“Te revisamos el Twitter”, fue la respuesta de la nueva directora de Radio Nacional en la Argentina, ante el reclamo de un grupo de periodistas despedidos de la radio, que exigían la continuidad de sus contratos y que alegan persecución ideológica.
La insólita explicación se produjo cuando los periodistas de Radio Nacional se acercaron, el primero de febrero, para continuar con su trabajo, en virtud de los contratos laborales firmados y vigentes desde el primero de febrero de 2016 hasta el primero de febrero de 2017. La nueva directora, Ana Gerschenson, nombrada por el gobierno de Mauricio Macri respondió a los periodistas, que le reclamaban haber sido despedidos por razones ideológicas, diciendo al periodista Jorge Halperin: “Jorge, te revisamos el Twitter”.
“Somos un grupo de periodistas que viene trabajando en la radio pública, que ha vivido uno de los momentos más brillantes de su historia porque está entre las radios más escuchadas, cosa que no sucedía con la radio pública, que era como la hermanita fea del sistema, y logramos colocarla en un punto de audición notable”, dijo a Sputnik Mundo Jorge Halperin.
Con la asunción de Macri, “decidieron que muchos de nosotros no podíamos continuar en la radio pública y lo hicieron con una persecución política e ideológica, por nuestra afinidad con el proyecto de inclusión que estuvo en la Argentina hasta diciembre del año pasado”, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Para Halperin, revisar las redes sociales “es propio de este gobierno, porque Macri tiene muchos antecedentes de espiar, no solo a través de las redes sociales. Tuvo un largo proceso por escuchas telefónicas ilegales”, recuerda el periodista.
Halperin señala que ha habido miles de despidos en el Estado. “Hablan de ñoquis, es decir personas que están en el Estado cobrando un sueldo sin trabajar, pero lo hacen sin haber auditado, despiden primero y después dicen que van a investigar. Hay un gobierno revanchista y eso se siente en los medios públicos”.
Para el conductor, el problema no solo es quedarse sin trabajo en enero, cuando la programación de las demás radios ya está definida, sino el daño adicional de “difamarnos y decir que ganábamos sueldos fabulosos, cosa que es falsa, y acusarnos de un discurso fanático”. “Es como si te victimizaran dos veces: primero te echan y luego le dicen al mercado de trabajo ‘ojo con esta gente’”.
“Es la primera vez en la cual, además de despedirme, me persiguen políticamente”, concluye.
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