Se sabe claramente la importancia que tienen las Islas Malvinas para el Reino Unido, tanto geopolítica y estratégicamente, como en lo referente a los recursos naturales, dada su interesante zona hidrocarburífera y de pesca.
Hemos atravesado un año cargado de noticias respecto a Malvinas y el actual gobierno Argentino de Mauricio Macri prefiere esquivar cualquier tipo de reclamo.
Postura del Gobierno Argentino
Hace poco tiempo, el presidente Mauricio Macri cometió lo que medios nacionales e internacionales señalaron como "un papelón", al instalar la idea de que había quedado abierta la posibilidad de un diálogo argentino-británico por la soberanía de las Islas Malvinas, a partir del contacto que él había mantenido en Nueva York con la primer ministra británica, Theresa May. Dicha posibilidad nunca existió y la primer ministra se encargó de desmentirlo.
Finalmente, la postura del primer mandatario argentino quedó clara cuando, en la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU), omitió hablar del tema y sí se refirió, en cambio, al ¨terrorismo, los refugiados y el problema del cambio climático¨. Dejó así en evidencia una enorme ignorancia sobre la diplomacia internacional y, en particular, sobre la cuestión Malvinas.
Por otro lado, dos empresas petroleras británicas, Rockhopper y Falkland Oil & Gas, confirmaron, tras concluir una fase de exploraciones, haber encontrado una importante columna de crudo de más de 480 metros en el entorno de las disputadas islas Malvinas. Sorprendentemente, el gobierno Argentino, en vez de reclamar el derecho por esta zona y sus recursos naturales, explicó, mediante la Canciller Malcorra, que la intención era ¨asociarse con estas empresas para que nos den algo de participación en el negocio¨. Esta actitud de nuestro aparato político resulta sumamente repudiable. Si uno se asocia con un ladrón, pasa automáticamente a avalar el robo y se convierte en cómplice del mismo. Sin mencionar que, lo antes expuesto, raya la traición a la patria.
Accionar del Gobierno Británico
Fuerzas armadas británicas de la Base Militar de Monte Agradable de las Islas Malvinas iniciaron maniobras militares con sistemas misilísticos durante la semana del 19 al 28 de octubre de 2016. Las mismas fueron desarrolladas dentro del espacio marítimo comprendido entre el meridiano 20 W y las costas argentinas. Esta determinación del Reino Unido viola el artículo 3 de la Resolución 41/11 de la ONU, que creó la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur. En la misma se “exhorta a todos los Estados de todas las demás regiones, en especial a los Estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región, la no introducción de armas nucleares o de otras armas de destrucción masiva y la no extensión a la región de rivalidades y conflictos que le sean ajenos". La misma ONU, en el 2016, aprobó la ampliación de nuestra plataforma continental, incluyendo a las Malvinas y generando un cambio rotundo de política nacional respecto al reclamo soberano.
¿Quién es Malcorra?
Ahora bien, es importante conocer quién es, desde el gobierno Argentino, la persona que lleva adelante la relación con el Reino Unido, la Canciller Susana Malcorra. Es una ciudadana con doble nacionalidad, Argentina y española. Su residencia física, hasta ser nombrada canciller, era España. Lo que muchos Argentinos hoy se preguntan, entonces, es por qué no es Canciller de España y, en vez de regalar derechos soberanos Argentinos, regala el estrecho de Gibraltar, por ejemplo. Las actitudes de la Canciller sobre lo que concierne a nuestras islas toman más sentido aún cuando nos enteramos de que su marido confesó abiertamente ser empleado del servicio de inteligencia de Inglaterra desde Europa.
Defendamos nuestra soberanía
Las Malvinas y nuestra soberanía sobre ellas se encuentran en lo mas profundo de nuestros corazones argentinos. Este sentido de pertenencia se fue construyendo a través de los años y se encuentra sustentado por el dolor de nuestros caídos, de la memoria y de la democracia. No debemos permitir, entonces, que un gobierno como el actual nos haga tambalear en nuestros reclamos. Todo lo contrario, debemos cuidar lo ya logrado -que no es poco- como el apoyo de toda la comunidad internacional para promover el diálogo con el Reino Unido. No solo el Mercosur, Unasur y la CELAC, sino también todos los países africanos y, por supuesto, los latinoamericanos, el G77, China y Rusia, reconocieron, en una cumbre en Guinea Ecuatorial, la soberanía Argentina sobre nuestras Islas Malvinas. Hagamos valer ese reconocimiento. Es el momento de estar más unidos que nunca, de trabajar política y diplomáticamente en reconstruir el dialogo y generar consensos y puntos de encuentro para avanzar en este tema.
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