Fotos: Un israelí humilla a dos migrantes africanos en Tel Aviv
El
fotógrafo estadounidense Jonathan Small, residente en la costera Tel
Aviv, fue testigo de cómo un israelí se acercó a unos migrantes
africanos que se estaban duchando en la playa y comenzó a intimidarles,
para luego obligarles a hacerse selfis humillantes.
Esta
secuencia tan denigrante se produjo el pasado 24 de abril y las imágenes
que la recogen las publicó Small, quien había colgado previamente las
humillantes instantáneas en su cuenta de Facebook explicando con todo
lujo de detalles lo sucedido, según informa este miércoles la versión
africana del medio estadounidense Voz de América (VOA, por sus siglas en inglés).
“A menudo paseo por la playa de Tel Aviv. Esa tarde, el martes 24 de
abril, eran alrededor de las 18.00 cuando vi a un grupo de tres personas
que se acercaba a dos hombres negros que estaban usando la ducha de la
playa y comenzaron a acosarlos”, así lo relató el fotógrafo, que cree
que los hombres acosados eran migrantes en los territorios ocupados
palestinos por Israel, donde hay alrededor de 35.000 solicitantes de
asilo, principalmente eritreos y sudaneses.
Un hombre con una camiseta roja se aproximó y comenzó a burlarse de
los migrantes, prosiguió diciendo el reportero, que casualmente se
encontraba en lugar de los hechos. Los migrantes sonreían pese a que
estaban siendo intimidados de forma deliberada.
A menudo paseo por la playa de Tel Aviv. Esa tarde, el martes 24 de abril, eran alrededor de las 18.00 cuando vi a un grupo de tres personas que se acercaba a dos hombres negros que estaban usando la ducha de la playa y comenzaron a acosarlos”, así lo relató el fotógrafo estadounidense Jonathan Small.
El fotógrafo apostilló que estaba a unos seis o siete metros de
distancia y no podía escuchar lo que decían. Pero al ver cómo se
comportaban los migrantes, agregó que sabía que algo no iba bien, y
decidió sacar su cámara para tomar algunas fotos.
Continúo describiendo la escena afirmando que “los empujaron, les
tiraron del pelo y los obligaron a hacerse selfis humillantes. Algunos
transeúntes se detuvieron y parecían un poco confusos, pero no
intervinieron ni protestaron”.
Desde el inicio del 2018, el régimen israelí se ha puesto por meta deportar,
en un plazo máximo de tres meses, a unos 38.000 migrantes
africanos “indocumentados” que residen en los territorios ocupados
palestinos, la mayoría de los cuales proceden de Eritrea y Sudán. Muchos de estos refugiados son blanco de la sistemática discriminación de las autoridades y de la policía israelíes.
krd/anz/snz/mkh
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