En los años treinta, en el marco del Plan General de Reconstrucción de Moscú, casi una decena de edificios fueron trasladados con el fin de ensanchar algunas de las calles más importantes de la capital de Rusia. Desde entonces y hasta la actualidad, más de 70 edificios moscovitas han tenido el mismo destino. Esta es la historia de algunos de ellos.
El primer proyecto, toda una aventura
En 1937, los ingenieros soviéticos se dieron a la tarea de mover un edificio habitable ubicado en el centro de Moscú, con el fin de permitir la expansión de uno de los puentes de la ciudad. El edificio en cuestión tenía forma de 'L' y una de sus alas se encontraba en el lugar por donde debían pasar las entradas y salidas al puente.
Dado que el edificio era relativamente joven (del año 1929), las autoridades tomaron la decisión de "dividirlo" en dos partes y mover una de ellas, girándola al mismo tiempo 19 grados.
El trabajo era complicado, ya que el edificio se encontraba sobre una región cenagosa, que ya había dado problemas durante la construcción. La operación era muy peligrosa, e incluso fue considerada por muchos como una aventura.
Sin embargo, el traslado fue un éxito. Vale la pena resaltar que durante el procedimiento, los habitantes del edificio no fueron evacuados y los sistemas no fueron desconectados: el agua, la electricidad, el gas, la canalización y el teléfono seguían funcionando.
Dos metros sobre tierra
También en 1937, fue trasladado un edificio en la calle Serafimovicha, para permitir la expansión de otro puente de la ciudad.
En este caso, el edificio debía ser reubicado horizontalmente y levantado dos metros. El proyecto fue todo un éxito, y al igual que en el primer proyecto, los habitantes no fueron evacuados durante el traslado.
Todo un récord
Uno de los proyectos más complicados fue el traslado de Savvinskoye Podvorie, uno de los edificios más hermosos y significativos de la calle Tvserkaya, una de las principales de Moscú.
© SPUTNIK/ EMANUEL EVZERIKHIN
El traslado de Savvinskoye Podvorie
El edificio, creado en 1907 y que combina elementos de modernismo y barroco, se encontraba en un lugar "molesto" a la hora de reconstruir la ciudad. Por eso, se tomó la decisión de trasladarlo.
La preparación para el proyecto duró 4 meses, pero, sorprendentemente, el proceso de mover el edificio tomó tan solo una noche. Según la leyenda, el edificio fue trasladado con tal sutileza, que los habitantes se dieron cuenta del cambio únicamente en la mañana, al salir de sus hogares. Incluso se dice que una pequeña torre de cubos, construida por un niño la noche anterior, sobrevivió al traslado del edificio sin caerse.
Así, el edificio de 23 toneladas de peso se convirtió en uno de los edificios más pesados en haber cambiado de lugar en la historia de Europa.
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