Arizmendi: los asesinos materiales andan libres y son un peligro
Una vergüenza que aún no haya justicia por la matanza de Acteal
El obispo Raúl Vera participó en Chenalhó en la misa para recordar la matanza de Acteal
Foto Moysés Zúñiga
Elio Henríquez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 23 de diciembre de 2014
Martes 23 de diciembre de 2014
San Cristóbal de las Casas, Chis.
A 17 años de la matanza de Acteal,
es una vergüenza que ya casi todos los encarcelados por este crimen hayan sido absueltos sólo porque hubo deficiencias jurídicas en su proceso penal, no porque sean inocentes, manifestó el obispo de esta ciudad, Felipe Arizmendi Esquivel, al oficiar en esa comunidad del municipio de Chenalhó una misa para recordar el asesinato de 45 indígenas tzotziles.
El prelado señaló que no se ha hecho justicia, y “aunque después de tantos años de pedirla y no ser escuchados, nos viene la tentación del cansancio y del desaliento, todos seguiremos pidiendo y exigiendo justicia, no podemos resignarnos pasivamente al silencio.
Nos preocupa hondamente que los asesinos materiales anden libres, porque son un peligro constante para la comunidad, pero nos duele igualmente la división interna en esta comunidad de Acteal, expresó durante la ceremonia religiosa.
Sin embargo, subrayó, Acteal no es el único caso de injusticia.
Recientemente hemos sufrido por los estudiantes de Ayotzinapa, cuyo paradero seguimos exigiendo que se aclare; de igual modo, hace años fueron desaparecidos y asesinados 72 migrantes centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas, expuso.
En México
suceden diariamente muchas otras muertes e injusticias, algunas de las cuales pasan desapercibidas; como que nos vamos acostumbrando a la indiferencia ante el sufrimiento de los pobres. Nos duele reconocer que en nuestra patria hay corazones perversos, corruptos, asesinos, falsos, mentirosos, desalmados, sin respeto humano a sus semejantes, afirmó.
Agregó:
y esto no sólo en las mismas instituciones de poder, sino también en las comunidades, en las organizaciones y en las familias, y no podemos presumir que en nuestra Iglesia todo sea santo y puro; hay pecados que nos avergüenzan.
A Acteal acudió una delegación integrada por 14 personas, entre padres, familiares y estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero,
para compartir e informar un poco lo que estamos viviendo, lo que nos pasó y quiénes fueron los que asesinaron a nuestros hijos y los desaparecieron, dijo Melitón Ortega, padre de uno de los desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado.
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