El cuerpo social como objetivo de la guerra librada contra Venezuela (fotos, vídeo)
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Sputnik / Stringer
La
parroquia Coche es la puerta de entrada a Caracas desde el occidente y
el sur del país. Viven 59.000 habitantes en 126 sectores, tiene
edificios de clases medias bajas en sus arterias principales, urbanismos
creados por la Gran Misión Vivienda Venezuela y cerros donde están los
barrios más humildes.
En
Coche se encuentra el complejo militar de Fuerte Tiuna, y el mercado
mayorista de alimentos donde llegan más de 50.000 toneladas mensuales.
Es un punto estratégico de la capital, que es el centro de gravedad del
poder en el país.
Uno de los sectores es El Kilombo, que nace desde la parte baja en la
calle Zea, desde donde se ingresa y sube al cerro. Visto desde fuera
tiene la estética de toda barriada caraqueña: casas de ladrillos
naranjas sin frisar, construcciones hechas con voluntad, esfuerzo,
autogestión espontánea y organizada.
Escaleras angostas, pasillos, laberintos, techos de zinc que enceguecen cuando el sol del mediodía cae vertical, chicos jugando, conversas, trabajadores, cotidianeidades. Visto desde su dinámica social este barrio, como todos los barrios del país, es un blanco de la guerra que ha sido desatada sobre Venezuela.
En El Kilombo viven 271 familias, y están desplegadas dos brigadas del Movimiento Somos Venezuela, creado en junio del 2017, epicentro del anterior intento de asalto al poder político. Somos es una organización donde hacen vida diferentes movimientos y políticas de trabajo social de la Revolución bolivariana.
Entre estos, están el Frente Francisco de Miranda, UnaMujer, Jóvenes del Barrio, Movimiento de Recreadores, Por la Paz y la Vida, diferentes Grandes Misiones, Misiones y Micro Misiones, como Jóvenes de la Patria Robert Serra. El despliegue es nacional: son 27.807 brigadas integradas por 361.501 ciudadanos, ya han golpeado a las puertas de 6.300 mil hogares.
En las brigadas del Kilombo la mayoría son mujeres del mismo barrio. El trabajo es diario y permanente, el objetivo es triple: dar la respuesta a las necesidades inmediatas, construir organización de la misma comunidad, y hacer frente a los impactos de la guerra híbrida que golpea sobre el cuerpo social, busca fragmentarlo, "opera sobre el conjunto de los ámbitos de la vida social y particularmente, sobre el dominio de los cuerpos, los corazones y las mentes de la población".
Los ámbitos de acción son muchos: atención a las personas mayores con
dificultades de salud, producción de alimentos con proyectos como la
cría de gallinas ponedoras, el funcionamiento de una casa de
alimentación donde comen 200 personas, el trabajo junto con los Comités
Locales de Abastecimiento y Producción, y los doce consejos comunales
que conforman la Comuna Armando Reverón, entre otras cosas. Las brigadas
están en el territorio, lo conocen, son parte de su cotidianeidad y
organización.
El movimiento tiene un mapa y censo donde aparecen las necesidades, zonas críticas, poblaciones, casa por casa, familia por familia. Por ejemplo, de las 271 familias del Kilombo, 184 reciben los bonos de Hogares de la Patria, 11 el de Mujeres Embarazadas, 102 el de Adultos Mayores (para quienes no cotizaron en sus años de trabajo).
Somos Venezuela debe tener un diagnóstico preciso de todas las necesidades, prioridades, y articular a partir de allí las diferentes políticas y plataformas sociales existentes para dar respuestas.
Muestra orgullosa las gallinas ponedoras, el módulo de salud donde se
lleva adelante una jornada de vacunación, las compañeras madres
solteras que cocinan en la casa de alimentación comunitaria, el proyecto
de panadería, el esfuerzo acumulado invisible a quien no conozca, como,
por ejemplo, que las casas fueron levantada con autoconstrucción,
trabajo voluntario, recuperación de espacios que antes era botaderos,
perreras, cementerios de camiones.
