México ante el maíz transgénico por demanda colectiva
Adelita San Vicente Tello*
Esta noticia ha circulado en nuestro país y por todo el mundo. La
alegría ha llenado el corazón de miles.
Desde la cuna de esta planta sagrada, las mujeres y los hombres del maíz
rechazamos la introducción de transgénicos en nuestro mayor patrimonio
biocultural y con ello le asestamos un golpe certero a las empresas semilleras
trasnacionales comandadas por Monsanto.
En México, desde hace más de una década, se libra una disputa por el maíz:
por una parte las poblaciones campesinas e indígenas que resumen en esta planta
su origen, vida y sobrevivencia, reivindican su derecho legítimo a reproducirla
libremente; a su lado, ciudadanos variopintos saben los riesgos de transgenizar
su alimento básico, así como del compromiso de conservarlo para generaciones
futuras. Frente a ellos se encuentra la avidez de la industria biotecnológica,
que intenta transformar a nuestra planta en una mercancía estratégica que les
garantice ganancias en los mercados agroindustriales globales.
Sin embargo, los transgénicos han corrompido para avanzar. El gobierno de
Calderón otorgó de manera ilegal permisos para siembra de maíz transgénico en
fase experimental y piloto, sobre los cuales se han ocultado los resultados.
Actualmente existen 79 nuevas solicitudes en trámite. La buena noticia es que
todas han sido congeladas por la autoridad judicial. El actual gobierno tiene la
disyuntiva entre defender la riqueza de los maíces nativos o
amarchantarsecomo burócrata de Monsanto.
La trascendencia de la noticia requiere explicar sus alcances y el camino a
seguir.
1. Las acciones colectivas son un nuevo instrumento con el que los mexicanos
contamos a partir de la reforma al artículo 17 constitucional de 2010, gracias a
la cual podemos interponer demandas sobre derechos colectivos. Actualmente la
ley secundaria abre la puerta para demandar en representación de colectividades
determinadas o indeterminadas.
2. Esta demanda de acción colectiva fue presentada el pasado 5 de julio por
un grupo de 53 personas, entre las cuales se encuentran expertos en el tema,
personalidades y 20 organizaciones de productores, indígenas, apicultores, de
derechos humanos, ambientalistas y consumidores.
3. La demanda solicita que tribunales judiciales declaren que los límites y
restricciones establecidos en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente
Modificados (LBOGM) son ineficientes, pues existe evidencia científica de
contaminación transgénica de maíces nativos en los estados de Oaxaca, Sinaloa,
Chihuahua, Veracruz y Guanajuato.
La ineficiencia de los límites y restricciones establecidos en la LBOGM ha
propiciado que se vulneren los siguientes derechos humanos: a un medio ambiente
sano, a la conservación, participación justa y equitativa, así como a la
utilización sostenible que garantice su acceso a generaciones futuras, de la
diversidad biológica de los maíces nativos; a una alimentación adecuada,
nutritiva, suficiente y de calidad; a derechos culturales y a la
salud.
4. Con la demanda se solicitó aplicar medida precautoria, la cual se concedió
por el juez federal décimo segundo de distrito en materia civil en el DF. Ordenó
a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (Sagarpa) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) abstenerse de realizar actividades tendientes a otorgar permisos de
liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado (GM), prescindir de
procedimientos para la liberación al ambiente de maíz GM y suspender el
otorgamiento de permisos de liberación experimental, piloto y comercial del
mismo.
La medida precautoria impide liberar maíces transgénicos en el campo
mexicano, en tanto se resuelve el juicio de acción colectiva.
5. El personal de las trasnacionales se niega a recibir las notificaciones,
lo que obliga a realizar una investigación judicial del domicilio. Esta actitud
no afecta la suspensión de los permisos, puesto que los obligados a abstenerce
de otorgar permisos son Sagarpa y Semarnat. Lo que obtienen las empresas es una
posicion muy cómoda, mientras el gobierno litiga por ellas.
6. El lunes 28 de octubre se notificó a la colectividad que el gobierno
federal apeló de la medida precautoria a través de la Sagarpa y de la Semarnat.
Estas apelaciones carecen de sustento jurídico, puesto que las dependencias
presentan argumentos legaloides que se dirigen a un mandato precautorio distinto
al ordenado por el juzgado.
Las autoridades federales parece que rehúyen debatir el fondo del asunto, en
condiciones de igualdad y bajo un procedimiento jurídico, cuando en la prensa
ambos secretarios han mencionado la importancia de un debate científico.
7. La experiencia nos demuestra que las acciones jurídicas requieren una
fuerte presión social para lograr su cometido. Por ello, convocamos a que todos
se sumen a una gran fiesta por nuestros maíces nativos en el Zócalo de la ciudad
de México para el próximo 30 de noviembre a las 12 del día, ahí mostraremos las
ricas propuestas y alternativas que tenemos para proveer de alimentos sanos a
todos los mexicanos, celebraremos, informaremos.
8. El milenario maíz habrá de abrirse paso. Las leyes actuales apenas
alcanzan a reconocerle su trascendencia muy anterior, y seguramente posterior, a
la promulgación de las propias leyes.
Hoy es el momento de hacer milpa uniéndonos y conjuntando nuestras
diversidades para apoyar la defensa de nuestra planta sagrada, del campo, los
campesinos y de todos los comedores cotidianos de maíz.
* Directora de la Fundación Semillas de Vida, AC
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