sábado, 26 de noviembre de 2016

México SA
EPN: cuatro años, ¿y?
¿Futuro promisorio?
Industria en el suelo
Carlos Fernández-Vega

Concluye el segundo tercio del gobierno peñanietista y, al igual que en el primero, deja muchísimo que desear, amén de que las promesas originales de bienestar y progreso sólo fueron a parar al de por sí grueso costal del incumplimiento. En materia económica y social prometieron todo, y en todo faltaron, desde el vertiginoso crecimiento económico que generarían las reformas estructurales que los mexicanos piden (EPN dixit) hasta el futuro promisorio (una de las frases célebres de Luis Videgaray) que los que sí saben gobernar vislumbraron para los habitantes de esta República de discursos.

A punto está de iniciarse el quinto año de gobierno –prácticamente el último efectivo, pues el sexto sólo es de grilla sucesoria– y ninguna posible mejoría se observa en el panorama nacional, ni los tamaños para enfrentar las no pocas vicisitudes que están a la vuelta de la esquina. De hecho, los nubarrones se tornan cada vez más densos y el gobierno más apático.

En vía de mientras, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que luego de conocer los resultados del tercer trimestre del año es de esperar que la tasa de crecimiento de la economía mexicana cierre 2016 en un nivel cercano a 2 por ciento, de tal suerte que para aspirar a una tasa más alta es necesaria la participación de un sector secundario más dinámico, que cuente con inversiones encaminadas hacia el fortalecimiento de las industrias nacionales. Las actividades terciarias por sí solas difícilmente conseguirán romper con el crecimiento inercial que la economía mexicana ha manifestado en los pasados 30 años. Es por esto que urge la recuperación de un motor de crecimiento que ha permanecido apagado durante los pasados dos años.

Con base en el más reciente informe del Inegi, los resultados del producto interno bruto (PIB) para el tercer trimestre del año en curso mostraron que el avance de la actividad económica nacional mantuvo un ritmo de crecimiento favorable (2 por ciento) gracias al desempeño de las actividades terciarias; en contraste, la desaceleración del sector secundario fue más profunda en comparación con lo acontecido durante el año pasado.

La Secretaría de Hacienda decidió no modificar su pronóstico de crecimiento para 2016, que va de un rango de entre 2.6 y 2 por ciento, a diferencia del Banco de México, que revisó sus proyecciones a la baja, al pasar de un estimado de entre 1.7 y 2.5 a un intervalo de 1.8 a 2.3. De esta forma, es de esperar que para finalizar 2016 la tasa de crecimiento económico de nuestro país se encuentre alrededor de 2 por ciento.

De manera similar a lo ocurrido en 2015, apunta el CIEN, las actividades terciarias compensaron la desaceleración que sufrió la producción industrial mexicana a lo largo del año, de tal forma que la economía del país logró mantener su ritmo de crecimiento, así sea bastante modesto. La dinámica del sector terciario ha sido similar a la exhibida el año pasado, ya que durante los primeros nueve meses del año su tasa de crecimiento fue de 3.4 por ciento, prácticamente la misma que se tenía en el mismo periodo de 2015. Sin embargo, un factor importante a destacar es la evolución del comercio, el principal motor de crecimiento de las actividades terciarias.

Sin embargo, desde principios de 2016 el ritmo de crecimiento del comercio ha sido menos vigoroso. Su tasa de crecimiento al final de 2015 fue de 4.7 por ciento, mientras en el periodo comprendido de enero a septiembre de 2016 acumuló un incremento anualizado de sólo 2.4. Aunque no se descarta la posibilidad de un aumento en la actividad comercial para el último trimestre de este año, su magnitud tendría que ser superior a 11 por ciento anual para poder registrar el mismo nivel de crecimiento con el que el comercio finalizó 2015. Básicamente, lo que ha compensado la moderación en la actividad comercial han sido los incrementos significativos en otras actividades, como los servicios financieros, los profesionales y los de esparcimiento.

Por otro lado, el CIEN explica que se ha intensificado la desaceleración en las actividades secundarias. En 2015 su tasa de crecimiento fue de uno por ciento, en tanto que para los primeros nueve meses de 2016 su variación es nula (cero por ciento) e incluso las cifras del tercer trimestre se ubicaron en terreno negativo (-0.8 en su comparativo anual). Sin duda la minería es la actividad menos favorecida debido a la crisis con la que ha estado lidiando los últimos años. Dicha condición económica todavía está lejos de llegar a su fin ya que el desempeño del sector minero en 2016 acumuló una caída de 5.3 hasta el final del tercer trimestre, situación más grave que la acontecida en 2015, año que finalizó con un retroceso de 4.6.

Al analizar detalladamente el comportamiento de las principales actividades económicas del país durante el tercer trimestre de 2016, se aprecia que la desaceleración en la actividad industrial nacional ha permeado en prácticamente todos los sectores que la conforman, con excepción de la generación de electricidad y suministro de agua, debido a que fue el único sector que presentó una tasa de crecimiento mayor a la de 2015. Por su parte, la tasa de variación de la construcción fue nula (cero por ciento), luego de que durante el mismo periodo de 2015 había registrado cifras favorables (3.3), mientras una situación similar se presentó en las manufacturas que exhibieron un desempeño inferior (1.2) en comparación con los resultados obtenidos el año pasado.

Lo anterior, señala el citado centro de investigación, se ve reflejado en el comportamiento de los ciclos de las actividades secundarias. Prácticamente todos presentan una trayectoria a la baja con excepción de la generación de electricidad, que muestra un comportamiento ligero al alza. Este escenario sugiere que la recuperación del sector secundario en el corto plazo luce complicada, de manera que es altamente probable que las actividades terciarias continúen impulsando el desempeño general de la economía mexicana.

Si bien estas últimas reportaron crecimiento en el tercer trimestre del presente año, lo cierto es que fue ligeramente inferior al observado durante el mismo periodo de 2015. Nueve de los 14 sectores que conforman las actividades terciarias alcanzaron una variación superior a la registrada durante el año pasado, pero destaca la significativa caída del comercio.

Las rebanadas del pastel

El dólar cerró semana financiera en 21.10 pesos.

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