Publicado 10 mayo 2016
Sería interesante que la oposición intente gobernar por y para el pueblo, es decir, que se concentre en las necesidades de la gente que –supuestamente– están representando.
Uno de los medios hegemónicos a nivel mundial, muestra la siguiente seguidilla de titulares con respecto a Venezuela:
“Los planes de la oposición de Venezuela para tratar de sacar a Maduro del poder antes que se acabe el año” (8 marzo 2016) [1]
“Venezuela aprueba una ley para activar referéndum revocatorio de Maduro” (21 de abril 2016) [2]
“Los 3 grandes obstáculos que enfrenta la oposición de Venezuela para revocar a Maduro” (3 de mayo 2016) [3]
Esta secuencia de titulares da cuenta de las dificultades de la oposición venezolana a la hora de ponerse de acuerdo, pues se trata de un sector que más que tener un proyecto de país en común, tienen un enemigo común, que es el actual gobierno venezolano. Que la cadena BBC publique en su título “los obstáculos” de la oposición venezolana es un indicio de que se está llegando a los límites de la presión para obtener el resultado que “ellos” desean, aparentemente en representación del pueblo venezolano. El asunto es que tendrán que demostrar que realmente “representan” los intereses del pueblo venezolano y para ello, la iniciativa impulsada por Capriles deberá reunir 4 millones de firmas para convocar al revocatorio y de llegar a esa instancia se necesitan al menos 7 millones y medio de votos por el “sí”.
Mientras tanto, la Asamblea Nacional no parece estar pendiente de gobernar para el conjunto de los venezolanos. Luego de las permanentes críticas al gobierno de turno y de la creación de un ambiente de desconfianza en el mismo proceso eleccionario (alegando que el gobierno de Maduro rechazaría los comicios en caso de que ganara la oposición), la oposición obtuvo la mayoría en la Asamblea Nacional. Sin embargo, desde ese momento ha concentrado todas sus fuerzas en derrocar a Maduro y contribuir a un ambiente de caos, especialmente a través de su vínculo con los medios de prensa hegemónicos. Como hemos apuntado, sin embargo, ni si quiera esos medios de prensa logran ocultar las inconsistencias de la oposición.
Sería interesante que la oposición intente gobernar por y para el pueblo, es decir, que se concentre en las necesidades de la gente que –supuestamente– están representando. Pero la historia de América Latina nos confirma –lamentablemente– que esa nunca es la tarea a la que se avocan las derechas cuando llegan a la esfera política formal, donde eso sí, aprovechan para utilizar al Estado a favor de los intereses de una minoría que poco vínculo cotidiano tiene con las necesidades del pueblo.
De hecho, en la misma edición de la BBC junto al artículo sobre Venezuela, en el “top 10” de artículos más leídos, se publica otra nota titulada “Las 5 familias más ricas de América Latina”, que describe: “Pese a las dificultades económicas que ha venido experimentando América Latina los últimos dos años, el club de multimillonarios de la región sigue sólido. Dueños de fortunas de talla mundial, los miembros de las dinastías empresariales más poderosas de Latinoamérica acumulan patrimonios que sobrepasan el Producto Interno Bruto de algunos de los países más pequeños del continente” [4].
La oposición venezolana, así como el actual gobierno en Argentina y la derecha brasileña, tal vez condenen discursivamente la pobreza y la desigualdad, pero en los hechos consideran que estas personas “exitosas” (magnates empresariales) son las que deben ayudar a marcar el rumbo hacia el “cambio” en América Latina, donde la política sea reducida a un negocio rentable y el Estado a un ente “eficiente” para garantizar el endeudamiento con instituciones internacionales. Desde esta perspectiva, no se gobierna para lograr una mejor distribución de ingreso y recursos, garantizar el acceso a educación y salud o luchar a favor de la inclusión política y económica de mayorías históricamente postergadas. Estas elites que reniegan del estatismo, que de un modo u otro sostienen que lo privado es siempre mejor que lo público (más eficiente, más estético, más transparente), no cejan en sus esfuerzos por apropiarse de ese Estado; en Venezuela, como ya ha ocurrido, ello implica la apelación a diversas estrategias de desestabilización en nombre de la democracia.
[1] http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160308_venezuela_oposicion_maduro_dp
[2]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160420_america_latina_venezuela_ley_asamblea_revocatorio_maduro_dp_dgm
[3] http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160503_venezuela_referendo_revocatorio_maduro_dp
[4]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160503_economia_dinastias_familiares_mas_ricas_america_latina
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