Informe aportado por sobrevivientes revela características mafiosas de la
Operación Cóndor en los 70
Entregan más pruebas de
acciones criminales conjuntasentre Argentina, Chile y Uruguay
Detienen a 4 policías por la Noche del Apagón, cuando fueron secuestradas 400
personas en 1976
Stella Calloni
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 14 de mayo de 2012, p. 24
Lunes 14 de mayo de 2012, p. 24
Buenos Aires, 13 de mayo. Más pruebas del
accionar conjunto de por lo menos tres países como Argentina, Uruguay y Chile,
en lo que se consideran los antecedentes inmediatos de la Operación
Cóndor, la coordinadora de las dictaduras del Cono Sur, creada en noviembre
de 1975 en Chile, fueron entregadas por un grupo de uruguayos sobrevivientes a
los jueces que investigan los principales responsables de estas accione
criminales.
Un documento firmado por el ex comisario Alberto Baldomero Obregón, de la
policía federal argentina, en la jefatura de asuntos extranjeros, demuestra no
sólo el involucramiento de sectores de esa institución en los acuerdos
bilaterales, que precedieron a la Operación Cóndor y que se juzgan como
parte de la misma, sino también las características mafiosas de esta acción
contrainsurgente. Obregón solicitaba que se le pagara a 44 hombres de su equipo,
un premio por su trabajo, tal como denunciaron algunos de los uruguayos que
entregaron documentación al juez Norberto Oyarbide,
De acuerdo al informe Obregón consideraba que las tareas realizadas en
Argentina -donde desde 1973 se registran entregas bilaterales de personas
secuestradas aquí, como fue el caso de varios brasileños y uruguayos- merecían
un
premiopor haber permitido controlar a las organizaciones
subversivastanto locales como extranjeras.
De acuerdo a nuevos datos que se van obteniendo este accionar de los años
73-74-75 antes de noviembre de este último año, fue precisamente lo que
determinó la reunión conjunta citada por el general Manuel Contreras jefe de la
Dirección Nacional de Inteligencia, policía política de la dictadura chilena,
donde se firmó el programa de acción de la que desde un principio se llamó
Operación Cóndor.
Precisamente fue para supuestamente combatir ·la unidad de las organizaciones
revolucionarias de los países del Cono Sur,”que decidieron la
internacionalización” de sus acciones represivas.
En esta documentación a la que hay que agregar casos como el asesinato del
general chileno Carlos Prats y su esposa Sofía, en septiembre de 1974, en esta
capital y que ya fue juzgado aquí, se suman la entrega de brasileños
secuestrados aquí y entregados a su país, donde están desaparecidos, militantes
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno y de 76 uruguayos de la
Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales, así como del Movimiento de
Liberación Nacional Tupamaros y de otras organizaciones, muchos de los cuáles
fueron secuestrados en provincias del interior, como resulta de la
investigaciones que figuran en el Informe de Madres y familiares de uruguayos
detenidos desaparecidos.
Se conoce de los trabajos conjuntos de Argentina y Chile, y especialmente por
el caso Prats a lo largo de 1974 y 1975, cuando la Operación Colombo,
que ideó el dictador Augusto Pinochet para intentar justificar la desaparición
de 119 chilenos, contando con la colaboración de sectores de la inteligencia del
Estado y del ejército argentino, durante el gobierno de Estela Martínez de
Perón.
Pero también figuran los datos de integrantes del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria secuestrados y de más uruguayos, todo lo cuál lleva a Obregón a
pedir una recompensa para sus hombres. Allí queda demostrada plenamente la
coordinación que precedió a Cóndor, aceitando el camino de la acción
criminal.
Cada entrega de documentos permite mayores avances en un momento histórico
para los juicios.
El ingenio Ledesma
Otro caso donde la justicia tardó pero llegó es el del Ingenio
Ledesma, de trágica historia para trabajadores que fueron víctimas de una
explotación feudal en su momento y donde se podrán comprobar no sólo los
crímenes cometidos durante la última dictadura especialmente en la llamada Noche
del Apagón, cuando durante siete día fueron secuestradas unas 400 personas, de
las cuáles más de 30 están desaparecidas. Hay muchas denuncias anteriores y
posteriores contra Ledesma cuyo dueño Carlos Pedro Blaquier, intocable hasta
ahora, deberá declarar ante la justicia el próximo 17 de mayo.
En las últimas horas se conoció que Blaquier habría ordenado una
limpiezade documentos ante los allanamientos que se han practicado en sus oficinas y casas y el abogado querellante Pablo Pelazzo, confirmó que los detenidos hasta ahora en esta causa son los policías Pedro Frías, Virgilio Chofi, José Américo Lezcano y el ex comisario Carlos Cachambe, quienes presentaron a declarar en el juzgado federal Nº 2 en Jujuy por su participación en la Noche del Apagón. .
En los documentos hallados en oficinas de la empresa se encontraron legajos
de trabajadores desaparecidos, pero también un informe que da cuenta de un
seguimiento minucioso en una marcha realizada en Jujuy en 2005, donde figuran
entre
los espiadosel premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. Nora Cortiñas, Marta Vázquez, Taty Almeida, María Adela Antokolets, de Madres fundadoras de Plaza de Mayo, Antonia Segarra, de Abuelas de Plaza de Mayo y también el ya fallecido ex secretario de Derechos Humanos de la nación Eduardo Luis Duhalde, el abogado Rodolfo Mattarolo, el actual diputado Martín Sabatella, el periodista Luis Brucshtein, entre otros.
Asimismo informes de inteligencia sobre trabajadores y representantes de
organismos humanitarios del lugar con direcciones de familiares, y datos, que
violan todas las normas actuales y para lo cuál se contrataron los servicios de
una empresa extranjera. El caso Ledesma, así como el juicio a los asesinados en
la base de Trelew de la marina en 1972, demuestran que la mano de la justicia
está llegando para todos los tiempos de dictaduras y que cada día se comprueban
más complciidades civiles, religiosas y de jueces, que traicionaron sus
juramentos.
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