miércoles, 24 de septiembre de 2014

Bajo la lupa
La guerra que ya empezó: petroyuán chino contra dólar estadunidense
Alfredo Jalife-Rahme
Foto
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante una reunión sobre la estrategia de desarrollo de los puertos rusos en el mar Negro y el mar de Azov, ayer en la ciudad de Novorossiysk
Foto Itar-Tass
 
Mientras los estrategas chinos se preparan a la tercera guerra mundial (http://goo.gl/6k5lAh ) debido a las tensiones entre Estados Unidos (EU) y Rusia por el alma de Ucrania oriental, Tyler Durden, del portal Zero Hedge, (pro)clama el advenimiento de la era del petroyuán mediante el mensaje del desembarco de un navío destructor de China en el puerto iraní en el estrecho de Ormuz (http://goo.gl/nfBSTe ).
Durden traduce el poder militar en divisas, específicamente en la creciente desdolarización hoy inversamente proporcional a la yuanización: “el ascenso del petroyuán (…) circunscribe el dominio del dólar en la energía global, con ramificaciones potencialmente profundas para la posición estratégica de EU”.
Según Durden, por primera vez en la historia (¡supersic!), China atracó un navío destructor en Bandar Abbas, puerto del sur de Irán, justo del otro lado de los bastiones hasta ahora estadunidenses de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahrein (nota: base de la quinta flota de EU) en el estrecho de Ormuz.
Durden rememora que el año pasado un grupo naval ruso atracó en el mismo puerto en su retorno de una misión en el océano Pacífico.
La jugada estratégica de Irán es vista como parte de su objetivo en fomentar un equilibrio entre las armadas foráneas presentes en la zona cerca del estratégico estrecho de Ormuz donde se transporta la quinta parte del petróleo global.
En similitud al estrecho de Malaca (entre Indonesia, Malasia y Singapur), el estrecho de Ormuz es un punto de estrangulamiento ( chokepoint) (http://goo.gl/YqI7Sr ).
Hasta 2012, los mayores consumidores del petróleo global fueron: EU (21 por ciento), China (11 por ciento), Japón (5 por ciento), India (4 por ciento), Rusia (4 por ciento) y Arabia Saudita (3 por ciento). Interesante: tres países del BRICS juntos se sitúan por debajo de EU.
La llegada de la Armada china en el estrecho de Ormuz para combatir la piratería global – The Guardian acusó a Gran Bretaña de ser su teledirigente (http://goo.gl/DvrV69 )–, también tiene en la mira el estrecho de Bab el-Mandeb (la Puerta de las Lágrimas), otro punto de estrangulamiento transversal desde Yemen hasta Somalia, en proceso de estratégicas protobalcanizaciones, donde es transportado 3.4 por ciento del petróleo global.
A mi juicio, el petróleo, con todo y el montaje hollywoodense del polémico fracking que convirtió mágicamente a EU en un productor autosuficiente, sigue siendo el detonador de todos los conflictos geopolíticos en el Gran Medio Oriente que incluyen la superchería de los yihadistas del califato islámico transfronterizo de Siria/Irak/Kurdistán, lo cual ha obligado a China a salir mas allá de sus océanos cercanos contra su costumbre histórica.
China ya no es la misma (http://goo.gl/azvGPJ ) y el portal Russia Today coloca de relieve un blog editorial de The Economist que tilda al Grupo de Shanghái como la herramienta con que China rediseña el orden mundial a su estilo, lo cual es bastante inquietante desde el punto de vista de Occidente, con la aglomeración de adhesiones asiáticas en su seno como se manifestó en la reciente cumbre en Dusambé (Tayikistán) (http://goo.gl/kTK4L1 ).
La agencia Xinhua informó que el objetivo de la Armada china, con la conspicua presencia del destructor de misiles guiados Changchun, es la protección de la navegación en el golfo de Adén (http://goo.gl/V5C0rz ). El periódico estatal iraní Kayhan señaló que los buques de guerra de China transportan a 650 marinos. Poco a poco los marinos chinos se irán aclimatando al calor del golfo Pérsico.
Durden aboga por la nueva convertibilidad financiero-energético-militar que tiende al fin de la hegemonía del dólar estadunidense.
La expansión del petroyuán en los países del golfo Pérsico no es novedosa: Durante varios años, China ha pagado parte de su importación petrolera de Irán con renminbi/yuan y “en 2012 los bancos centrales de China y de EAU establecieron swaps por 5 mil millones de dólares para la importación del petróleo de Abu Dabi con renminbi/yuan de China”.
Mucho más estremecedor es el acuerdo gasero entre China y Rusia por 400 mil millones de dólares que aparentemente sería realizado en renminbi/yuan, lo cual colisiona(ría) al petrodólar con el petroyuán.
Según Durden, los hacedores de la política de China aprecian las ventajas de la hegemonía del dólar –que algunos autores chinos colocan en casi 10 por ciento del PIB (global http://goo.gl/rTnw0t ). Su objetivo no es sustituir al dólar por el renminbi/yuan, sino posicionar a la divisa china con el billete verde como una divisa de reserva y transacciones.
Si el mundo ya es multipolar en lo militar y lo geoeconómico, para no decir tripolar geoestratégico (EU, Rusia y China), todavía falta el último paso para asentar los reales del nuevo orden mundial en el superestratégico rubro financierista que controlan las plazas de Wall Street y la City en Londres.
La disminución de los costos en transacciones de divisas para los negocios chinos serían enormes con una traslación del dominio del dólar al yuan, pero lo que por razones estratégicas busca Pekín es aminorar el crecimiento de sus considerables reservas en dólares (más de 4 millones de millones de dólares).
La propensión de EU ha sido aislar a los países del sistema financiero estadunidense como un instrumento de su política exterior, lo cual expone la vulnerabilidad financiera del renminbi/yuan. Mitigar el apabullante dominio del dólar y del poder estadunidense significa para China contener el excesivo unilateralismo de EU.
Durden juzga que EU es una potencia hegemónica en declive relativo, mientras China es la ascendente potencia prominente, por lo que, aun los mismos países árabes del golfo tan dependientes de Washington como su último garante en materia de seguridad, están obligados a mantener vínculos más estrechos con China como un imperativo protector estratégico”.
Para Rusia, sus relaciones deterioradas con EU la obligan a una mayor profunda cooperación con China, sin descontar la sobrerreacción todavía peligrosa de EU.
A mi juicio, uno de los graves defectos de los análisis que sobredimensionan demasiado el ascenso indiscutible del petroyuán –no se diga de la resurrección de Rusia en la etapa del zar Putin–, no toman en consideración el estruendosamente silencioso triunfo geopolítico de Obama y las petroleras anglosajonas al haber capturado, sin disparar una sola bala, los pletóricos yacimientos en el Golfo de México regalados por el humillante entreguismo del “México neoliberal itamita” de Peña/Videgaray/Aspe, que no solamente equivale al acuerdo gasero histórico entre China y Rusia, sino que, además, es susceptible de detener la caída libre del dólar.
Llama la atención que los connotados geoestrategas en el seno de los BRICS –no se diga en la Unión Europea y en el mundo islámico y/o árabe– todavía no perciban los alcances históricos de la captura gratuita de los hidrocarburos de México por Obama y las petroleras anglosajonas que cobija. Con los geoestrategas con que me ha tocado dialogar al respecto, horroriza su pasmosa incredulidad sobre el obsequio del siglo: la cesión de los hidrocarburos de México a la anglósfera. Quizá tengan razón: no es nada creíble.
Facebook: AlfredoJalife

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