Los zircones, cristales más antiguos del planeta Tierra, son de origen extraterrestre
Es posible que los cristales de zircón, antiguos compuestos de rocas terrestres, se formaran en cráteres de impacto de asteroides que salpicaron nuestro naciente planeta, y no por la tectónica de placas.
Las rocas que se formaron a lo largo de la historia de la Tierra permiten a los geólogos inferir cosas tales como cuando el agua apareció por primera vez en el planeta, cómo nuestro clima ha variado, e incluso de dónde viene la vida. Sin embargo, sólo podemos ir muy atrás en el tiempo con el único material que tenemos de la Tierra muy temprana, presentado en forma de diminutos cristales de circón de origen natural.
El origen de estos cristales, que son aproximadamente de la anchura de un cabello humano y tienen más de cuatro mil millones de años (la Tierra apenas supera los 4500 millones de años) se ha convertido en un asunto de gran debate. Hace quince años, estos cristales se hicieron célebres porque revelaron la presencia de agua en la superficie de la Tierra (se piensa que es un ingrediente clave para el origen de la vida) cuando se estaban formando.
Hace diez años, un equipo de investigadores argumentó que los antiguos cristales de circón (derivado de la palabra persazargun, “de color dorado”) probablemente se formaron cuando las placas tectónicas que se mueven alrededor de la superficie de la Tierra chocaron entre sí de una manera similar a la que tiene lugar en las montañas de los Andes hoy, donde el piso del océano debajo del Océano Pacífico se está hundiendo bajo América del Sur.
Sin embargo, la evidencia actual sugiere que la tectónica de placas, como la conocemos hoy en día, no influyó en la Tierra primitiva. Entonces, la pregunta sigue siendo: ¿De dónde los vienen los cristales?
Recientemente, los geólogos sugirieron que estos granos pueden haberse formado en grandes cráteres de impacto producidos por trozos de roca espacial, de hasta varios kilómetros de diámetro, que se estrellaron contra la joven Tierra. Para probar esta idea, investigadores del Trinity College de Dublín decidieron estudiar un cráter de impacto mucho más joven para ver si cristales de circón similares a los muy viejos, posiblemente, podrían haberse formado en estos entornos violentos.
En el verano de 2014, el equipo recogió miles de circones del cráter de impacto de Sudbury, en Ontario (Canadá), el gran cráter de impacto mejor conservado en la Tierra y segundo cráter confirmado más antiguo del planeta, con casi dos mil millones de años.
Tras el análisis de estos cristales en el Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo, descubrieron que las composiciones de cristal eran indistinguibles de las antiguas.
El investigador Gavin Kenny es el primer autor del artículo que explica estos resultados, y que acaba de ser publicado enGeology.
“Lo que encontramos fue bastante sorprendente. Mucha gente pensó que los muy antiguos cristales de circón no podrían haberse formado en los cráteres de impacto, pero ahora sabemos que podría ser así. Hay mucho que todavía no entendemos completamente sobre estos pequeños compuestos, pero parece que ahora se puede formar una historia más coherente sobre los principios de la Tierra, que encaja con la idea de que nuestro planeta sufrió un bombardeo de asteroides mucho más intensivo que en tiempos relativamente recientes”, dice Kenny en la publicación.
mla/nii/
No hay comentarios:
Publicar un comentario