La
mayoría de los gatos son portadores del parásito Toxoplasma gondii, que
habita en el cerebro y no crea síntomas en la mayoría de las personas
que se infectan, si bien en casos agudos de toxoplasmosis pueden ser
peligrosos.
Los
investigadores del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca)
descubrieron que el parásito es mucho más peligroso de lo esperado,
puesto que, al penetrar en el cuerpo humano, aumenta el riesgo de
esquizofrenia en un 50%, informa Science Alert.
En el estudio a gran escala participaron unos 80.000 voluntarios, de los que 2.500 sufrían trastornos mentales. Según las pruebas, algunos de ellos tenían Toxoplasma gondii en el organismo. Aunque la relación entre la esquizofrenia y el parásito ya la habían establecido estudios anteriores, la nueva investigación ha tomado en cuenta que la infección en humanos aparecía en el cuerpo antes de que los médicos diagnosticaran esquizofrenia, por lo que la relación entre la enfermedad mental y la infección por Toxoplasma gondii se hizo aún más obvia.
Generalmente se cree que los adultos sanos no están en riesgo de contraer infecciones por Toxoplasma gondii, pero los niños o las personas con sistemas inmunológicos suprimidos sí lo están.
Las mujeres embarazadas también deben tener cuidado, ya que el parásito puede causar anormalidades fetales o incluso un aborto espontáneo.
Para
minimizar la exposición a la toxoplasmosis, los autores del artículo
recomiendan siempre cocinar bien los alimentos a temperaturas seguras,
lavar bien las frutas y verduras, usar guantes para trabajar en el
jardín y tener mucho cuidado con los excrementos de los gatos.
Un estudio del 2017 demostró
el Toxoplasma gondii provoca cambios en las conexiones neuronales,
características de enfermedades como Alzheimer, Parkinson, epilepsia y
varios tipos de cáncer.
Mientras tanto, un estudio publicado en julio de 2018 aseguraba que el Toxoplasma gondii podría estimular a forjar una actitud emprendedora. Además, una investigación del 2016 reveló que el parásito es capaz de destruir tumores en el ovario.
En el estudio a gran escala participaron unos 80.000 voluntarios, de los que 2.500 sufrían trastornos mentales. Según las pruebas, algunos de ellos tenían Toxoplasma gondii en el organismo. Aunque la relación entre la esquizofrenia y el parásito ya la habían establecido estudios anteriores, la nueva investigación ha tomado en cuenta que la infección en humanos aparecía en el cuerpo antes de que los médicos diagnosticaran esquizofrenia, por lo que la relación entre la enfermedad mental y la infección por Toxoplasma gondii se hizo aún más obvia.
Generalmente se cree que los adultos sanos no están en riesgo de contraer infecciones por Toxoplasma gondii, pero los niños o las personas con sistemas inmunológicos suprimidos sí lo están.
Las mujeres embarazadas también deben tener cuidado, ya que el parásito puede causar anormalidades fetales o incluso un aborto espontáneo.
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