EEUU advierte a Al-Asad de secuelas de atacar a milicias kurdas
El Pentágono advierte al presidente sirio, Bashar al-Asad, sobre posibles secuelas que conllevaría una ofensiva contra las milicias aliadas de EE.UU. en Siria.
“Cualquier parte interesada en Siria debe entender que atacar a las fuerzas estadounidenses o a nuestros socios de la coalición será una mala política”, aseveró el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el teniente general Kenneth McKenzie, en una rueda de prensa.De esta manera, el también director del comando conjunto norteamericano respondía al mandatario sirio, quien afirmó en una entrevista con la cadena de televisión rusa RT que intentará recuperar el tercio del país en manos de las kurdo-árabes Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), aliadas de Washington.
De acuerdo con el jefe de Estado sirio, “el único problema que queda en Siria son las FDS”, ante el cual Damasco mantiene “dos opciones”.
“El primero: comenzaremos ahora a abrir las puertas para las negociaciones. Como la mayoría de ellos son sirios, supuestamente les gusta su país, no les gusta ser marioneta de ningún extranjero. Tenemos una opción, vivir entre nosotros como sirios. Si no, vamos a liberar esas áreas por la fuerza”, puntualizó Al-Asad.
Cualquier parte interesada en Siria debe entender que atacar a las fuerzas estadounidenses o a nuestros socios de la coalición será una mala política”, aseveró el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el teniente general Kenneth McKenzie.
Las FDS cuentan con el respaldo de la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe), orquestada por Washington, así como con el apoyo de las fuerzas especiales estadounidenses y francesas sobre el terreno. Estas fuerzas extranjeras operan sin el consentimiento del Gobierno de Damasco.
Ya en el pasado, esta ilegal coalición bombardeó, en más de una ocasión, a las fuerzas del Ejército sirio y sus aliados en las inmediaciones de Al-Tanf, localidad sita en el sureste de Siria y cerca de la frontera con Irak y Jordania.
Sobre la presencia de las fuerzas estadounidenses en Siria, estimadas en más de 2000, el general McKenzie se rehusó a adelantar una fecha para su retirada del país árabe.
El Gobierno sirio ha pedido una y otra vez el fin de la presencia militar estadounidense y las operaciones de la coalición. Según Al-Asad, de no haber sido por esta presencia ilegal, su país hubiera acabado con los terroristas más rápido.
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