La pugna por Venezuela sería "el detonante de una guerra mundial"
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REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
La
cooperación de China y Rusia con Venezuela para hacer frente a las
pretensiones unilaterales estadounidenses socava la hegemonía de EEUU y
acelera la transición hacia un nuevo orden geopolítico. Pero las
transiciones geopolíticas no se resuelven nunca de forma pacífica,
advierte Arantxa Tirado Sánchez, politóloga consultada por Sputnik.
Desde
hace tiempo, EEUU viene observando con preocupación la expansión china
en América Latina y el Caribe (ALC), un área geográfica que EEUU
considera que es su "área natural de expansión", además de su "reserva
estratégica", en definitiva, "su territorio", señala la especialista
en Relaciones Internacionales por la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB) y en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
"La
competencia china supone cuestionar estas premisas estadounidenses y
disputar la hegemonía de EEUU allí, algo que tiene un impacto en el
orden geopolítico. Esta presencia es un desafío que EEUU no puede
permitir ni en términos económicos ni en términos políticos", explica.
En el caso concreto de Venezuela, se trata de una presencia que es fundamental para el país caribeño.
En lo económico, según la analista, "la inversión china en las
empresas mixtas de la Faja Petrolífera del Orinoco garantiza la
diversificación económica en el área petrolera, central para la economía
venezolana, en un contexto de bloqueo estadounidense".
Además, a través del Fondo Conjunto Chino-Venezolano, creado en 2008,
"China ha prestado decenas de miles de dólares a Venezuela, dándole
oxígeno frente al cerco de los mercados financieros y bancarios,
agudizado en estos últimos meses", añade Arantxa Tirado.
"En lo político, la alianza con China, igual que la alianza con
Rusia, supone la construcción de un bloque contrahegemónico de poder que
coopera para hacer frente a las pretensiones unilaterales
estadounidenses, sentando las bases de un sistema internacional
multilateral a medio y largo plazo que socava la hegemonía
estadounidense y acelera la transición hacia un nuevo orden
geopolítico", explica.
Pero
a corto plazo, esta alianza ayuda a Venezuela a poner freno a las
amenazas estadounidenses de invasión porque coloca el conflicto entre
EEUU y Venezuela en un marco geopolítico más amplio, al afectar los
intereses y la presencia china en ese país, señala la interlocutora de
la agencia.
"Una invasión militar para hacerse con el petróleo y minerales
estratégicos venezolanos afectaría no solo a PDVSA, sino también a la la
Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC)", destaca.
Según la politóloga, si China toma una postura cada vez más activa en
defensa de Venezuela, como ya está sucediendo más allá de los vetos a
las propuestas de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU, "se podría
desatar un conflicto abierto global que se sumaría a la incipiente
guerra comercial entre EEUU y China en los mercados mundiales".
"La pugna por Venezuela puede ser el detonante
que lleve a una guerra mundial que tendrá un impacto claro en la
reconfiguración geopolítica y geoeconómica del sistema internacional pos
Guerra Fría", advierte Tirado Sánchez.
Mientras tanto, China desafía la hegemonía de EEUU no solo en
Venezuela. Se observa un creciente porcentaje de importaciones y
exportaciones de las empresas chinas con toda la región de América
Latina y El Caribe, así como un aumento de la Inversión Extranjera
Directa (IED).
"La IED china en ALC está enfocada en un 90% aproximadamente a los
recursos naturales (petróleo, gas y minería), lo que habla de áreas
clave para el desarrollo económico del capitalismo fósil actual y el
despliegue de industrias tecnológicas de punta que dependen de minerales
estratégicos. China entra, entonces, en competencia con EEUU por esos
recursos que ALC tiene en abundancia", señala la analista.
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AP Photo / Ariana Cubillos
De
acuerdo con la especialista, otro desafío es la Ruta de la Seda china
que podría involucrar también a ALC. El proyecto chino de construir un
canal interoceánico en Centroamérica disputa el monopolio del canal de
Panamá, al igual que la entrada de IED china en puertos como el de La
Unión en El Salvador, zonas que habían sido de expansión exclusiva
estadounidense.
"Este desplazamiento de EEUU en las rutas comerciales, marítimas o
terrestres, hacia el Pacífico o el reforzamiento de la presencia china
en Eurasia es denunciado por EEUU como una amenaza también militar",
subraya Arantxa Tirado.
Según la experta, EEUU "se juega su dominio mundial ante el desafío chino, pero no va a dejar arrebatárselo sin pelear antes".
"Se demuestra, una vez más, que la economía y
la guerra no pueden disociarse y que las transiciones geopolíticas en el
sistema internacional, como nos decían [Giovanni] Arrighi [economista y
sociólogo italiano] y [Beverly Judith] Silver [socióloga y economista
estadounidense] hace años, no se resuelven nunca de forma pacífica",
concluye la politóloga.
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