“Ejecuciones mostraron grave crisis de ilegitimidad de Al Saud”
Un
destacado político iraní fustiga las masivas ejecuciones de disidentes,
la mayoría activistas chiíes, por el régimen de Arabia Saudí.
“La decapitación de 37 ciudadanos por el régimen saudí demostró
la gravedad de la crisis de ilegitimidad de los Al Saud”, tuiteó el
jueves el director general para Asuntos Internacionales del Parlamento
iraní, Hosein Amir Abdolahian.
El destacado político iraní publicó el mensaje en repudio a la masiva ejecución de disidentes saudíes por Riad,
por supuestas acusaciones de “terrorismo”, a pesar de las graves dudas
planteadas sobre esos casos por numerosos relatores especiales de las
Naciones Unidas, el Comité para los Derechos del Niño y otras
instituciones.
Esas temerarias ejecuciones han provocado una ola de condenas y
rechazos desde diferentes gobiernos y organizaciones internacionales y
pro derechos humanos, como la Amnistía Internacional (AI), que denunció el uso de la pena de muerte para aplastar a activistas opositores por el reino saudí.
Hoy en día diferentes crisis azotan al régimen saudí, que es un
“sirviente de los sionistas”, señaló Amir Abdolahian, evocando las
graves crisis internas de las que sufre Riad, así como su estancada ofensiva contra Yemen, y la crisis en Baréin.
“[El presidente de EE.UU., Donald] Trump y [el premier israelí,
Benjamín] Netanyahu, han encaminado a Arabia Saudí y a los Emiratos
Árabes Unidos (EAU) hacia el colapso”, indicó el exviceministro de
Exteriores para Asuntos Árabes y Africanos.
La decapitación de 37 ciudadanos por el régimen saudí demostró la gravedad de la crisis de ilegitimidad de los Al Saud”, tuiteó el director general para Asuntos Internacionales del Parlamento iraní, Hosein Amir Abdolahian.
Arabia Saudí es uno de los países que lideran los registros de pena de muerte en el mundo, y ha multiplicado sus ejecuciones
desde que Muhamad Bin Salman fue nombrado príncipe heredero en 2017,
debido a la inmunidad que gozan los Al Saud, por el apoyo de la
Administración estadounidense.
A pesar de la inquietud internacional por los crímenes de lesa
humanidad perpetrados a diario por los Al Saud y sus aliados tanto en su
propio país como en Yemen, Trump ha manifestado en varias ocasiones que seguirá la relación estratégica con la monarquía saudí y
su príncipe heredero, que es responsable de muchos otros actos
criminales, como el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi, y
del secuestro del premier libanés, Saad Hariri, en 2017.
mnz/ktg/msm/hnb
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