Siria: Reconstrucción que viene
Escrito por
Arnaldo Musa / Especial para CubaSí
Ante la inminente derrota de sus mercenarios en Siria, Estados
Unidos ha recrudecido su política de bloquear por todos los medios la
reconstrucción del país árabe.
Ante la inminente derrota de sus mercenarios en Siria, Estados Unidos
ha recrudecido su política de bloquear por todos los medios la
reconstrucción del país árabe, en lo que está implicado el Congreso, que
acaba de prohibir cualquier tipo de financiamiento al respecto, al
tiempo que los enemigos de Damasco tratan de realizar la mayor
destrucción posible para entorpecer la vuelta de la población a la
normalidad.
Empero, la casi total liberación de la provincia de Idlib y el apoyo
solidario ruso, iraní y de los patriotas libaneses han hecho posible que
el determinante avance del ejército siro no dé tiempo a más entuertos
creados por Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, cada vez que
anuncia una retirada, envía a un gran número de mercenarios para que se
dediquen a la destrucción total.
Mientras, otros actores de la zona intentan bascular hacia Damasco,
al ver que el pueblo sirio ha salido victorioso de esta brutal guerra.
Hay casos como el de Jordania, que intenta pasar su puerto de
exportación de Haifa (Israel) a Tartus (Siria) Arabia Saudita, que envió
al hoy derrocado Presidente de Sudán de visita a Damasco y, aunque es
un Hermano Musulmán, el régimen de Jartum vive de la renta y limosna
saudita.
O la apertura de la Embajada de Emiratos Árabes Unidos y próximamente
las de Bahréin y Kuwait, o los primeros vuelos Siria-Túnez, tras más de
siete años de bloqueo. Son gestos que aunque no son importantes, son
significativos de que la balanza está a favor de Siria y seguro pronto
la veremos menos aislada o incluso de vuelta en la Liga Árabe de la que
fue fundadora.
Cierre a los enemigos
Toda esa cuestión de bloquear financieramente la reconstrucción ya
estaba en los planes estadounidenses antes de que Damasco anunciara que
sus enemigos no participarían en el evento, luego de ser culpables de la
devastación del país durante casi ocho años, y que aún no ha terminado
completamente.
“Los Estados occidentales que eran hostiles a Siria no tendrán la
oportunidad de invertir en su recuperación”, ha anunciado hace unas
horas, el viceministro de Expatriados y Asuntos Exteriores de Siria,
Aman Susan.
De este modo, el diplomático sirio ha destacado que las autoridades
de Damasco, como primera medida, darán prioridad a las empresas sirias
que fueron obligadas a abandonar el país por miedo a los grupos armados y
terroristas.
Además, ha informado que, desde el establecimiento de la Oficina de
Asuntos Económicos para la Recuperación siria en el 2017, el gobierno ha
recibido miles de solicitudes para invertir en el país, 400 de las
cuales ya han sido discutidas.
Al condicionamiento de Trump de que Estados Unidos ayudaría a Siria,
si Damasco rompía sus lazos con Irán, el primer ministro sirio, Emad
Jamis, aseguró que su país facilitará todas las posibilidades para la
participación de la República Islámica en los proyectos de
reconstrucción, tras la derrota de los grupos terroristas.
“Hay al menos 400 compañías de diferentes rincones del mundo,
incluidas algunas de Rusia, China y La India, así como empresas
vinculadas a los migrantes sirios”, ha agregado.
Aunque aún no se conocen los detalles, los planes de China en Siria incluyen plantas de acero así como instalaciones de fabricación de automóviles en la provincia de Homs, además de crear fuentes de empleo y ayudar a estabilizar la economía, lo que significa que hará mucho más que solo la reconstrucción de posguerra.
Aunque aún no se conocen los detalles, los planes de China en Siria incluyen plantas de acero así como instalaciones de fabricación de automóviles en la provincia de Homs, además de crear fuentes de empleo y ayudar a estabilizar la economía, lo que significa que hará mucho más que solo la reconstrucción de posguerra.
Un documento revelado el pasado mes de septiembre, escrito
originalmente por el exdiplomático estadounidense Jeffrey Feltman,
asegura que la Organización de las Naciones Unidas tiene en su agenda
bloquear todas las ayudas a Siria para su reconstrucción, hasta que no
se alcance un acuerdo sobre la ‘transición política’, el objetivo
principal de EE.UU. desde el comienzo de la crisis que atufó a gestar en
gran medida en el país árabe.
Y aunque se conocen las triquiñuelas de Washington para entorpecer
todo lo que pueda ser beneficioso para el pueblo sirio, y pese a
cualquier ambivalencia que surja en el seno de la ONU, el presidente
Bashar al-Asad ha considerado la reconstrucción de Siria como una de las
principales metas de su gobierno y prometido continuar la lucha contra
el terrorismo hasta recuperar el pleno control de todo el territorio
nacional.
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