sábado, 7 de mayo de 2016

Una Bienal que nos implica a todos

Escrito por  Yuris Nórido/ CubaSí
Roberto Miguel Torres Barbán, secretario del Comité Organizador de la Bienal.Roberto Miguel Torres Barbán, secretario del Comité Organizador de la Bienal.
No podríamos ni imaginar el mundo contemporáneo sin el diseño. Pero el impacto del diseño no siempre es reconocido. La Habana acogerá una Bienal de la disciplina. Conversamos con uno de los organizadores.
Se ha repetido hasta la saciedad, pero algunos no parecen persuadidos. El diseño (en todas sus dimensiones) está en el principio de todo. Es imposible concebir las sociedades contemporáneas sin la incidencia del diseño.

Por eso la I Bienal de Diseño que acogerá La Habana entre el 14 y el 20 de mayo no es una cita que interese solo a los especialistas. Cubasí conversa en exlcusiva con Roberto Miguel Torres Barbán, secretario del Comité Organizador del evento.


—El lema de la Bienal es sencillo, pero tiene grandes implicaciones: "Diseño y prosperidad". ¿Hasta qué punto la prosperidad en Cuba tiene (o tendrá) que ver con el diseño que se hace en la isla?


—El lema de la Bienal es bastante provocador, pero nunca absolutista, con esto quiero decir que el diseño no garantiza la prosperidad en sí -personal y social-, sino que contribuye y/o es muestra evidente de haberla alcanzado. En fin, que ese término, tangiblemente abstracto, que es la prosperidad se asocia, entre otros muchos criterios al crecimiento, la comodidad, la belleza... y hacia esas cuestiones pueden llevar los productos ejecutados por ese profesional que se llama diseñador.


"Por ejemplo, si su casa esta "acomodada"  aprovechando espacios, que se identifiquen con sus necesidades (tamaño, mobiliario, color) y de esa manera usted se siente mejor, en un hogar más confortable (independientemente de las cuestiones materiales que posea), entonces usted ha prosperado, y cuando digo su casa, digo, su oficina, el barrio, la zona comercial, la ciudad... Pero este no es solo un tema personal o social, en realidad la prosperidad de que hablamos es la que se asocia a la producción de bienes materiales a partir del "know how" de los profesionales del diseño en Cuba.


"En fin, que cualquier producto artesanal o industrial que se genere bajo nuestra marca país se haga con diseño cubano, a partir del conocimeinto y el trabajo de nuestros profesionales —sobradamente capacitados para ello— se asociará al avance, el crecimiento, el desarrollo porque contribuirá a él. En fin Diseño y Prosperidad son dos elementos que hemos querido hacer maridar para hacer ver que una casa, un centro de trabajo, una calle y una ciudad  pensados y ejecutados bajos los criterios estético-formales del diseño siempre son posibles y siempre redundarán en nuestro beneficio.


—El diseño está en todo, pero, ¿todos le otorgan la misma importancia?


—Sí, el diseño está en todo, como te respondí anteriormente, y claro que no todos le dan la misma importancia, incluso y desafortunadamente, algunos ni siquiera le dan importancia. En realidad esa es una de las funciones de la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), organización convocante del evento, y de la propia Bienal de Diseño de La Habana: volcar la mirada hacia el diseño y sus beneficios, personales, sociales, culturales y ecocómicos.


"Recordemos que el diseño está presente en la cadena de valor (se diseña el producto a vender o exportar, y que debe ser igual o mejor que el de la competencia, se diseña el envase que lo identifica y el embalaje con que se transporta, se diseña la marca con que sale al mercado y la campaña que lo promueve, en fin, el diseño está en cada canto de nuestra vida y existe para eso, para hacernos la vida mucho más facil. Para algunos el diseño solo es hacer que algo se vea más bonito y eso es algo que asusta, y mucho, pues pensemos, ¿qué no está diseñado? No está diseñado lo que no funciona, lo que no se adapta a necesidades, lo incómodo, y por supuesto lo feo y sin sentido".


—¿Qué puede aportar la Bienal a la comprensión del verdadero rol del diseño en la sociedad?

—En realidad el principal aporte de la Bienal lo veremos luego del 20 de mayo, pero el hecho de que el diseño salga a las calles a ser visto y tocado, ya dice mucho. La Bienal nos dará la oportunidad ante todo de comparar, de que se vea lo que está diseñado, pensado para nosotros, lo nuevo, lo diferente, lo alternativo y también lo funcional, porque más que nada en la Bienal estremos viendo diseño cubano. Habrá diseño español, francés, uruguayo, en fin... Pero casi todo será diseño cubano y eso es muy bueno, porque puede que esa posibilidad de comparar contribuya a educar el gusto y se escoja lo mejor, lo que más se adapta a nosostros. En fin, la Bienal puede que incentive a que olvidemos la costumbre de importar fórmulas (diseños) y usar los nuestros, que a veces no los usamos por que nos los conocemos, ojala y así sea para que todo lo bueno que nace con nuestra firma impacte, se use, se promueva y se sepa que está hecho por diseñadores cubanos.


—El espectro del diseño es amplio, ¿privilegiará la cita alguna arista en particular?


—Justamente la Bienal ha trabajado por no privilegiar ninguna artista del diseño, todo el tiempo se ha tratado de lograr una paridad tanto en lo que se va exponer en galerías, como en lo que sucederá en las ponencias del  evento teórico que tendrá lugar en Palacio de  Convenciones. Hemos querido lograr un equilibrio en todas las aristas del diseño. Es cierto que en nuestra realidad impactan más las cuestiones asociadas al diseño de comunicación visual (identidad, marca, cartel, editorial, digital, audiovisual, campaña...) pero acá se hacen muy buenas propuestas asociadas a lo industrial y habrá mucho también de mobiliario, vestuario, interiores, producto, en fin... No se ha potenciado ninguna esfera por encima de otra, al contrario, aunque no te niego que siempre ha primado el criterio de que siempre esté presente aquello que responde a nuestra realidad, a nuestras necesidades y que contribuya desde el diseño a nuestra prosperidad económica, industrial, social y personal.

No hay comentarios: