulco, Gro.
Emma, Juliana y Judith tienen en común que, en medio de la violencia que azota este puerto, sus hijos desaparecieron sin dejar rastro. Sus historias son de sufrimiento, resistencia y un peregrinar sin respuestas ni atención de las autoridades.
Tenemos el corazón sangrando, dice Emma Mora Liberato, integrante de la asociación civil Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, creada el pasado 11 de febrero con respaldo de la pastoral social de la arquidiócesis de Acapulco e integrada ahora por 25 familias acapulqueñas.
En 2011 el hijo de Emma Mora, José Alberto Téllez Mora, de 14 años de edad, desapareció en la colonia Costa Azul cuando caminaba hacia la escuela. Emma consideró que es imperativo modificar la ley, pues las primeras 72 horas luego de un secuestro son fundamentales para intentar rescatar a la víctima, pero los responsables de las indagatorias las retrasan con base en protocolos obsoletos.
El 9 de agosto de 2015 desapareció la hija de Juliana Osuna García, Monserrat Schmidt Osuna, de 17 años, quien fue a una tienda de conveniencia al mediodía. Es doloroso ir a preguntar qué han averiguado, ir cada semana al Servicio Médico Forense. Mi hija era el alma de la casa, la que nos hacía sonreír; ahora me siento hueca. Como mamá, todo se murió para mí.
La autoridad no hace su trabajo; a veces uno les tiene que comprar papelería, dijo Sergio Ceballos Ascencio, esposo de Juliana. Me paso el día pensando en ella. Han sido 10 meses de incertidumbre, de dolor; pierdes las ilusiones y se te quitan las ganas de ir al trabajo, aseguró.
Sentimos una soledad tremenda, un dolor incalculable, dijo Judith en voz baja, apenas perceptible, con la mirada perdida, como con temor de ser escuchada, con la tristeza a cuestas. No obstante, sostuvo: Estamos seguras de que vamos a encontrar a nuestros hijos, tenemos fe
Judith dejó de ver a su hijo de 27 años de edad hace casi tres años y medio. No podemos decir que una persona se muere. No se trata sólo de una desaparición, sino de la forma en que lo hacen, pues morir es lo normal, pero vives con la incertidumbre de saber qué come tu hijo, si duerme, agregó.
La reunión con miembros de Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos se realizó ayer muy temprano en una cafetería, cuanto otras personas llegaban a llegar a festejar el Día de las Madres. Por momentos las lágrimas vencen a los activistas. Se abrazan, se dan ánimos para seguir adelante.
Tenemos que seguir trabajando como si nada hubiera pasado, pues tenemos que conseguir dinero para seguir buscando, destacó Emma, quien indicó que la desaparición de un hijo te cambia totalmente la vida. Ya no es lo mismo: tu sonrisa, los objetivos en la vida, ya no tienes ganas de salir adelante, no tienes nada que te motive.
Juliana destacó: Les decimos a otras madres y padres que se acerquen a sus hijos, que los cuiden, que averigüen qué amistades tienen, que no los dejen solos. Por eso es nuestra lucha, por que otros no pasen por esto.
Explicaron que la asociación civil ofrece actualmente a sus integrantes asesoría jurídica con otras organizaciones nacionales para iniciar la propia búsqueda donde sea necesario y generar confianza entre afectados.
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