Existen varias formas de medir los resultados: las respuestas materiales concretas en cada persona/familia/hogar, en el sector, la parroquia, a nivel nacional, a la vez que como forma de resistencia colectiva del cuerpo social que se encuentra bajo asedio por diferentes frentes.
Están en juego los valores de solidaridad, las lógicas de construcción colectivas, las subjetividades que la guerra busca quebrar: la estrategia enemiga necesita cuerpos rendidos, voluntades doblegadas, resignaciones individuales, pasiones tristes.
El despliegue de políticas sociales en clave chavista, es decir con el intento de romper la práctica asistencial-vertical, es una forma de trinchera diaria en tiempo de asalto. EEUU, la derecha local, los poderes económicos, no solamente buscan el control directo del poder político a través del derrocamiento del presidente Nicolás Maduro.
Su plan estratégico es el de borrar el entramado de organización,
politización, conformación de un sujeto político en las barriadas
populares, sea de Coche, cualquier parroquia de Caracas o del país. Para
eso las maniobras abarcan, entre otras cosas, desde el bloqueo
económico, financiero, hasta las políticas mediáticas en redes sociales,
y las disputas en los territorios a través de grupos armados y desgaste
material.
Somos Venezuela, las experiencias de comunas, consejos comunales, colectivos, organizaciones de base chavistas, la articulación entre esas experiencias y las políticas sociales del Estado —con debates acerca de formas y métodos—, son la trama que no ha logrado quebrar el tipo de guerra híbrida y prolongada que está actualmente en desarrollo contra el país.
Los espacios comunitarios cumplen una función estratégica, son
territorios para la contención del tejido social ante la adversidad
material, el ensayo de la democracia participativa, la reproducción del
proyecto chavista como ejercicio ético, igualitario, solidario.
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Sputnik / Vladimir Pesnya
Escaleras angostas, pasillos, laberintos, techos de zinc que enceguecen cuando el sol del mediodía cae vertical, chicos jugando, conversas, trabajadores, cotidianeidades. Visto desde su dinámica social este barrio, como todos los barrios del país, es un blanco de la guerra que ha sido desatada sobre Venezuela.
En El Kilombo viven 271 familias, y están desplegadas dos brigadas del Movimiento Somos Venezuela, creado en junio del 2017, epicentro del anterior intento de asalto al poder político. Somos es una organización donde hacen vida diferentes movimientos y políticas de trabajo social de la Revolución bolivariana.
Entre estos, están el Frente Francisco de Miranda, UnaMujer, Jóvenes del Barrio, Movimiento de Recreadores, Por la Paz y la Vida, diferentes Grandes Misiones, Misiones y Micro Misiones, como Jóvenes de la Patria Robert Serra. El despliegue es nacional: son 27.807 brigadas integradas por 361.501 ciudadanos, ya han golpeado a las puertas de 6.300 mil hogares.
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Sputnik / Esther Yáñez Illescas
En
El Kilombo, el trabajo es diario y permanente para dar la respuesta a
las necesidades inmediatas, construir organización de la misma
comunidad, y hacer frente a los impactos de la guerra económica
"Se creó para ser el brazo social articulador
de la respuesta directa al pueblo, para pasar a ser sujetos de atención a
sujetos protagónicos de la transformación, para transformar desde las
bases las realidades que tenemos (…) Está integrado por aquellos que,
desde la misma realidad, necesidad, estamos en búsqueda de aquellos que
están más frágiles que nosotros", explica Yinet Bernal, secretaria de
Somos en la parroquia Coche.
