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MONTEVIDEO (Sputnik) — Los desechos plásticos que se han acumulado en los océanos en las últimas tres décadas alcanzaron tal tamaño que ya existen zonas denominadas "islas basura" en ambos hemisferios que seguirán creciendo si los Estados no actúan de forma colectiva, dijeron fuentes expertas a Sputnik Nóvosti.
"Es un mito, no existe una isla de basura como tal: se trata de grandes zonas de agua remansada donde se acumulan los objetos flotantes que persisten en el mar, en los llamados giros subtropicales", dijo a esta agencia Carlos Duarte, profesor de ciencias marinas en la Universidad King Abdullah de Ciencia y Tecnología de Arabia Saudí.
Pero Elizabeth Soto, bióloga marina y consejera política de Greenpeace en Chile, considera que no se está tan lejos del concepto de isla ya que los desechos ocupan territorios cada vez más extensos: "no es fácil verlo, ni siquiera satelitalmente, por la propia conformación".
Dos de estas islas o inmensos remansos de plástico se encuentran en el océano Pacífico, otras dos en el Atlántico y una más en el Índico.
En esas zonas, afirmó Duarte, se calcula que se concentran de "dos a cuatro piezas de plástico de unos 4 milímetros de tamaño por cada 1.000 litros de agua de mar".
Su creación se debe al "derroche de basura de plástico de los últimos 35 años, que fue cuando se empezó a utilizar (ese material) de forma indiscriminada", apuntó Elizabeth Soto.
"El 80 por ciento de la basura proviene de fuentes terrestres, de los ríos y principalmente de los países asiáticos (densamente poblados) y un 20 por ciento viene de los desechos que se tiran desde las propias embarcaciones", aseguró Soto.
Un basural en movimiento
"No es algo sólido o conciso como una isla, sino algo que está en movimiento", precisó Soto, quien aseguró que es muy complicado eliminarlas.
"El plástico no desaparece, se degrada a lo largo de cientos de años, se va achicando y distintos organismos lo van consumiendo, incluso el plancton (que es microscópico), de manera que está en toda la cadena trófica del océano", añadió la bióloga marina a esta agencia.
Todas las especies se ven dañadas por los desechos plásticos, desde el plancton a peces, aves y mamíferos marinos, "y llega hasta nuestra cadena alimenticia", advirtió la experta.
La única manera de dar una solución a este problema, continuó, es que los Estados trabajen de forma conjunta.
Evitar el consumo de plástico
Se estima que en el mundo se utilizan un millón de bolsas por minuto; cada bolsa tarda cerca de 400 años en degradarse, según datos de la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).
Un gran número termina en los océanos, "matando a más de un millón de aves marinas y a más de 100.000 mamíferos y tortugas al año, ya sea por ingestión o estrangulamiento", señaló a esta agencia Susan Díaz, coordinadora de comunicaciones de WWF Chile y de la campaña REDUCE+.
"Es un desafío reducir el uso de bolsas plásticas porque implica un gran cambio cultural", apuntó.
Una de las opciones que propone la organización para evitar el consumo de bolsas de plástico son "las reutilizables de tela, canastos o carritos de compra", así como la búsqueda de acuerdos con las localidades para que regulen su uso.
En ese sentido, Díaz destacó que WWF consiguió un acuerdo con el ministerio de Medio Ambiente de Chile para que la región de Los Ríos (centro-sur del país), formada por 12 municipios, regulase la entrega de bolsas plásticas, iniciativa que se quiere replicar en la isla de Chiloé, ubicada en esa misma zona y que recientemente ha sido afecta por la toxina conocida como marea roja.
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