Refinería de Dos Bocas: López Obrador y la batalla por la seguridad energética de México
Publicado: 4 jun 2019 16:29 GMT
La construcción de la séptima refinería en México, en
el puerto de Dos Bocas, municipio de Paraíso, Tabasco (estado natal del
presidente López Obrador), tiene como objetivo recuperar la seguridad energética, esto es, la capacidad de la nación para garantizar su abastecimiento de energía de manera constante y suficiente, aseguran especialistas en el sector energético.
Rosío Vargas Suárez, investigadora del Centro de Investigaciones
sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), explica que la construcción de una nueva refinería forma
parte de "un giro de 180 grados en la política energética",
un cambio urgente ante el "profundo debilitamiento" que ha sufrido la
industria petrolera nacional durante las últimas décadas.
Puntualiza que la refinería de Dos Bocas es "una obra que rompe de
tajo con las políticas de administraciones anteriores" que, a través de
una serie de reformas constitucionales y malos manejos, sumergieron a
Petróleos Mexicanos (Pemex) en una "grave crisis" que terminó socavando
su capacidad de producción y refinación de petróleo crudo, y elaboración
de petroquímicos. Hoy, sostiene, "el presidente López Obrador está
haciendo un esfuerzo enorme por sacar adelante a Pemex".
"Debemos de pensar en la autosuficiencia energética; aspiramos a
vivir nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos, en un país libre,
independiente, soberano, no queremos ser colonia de ningún país
extranjero (…) eso se logra cuando se tiene autonomía, cuando se tiene
autosuficiencia energética que en la actualidad se ha perdido porque
dependemos mucho, demasiado, de la compra de los combustibles en el
extranjero", sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el domingo pasado en el inicio de los trabajos de construcción de la obra.
En medio de las amenazas del presidente norteamericano, Donald Trump,
de imponer aranceles a un 5% de las exportaciones bajo el argumento de
que "México no hace lo suficiente" para detener la migración, EE.UU. se
ha convertido de facto en un "socio comercial poco confiable".
"Son demasiados los riesgos que está corriendo México por no ser
autosuficiente en gasolinas (…) con un presidente como Trump, una
política de chantaje pondría a México en vilo", advierte la
investigadora.
Sin cambios en la política energética, la nación mexicana no pasaría
de ser un "gran mercado" para EE.UU., líder mundial en la refinación de
hidrocarburos, asegura Vargas Suárez. Por falta de inversión en su
Sistema Nacional de Refinación el nivel de producción de refinados ha
estado por debajo de un 40% de su capacidad, con lo cual, el volumen de
importaciones se ha venido incrementando.
De acuerdo con datos del Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía, a lo largo de 2018 México importó gasolina por un valor de 18.615 millones de dólares, un volumen promedio de 594.621 barriles diarios. La dependencia de la gasolina de origen estadounidense es abrumadora.
Según las cifras
reportadas por la Administración de Información Energética de EE.UU.
(EIA, por sus siglas en inglés), el año pasado México importó un volumen
promedio de 517.230 barriles diarios de la Unión Americana, esto es,
EE.UU. representó un 87% de las compras de gasolina en el exterior.
El propósito del presidente López Obrador es revertir esta situación a
través de una estrategia de rescate del sector energético que, entre
sus objetivos, busca el fortalecimiento del Sistema Nacional de
Refinación.
Como parte del Plan Nacional de Combustibles,
el gobierno mexicano trabaja actualmente en la rehabilitación de sus
seis refinerías (Minatitlán, Salamanca, Tula, Cadereyta, Madero y Salina
Cruz) que, una vez modernizadas, podrán procesar de manera conjunta
1.540.000 millones de barriles diarios.
La refinería de Dos Bocas, por su parte, tendrá una capacidad de procesamiento de 340.000 barriles de crudo al día,
a partir de los cuales se podrán obtener 170.000 barriles de gasolina y
120.000 de diésel de ultra bajo azufre (un 30% de las gasolinas que
actualmente se importan).
