lunes, 27 de febrero de 2017

  • Benyamin Netanyahu, primer ministro del régimen israelí, se reúne con la canciller de Australia, Julie Bishop, en Sídney, 26 de febrero de 2017.

    Benyamin Netanyahu, primer ministro del régimen israelí, se reúne con la canciller de Australia, Julie Bishop, en Sídney, 26 de febrero de 2017.

El primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, trató como siempre de ‎convertir a Irán en un peligro para el mundo.‎
En una entrevista concedida a la página Web australiana Day Australia, publicada este lunes, expresó una vez más su rechazo al Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en inglés), suscrito entre Teherán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), alegando curiosamente que el programa nuclear de Irán podría ser una amenaza tanto para el Oriente Medio como para Australia.
Nos preguntamos con qué catadura moral se atrevió Netanyahu a considerar a Irán una amenaza, teniendo en cuenta el arsenal atómico del régimen sionista que, de hecho, cuenta con más de 200 ojivas nucleares y que Israel se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) y no permite inspecciones a sus instalaciones nucleares.
Con la misma falta de lógica, arremetió contra el expresidente de EE.UU. Barack Obama por firmar el acuerdo nuclear con Irán y expresó su esperanza de que el nuevo mandatario estadounidense, Donald Trump, tome medidas más restrictivas contra Teherán.

“Si no se puede cambiar este acuerdo, hay que suspenderlo”, dijo Netanyahu.
El titular israelí inopinadamente negó la idea de que la expansión de los asentamientos ilegales en Cisjordania provoque el aumento de los conflictos e insistió en que la construcción de las colonias no es la cuestión principal y que se puede resolver el tema, sin mencionar cómo.   
De igual forma, se mostró optimista sobre restablecer la paz entre el régimen de Israel y los países árabes vecinos de Palestina.
Netanyahu se reunió el domingo en Australia con la canciller del país oceánico, Julie Bishop. Los medios locales afirman que ambas partes hablaron sobre Irán, entre otros asuntos.
La visita de Netanyahu ha provocado numerosas manifestaciones en diferentes ciudades como Sídney, Melbourne y Canberra en protesta a sus políticas anti-Palestina.‎ Los manifestantes han criticado también al Gobierno por recibir al primer ministro de Israel.
El parlamento israelí aprobó el 6 de febrero una controvertida ley que legaliza decenas de colonias construidas en territorios privados de la Cisjordania ocupada. De acuerdo con la ONG Paz Ahora, la ley legaliza unas 3800 viviendas israelíes levantadas en unos 53 asentamientos, por lo que se expropiarán unas 800 hectáreas de tierras palestinas.
msm/nii/

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