Alemania no ve un futuro para Siria sin Al-Asad como presidente
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha subrayado que no ve el futuro próximo de Siria sin su presidente, Bashar al-Asad.
"En las negociaciones de paz sobre Siria no se habla de la próxima e inmediata destitución del presidente Al-Asad, sino que se negocia la creación de un Gobierno de transición eficaz que reúna a los representantes de las dos partes involucradas en el conflicto", ha afirmado este miércoles Steinmeier en una entrevista con el periódico germano Welt am Sonntag.
El funcionario alemán ha hecho estas declaraciones en respuesta a las demandas de los grupos de la llamada oposición siria y varios países regionales y occidentales para que el mandatario sirio abandone el cargo.
Además, ha indicado que ha contactado con Riad Hiyab, el coordinador del denominado Alto Comité de Negociaciones (HNC, en inglés), aliado de Arabia Saudí, para que su delegación retorne a la mesa de conversaciones de paz sobre Siria en Ginebra.
Steinmeier añade que Hiyab y el enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, llegarán el miércoles a Berlín para seguir las conversaciones encaminadas a encontrar una solución al conflicto sirio.
El pasado miércoles terminó otra ronda de negociaciones intersirias en la ciudad suiza de Ginebra, con la coincidencia de las partes en que el nuevo gobierno de transición de Damasco "puede incluir" a miembros de las autoridades actuales, así como a representantes de la oposición y diferentes personalidades.
Mientras Washington y sus aliados occidentales y regionales, como Arabia Saudí, insisten en la salida del mandatario sirio del poder como una condición para acabar con la crisis en Siria, Teherán y Moscú consideran que se debe priorizar la lucha contra el terrorismo y permitir a los sirios decidir de forma independiente sobre el futuro de su país.
Todos los esfuerzos que está realizando la comunidad internacional tienen como objetivo acabar con el derramamiento de sangre en Siria, donde han muerto más de 400.000 personas en más de cinco años de conflicto armado, de acuerdo con las últimas cifras divulgadas por las Naciones Unidas.
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