México SA
BdeM: tasas y efectos
Crecimiento en vilo
Deuda, ahorro, crédito
Carlos Fernández-Vega
Entre sus últimas decisiones de 2016, la Junta de Gobierno del Banco de México aumentó –por quinta ocasión en el año– la tasa de interés de referencia para finalmente llevarla a un nivel similar al de siete años atrás (5.75 por ciento), en plena sacudida por el catarrito. Dicha alza fue de medio punto porcentual, y la intención del instituto central es, según su propia explicación, contrarrestar presiones inflacionarias adicionales y reforzar la contribución de la política monetaria.
Aún es temprano para medir el resultado de tal medida, pero los analistas de Consultores Internacionales presentan un resumen de los sectores que serán tocados (algunos para bien, otros para mal) por la más reciente decisión de la junta de gobierno del Banco de México. De sus conclusiones se toman los siguientes pasajes. Va, pues.
En días recientes, el Banco de México (BdeM) aumentó su tasa de interés de referencia (TIIE), la cual pasó de 5.25 a 5.75 por ciento. La medida que tomó el instituto central fue para fortalecer los fundamentos macroeconómicos de nuestro país, principalmente controlar la presiones inflacionarias provocadas por la volatilidad cambiaria, en un entorno de incertidumbre sobre los efectos de la política comercial entre México y Estados Unidos.
El alza a la tasa del BdeM se presentó un día después de que la Reserva Federal de Estados Unidos decidiera, 10 días atrás, aumentar 0.25 por ciento su tasa de referencia, dejándola en un rango de 0.50 a 0.75 por ciento. Además, se espera que para el siguiente año la Fed realice tres aumentos más a su tasa de referencia, continuando su proceso de normalización monetaria.
En México esta es la quinta alza en las tasas de interés en 2016 y la sexta a partir de que la Reserva Federal decidiera, en diciembre de 2015, iniciar un proceso de normalización, poniendo fin a más de una década de estímulos monetarios a la economía. Entre junio de 2014 a diciembre de 2015, la tasa objetivo del BdeM aumentó 2.75 puntos porcentuales, o como se suele decir en el argot financiero 275 puntos base.
¿Qué implicaciones tendrán este y los futuros incrementos de las tasas de interés en México? A continuación describimos algunos impactos en siete variables económicas en las que consideramos podría reflejarse este aumento:
Inversión: el aumento de tasas implica un mayor costo financiero empresarial en la adquisición de maquinaria, equipo y construcción, lo que podría significar una menor inversión el próximo año, siempre y cuando los flujos de efectivo generados por los proyectos no compensen el mayor costo financiero.
Ahorro: tendrá un efecto benéfico sobre el ahorro y los ahorradores, que durante varios años han recibido tasas de interés reales muy bajas o incluso negativas. Al cierre de noviembre de 2016, el costo porcentual promedio fue de 3.7 por ciento, mientras que la inflación fue de 3.31 por ciento, lo que significa un rendimiento real de sólo 0.4 por ciento. Con el actual incremento y, suponiendo que en 2017 se eleve un punto porcentual más la tasa objetivo, el rendimiento real sería casi de 2 por ciento.
Crédito: en cuanto a las tarjetas de crédito, el impacto es relativamente pequeño. Supongamos que actualmente se paga 30 por ciento de interés en una tarjeta de crédito, a partir de diciembre pagaría 30.5 por ciento, que representa una variación de 1.6 por ciento. En los créditos pactados a tasa fija, como los inmobiliarios y automotrices, el efecto del alza se verá reflejado en el mediano plazo.
Deuda: representa un problema, pues impacta aumentando el costo del financiamiento de la nueva deuda, que implica que una mayor parte de los presupuestos gubernamentales, así como del gobierno federal, tendrán que destinarse a pagar sólo los intereses de la misma. Hasta octubre de 2016, el pago de la deuda interna y externa (esta última pactada en dólares), representó 7.7 por ciento de los ingresos presupuestarios totales. El próximo año, de continuar una tendencia alcista de tasas y persistir una depreciación del tipo de cambio, el pago de deuda podría irse hasta 10 por ciento de los ingresos presupuestarios, lo que sin duda es un peligro para las finanzas públicas.
Tipo de cambio: durante 2016 el tipo de cambio se depreció 18 por ciento, a pesar de que se realizaron cinco incrementos de tasas internas en el año. Por lo tanto, el aumento de interés, más que implicar una apreciación significativa del tipo de cambio, ayudará a mantener el orden en los mercados financieros.
Inflación: contribuirá a aminorar las presiones inflacionarias que se generan por el traspaso del tipo de cambio a los precios domésticos; sin embargo, dado que no se espera una apreciación significativa y que en 2017 continuarán los incrementos en los precios de algunos energéticos, el próximo año esperamos una inflación mayor, superando 4 por ciento.
Crecimiento: evidentemente el impacto sobre la inversión implica un efecto recesivo, aunque moderado. Los mayores riesgos para el crecimiento en 2017 podrían provenir del exterior, debido a la incertidumbre en el sector productivo por la renegociación del TLCAN.
La conclusión, anota Consultores Internacionales, es que el alza de tasas de interés tendrá efectos benéficos sobre algunas variables macroeconómicas, pero en otros casos implica un riesgo. Ahora bien, no debemos soslayar que la tasa de interés es solo uno de los instrumentos de política económica que tiene el gobierno para controlar el rumbo de la economía; existen otros mecanismos no monetarios como la política industrial, fiscal y comercial, que también entran en juego en esta ecuación.
En este sentido, concluye que la intervención del Banco de México fue oportuna para preservar el orden interno ante un panorama externo complejo y de incertidumbre. El 2017 se vislumbra como un año de retos para nuestra economía, que deberá transformar sus amenazas provenientes del exterior en oportunidades. Para romper la piñata de la incertidumbre, sin duda, será necesaria la participación conjunta de gobierno, empresas, bancos, cámaras y ciudadanos en torno a una estrategia conjunta de desarrollo.
Las rebanadas del pastel
Ayer el billete verde se vendió hasta en 21.20 micropesitos, mientras que el barril mexicano de exportación se cotizó a 44.69 dólares, precio 62 por ciento mayor al registrado en la misma fecha, pero de 2015… El autor de estas líneas se toma unos días de descanso. Nos rencontramos el martes 3 de enero de 2017, no sin antes desearles felices fiestas y –en la medida de lo posible– un excelente Año Nuevo. Un abrazo para todos y ¡salud!
Twitter: @cafevega
cfvmexico_sa@hotmail.com
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