sábado, 24 de diciembre de 2016

  • El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebra una conferencia de prensa de fin de año en la Casa Blanca en Washington, DC, 16 de diciembre de 2016.

    El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebra una conferencia de prensa de fin de año en la Casa Blanca en Washington, DC, 16 de diciembre de 2016.

La Administración saliente de EE.UU. estaría dispuesta a ayudar al mismo diablo en Siria con tal de expulsar a Bashar al-Asad, el presidente sirio.
“Durante mucho tiempo se ha observado que la actual Administración de Washington, en su búsqueda de un cambio de poder en Siria, está dispuesta a ayudar a todas las fuerzas destructivas”, según refleja un comunicado de la Cancillería rusa divulgado este sábado.
La nota rusa precisa que el Gobierno de Barack Obama, presidente saliente de EE.UU., en su afán por derrocar a Al-Asad, no escatima esfuerzos a tal efecto y en consecuencia protege al grupo terrorista Frente Fath al-Sham (antiguo Frente Al-Nusra) que, a su vez, es una filial de Al-Qaeda.
Asimismo, el documento señala que Washington trata de “castigar” a Moscú por el apoyo que brinda al Gobierno sirio en la lucha contra el terrorismo, circunstancia por sí misma “que amenaza no solo a Siria sino a todo el mundo”.
Probablemente en la Casa Blanca se olvidaron de que, según las leyes de EE.UU., la inducción al terrorismo es un delito penal grave”, subraya la misiva.

Esta declaración ministerial es una respuesta a las nuevas sanciones contra Rusia impuestas por la Administración de Obama en medio de los sangrientos atentados en Ankara, la capital turca y Berlín, capital alemana.
En este contexto, los rusos achacan a EE.UU. que en estos momentos, en vez de ser consciente de la amenaza terrorista, con esta nueva actitud contra Rusia, lo único que demuestra es que Washington ha perdido del todo el sentido de la realidad.
Desde el comienzo del conflicto sirio, Barack Obama insistió en que Al-Asad había perdido toda legitimidad al frente de Siria por cómo había afrontado la situación de su país y por ello debía abandonar el poder.
El Ejército sirio, con la asistencia de Rusia, pudo por fin el pasado 13 de diciembre recuperar por completo la ciudad de Alepo, durante varios años bastión principal de los grupos armados en el noroeste de Siria.
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