En las brigadas del Kilombo la mayoría son mujeres del mismo barrio. El trabajo es diario y permanente, el objetivo es triple: dar la respuesta a las necesidades inmediatas, construir organización de la misma comunidad, y hacer frente a los impactos de la guerra híbrida que golpea sobre el cuerpo social, busca fragmentarlo, "opera sobre el conjunto de los ámbitos de la vida social y particularmente, sobre el dominio de los cuerpos, los corazones y las mentes de la población".
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Sputnik / Marco Teruggi
Un mapa de El Kilombo, en Coche, Caracas
El movimiento tiene un mapa y censo donde aparecen las necesidades, zonas críticas, poblaciones, casa por casa, familia por familia. Por ejemplo, de las 271 familias del Kilombo, 184 reciben los bonos de Hogares de la Patria, 11 el de Mujeres Embarazadas, 102 el de Adultos Mayores (para quienes no cotizaron en sus años de trabajo).
Somos Venezuela debe tener un diagnóstico preciso de todas las necesidades, prioridades, y articular a partir de allí las diferentes políticas y plataformas sociales existentes para dar respuestas.
"Estamos apretados, pero siempre salimos
adelante con dios y la Revolución", dice Yelitza Medina, parte de la
brigada, nacida y criada en El Kilombo.
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Sputnik / Marco Teruggi
El Kilombo, como todos los barrios del país, es un blanco de la guerra que ha sido desatada sobre Venezuela
"La situación atrapa a muchas personas, la
escasez que hay, nosotros en la comunidad estamos ayudándonos con eso,
hay gente que no tiene y nosotros lo estamos haciendo por ellos, las que
estamos trabajando tenemos hijos, nietos, y estamos trabajando por los
niños de la comunidad, para todos", dice Lesbia Galindo, que cocina en
la casa de alimentación, vive en una casa de zinc y trabaja para poder
edificar su vivienda de ladrillos.
Existen varias formas de medir los resultados: las respuestas materiales concretas en cada persona/familia/hogar, en el sector, la parroquia, a nivel nacional, a la vez que como forma de resistencia colectiva del cuerpo social que se encuentra bajo asedio por diferentes frentes.
Están en juego los valores de solidaridad, las lógicas de construcción colectivas, las subjetividades que la guerra busca quebrar: la estrategia enemiga necesita cuerpos rendidos, voluntades doblegadas, resignaciones individuales, pasiones tristes.
"Estamos atendiendo cuatro frentes de batalla,
el primero es la articulación con todo el sistema de Misiones para dar
respuestas a nuestro pueblo, el segundo es la defensa de la verdad, acá
el Movimientos Somos Venezuela le está diciendo al mundo que Venezuela
es un pueblo que está siendo atacado por una guerra, nos quieren
asfixiar, pero estamos en resistencia, un pueblo organizado que no solo
espera ser sujeto de atención", explica Yinet.
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Sputnik / Marco Teruggi
En el contexto actual de Venezuela, los espacios comunitarios cumplen una función estratégica
"Estamos siendo sujetos protagónicos de la
transformación de nuestra realidad, en el tercer frente estamos dando
atención a las víctimas de esta guerra, vamos a defender a nuestro
pueblo, y en el cuarto frente estamos poniendo en pie un sistema de
producción", agrega.
El despliegue de políticas sociales en clave chavista, es decir con el intento de romper la práctica asistencial-vertical, es una forma de trinchera diaria en tiempo de asalto. EEUU, la derecha local, los poderes económicos, no solamente buscan el control directo del poder político a través del derrocamiento del presidente Nicolás Maduro.
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REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Somos Venezuela, las experiencias de comunas, consejos comunales, colectivos, organizaciones de base chavistas, la articulación entre esas experiencias y las políticas sociales del Estado —con debates acerca de formas y métodos—, son la trama que no ha logrado quebrar el tipo de guerra híbrida y prolongada que está actualmente en desarrollo contra el país.
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Sputnik / Marco Teruggi
La parroquia Coche es la puerta de entrada a Caracas desde el occidente y el sur del país
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