La CIDH puede admitir el caso e iniciar un proceso legal contra las
autoridades del país
Integrantes de la familia Guzmán Cruz cumplen 38 años
desaparecidos sin que el Estado investigue
Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
Viernes 28 de septiembre de 2012, p. 14
Viernes 28 de septiembre de 2012, p. 14
A 38 años de la desaparición de cinco integrantes de la familia
Guzmán Cruz, en el estado de Michoacán, el gobierno mexicano sigue sin emprender
ninguna investigación al respecto, por lo que la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) está en condiciones de admitir ya el caso e iniciar el
proceso legal para llamar a cuentas a las autoridades del país.
Así lo afirmaron los familiares de las víctimas e integrantes de diversas
organizaciones de la sociedad civil, quienes lamentaron la falta de acción del
Estado, y por tanto la persistencia de la impunidad en estos crímenes de lesa
humanidad.
En conferencia de prensa, Abdallán Guzmán Cruz recordó que entre 1974 y 1976,
agentes de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad detuvieron y
desaparecieron a sus hermanos Amafer, Armando, Solón Adenauer y Venustiano, así
como a su padre Jesús Guzmán Jiménez –originarios de la comunidad purépecha de
Tarejero–, acusados de pertenecer a grupos armados clandestinos.
Otro de los hermanos Guzmán, Alexander, fue detenido en 1971 en el estado de
Jalisco por agentes de seguridad, quienes lo torturaron de forma tan brutal que
le causaron daños sicológicos irreversibles, lamentó Abdallán, quien subrayó que
a pesar de todas las dificultades, seguirá buscando a sus familiares para
alcanzar justicia y verdad histórica.
Blanca Hernández, directora de la Fundación Diego Lucero, indicó por su parte
que 1974 fue uno de los años más aciagos en el tema de las desapariciones
forzadas, pues se calcula que entonces hubo entre mil 200 y mil 300 víctimas de
dicho fenómeno en todo el país, a quienes sólo se reportaba como
extraviados.
Luego de la
insuficienteactuación de la Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, la familia Guzmán decidió interponer, en octubre de 2006, una petición ante la CIDH para que dicho organismo analizara el caso.
Sin embargo, el gobierno mexicano obstaculizó ese trámite al afirmar apenas
el 27 de agosto pasado que no se han agotado todos los recursos legales
internos, pues las autoridades lanzaron en 2011 un programa mediante el cual
ofrecen dar a las víctimas una indemnización económica, realizar un acto de
reconocimiento de culpabilidad y brindar garantías de no repetición.
Aunque dichos elementos están en consonancia con la legislación
internacional, afirmó por su parte Andrés Díaz, coordinador del área jurídica
del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, dejan de lado el
acceso a la justicia y la verdad histórica.
Tomando en cuenta el
retraso injustificadode la procuración de justicia por parte del Estado mexicano, y sus respuestas vagas con respecto al caso de la familia Guzmán, es viable exigir que la CIDH admita ya la petición de hacerse cargo del caso, enfatizó.
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