Para el año 2022, cuando la refinería de Dos Bocas ya se encuentre en
funcionamiento y las otras seis operando a su capacidad de diseño, la
Secretaría de Energía estima alcanzar una capacidad de procesamiento de
1.863.000 barriles de petróleo por día (de los cuales se obtendrán
781.000 barriles de gasolina y 560.000 barriles de diésel).
López Obrador: Hay que convertir a Pemex en "palanca del desarrollo nacional"
Uno de los aspectos que se ha dejado de lado en la mayoría de los
análisis y diagnósticos sobre la construcción de la refinería de Dos
Bocas es su potencial para generar empleos en escala
masiva y promover el desarrollo económico de México, "es también un
asunto de justicia social", opina el ingeniero Francisco Garaicochea
Petrirena, presidente del Grupo de Ingenieros Petroleros Constitución de
1917.
En contraste con los malos augurios de calificadoras de riesgo,
fondos de inversión y centros de pensamiento ('think tanks') que
consideran, por un lado, que la construcción de una refinería no es un
negocio que genere muchos dividendos y, por otro lado, que son
demasiados los riesgos para Pemex por su alto grado de fragilidad
financiera, Garaicochea Petrirena destaca que una obra de la magnitud de
la refinería de Dos Bocas posee la virtud de producir una gran cantidad
de empleos.
De acuerdo con los cálculos del ingeniero petrolero mexicano, por
cada empleo que se genera por extraer crudo, se pueden crear seis
puestos de trabajo por refinarlo y hasta 60 a través de la fabricación
de petroquímicos.
"Este es el gran negocio, por eso el primer paso es recuperar nuestra
capacidad de refinación, luego, hay que apostar por la petroquímica,
aunque desafortunadamente en este momento el gobierno de López Obrador
no tiene presupuesto suficiente para ello", reconoce.
Garaicochea Petrirena comenta además que centros de análisis como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que evaluó
que la refinería de Dos Bocas tiene una alta posibilidad de no resultar
un proyecto rentable (98%), ignoró los beneficios que se derivan del
pago de impuestos por la construcción de un proyecto de infraestructura
de gran tamaño.
"En la construcción de un proyecto de infraestructura como este se
genera una enorme derrama en beneficio de muchos sectores de la
economía, estamos hablando de inversiones en una amplia
gama de insumos que se fabrican en México, por ejemplo, equipos,
herramientas, tuberías, bombas, cambiadores de calor, tanques de
almacenamiento, etc.".
De hecho, en la obra ya existen ofertas de trabajo disponibles. La
titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, anunció la instalación
de oficinas de reclutamiento para la construcción de la refinería de
Dos Bocas, donde los habitantes de la región pueden hacer entrega de sus
documentos para conseguir un puesto de trabajo.
De acuerdo con las estimaciones de la dependencia federal, la obra
podría generar 23.000 empleos directos y 112.000 indirectos, un total de
135.000 puestos de trabajo durante el "pico de su
construcción". La refinería de Dos Bocas es parte de los planes de
rescate del sector energético del gobierno de México. La mira del
presidente López Obrador está puesta en lograr a mitad del sexenio que
Pemex vuelva a convertirse en "palanca del desarrollo nacional".
"Hasta el 2021 nosotros [vamos a estar] apoyando, respaldando,
fortaleciendo a Pemex. Una vez que se consolide Pemex, en el 22, 23 y
24, Pemex empieza a apoyar y se convierte en palanca del desarrollo
nacional (…) para lograr esta estrategia, para hacer realidad este plan,
lo más importante de todo son los trabajadores", sentenció el político tabasqueño el pasado 26 de mayo desde Salamanca, Guanajuato, cuando presentó el Plan Nacional de Refinación.
Ariel Noyola Rodríguez
@noyola_ariel
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