martes, 23 de diciembre de 2014

Flores de la Nochebuena

La Flor de Nochebuena, una tradición mexicana para la Navidad del mundo

© Foto: Víctor Flores García
Ensayos
(actualizada a las 04:22 23.12.2014)
Víctor Flores García
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México ha ofrecido al mundo un emblema de la Navidad cristiana, desde sus campos del altiplano central del país: las flores de la Nochebuena, una estrella vegetal color rojo intenso entre follaje verde.
Es la Cuetlaxóchitl de los antiguos mexicanos, o Flor Que Marchita en lengua aborigen náhuatl, según la leyenda que ha sobrevivido de generación en generación.
Para las tribus aztecas que dominaban México a la llegada de los españoles en el siglo XVI, la flor de color rojo intenso simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas.
La pista arqueológica de aquellos sacrificios están en una deidad que tiene un plato de piedra entre sus manos, heredada de los antiguos Toltecas, que ya se habían extinguido en aquellos tiempos de la conquista: el Chac Mool sedente.
Un culto prehispánico mezclado con el cristianismo
La primera mención al uso de esta flor de rojos luminosos está en el Códice Florentino, llamado así por encontrase en la Biblioteca de Florencia la versión enviada al Papa en 1580 por los primeros evangelizadores de América.
Aquel texto escrito en el siglo XVI fue originalmente descrito en una lengua occidental como una flor medicinal para "las mujeres que tienen poca leche" al amantar.
"Las hojas aumentan la leche a las nodrizas, aún a las ancianas, sea que las coman crudas o cocidas, o que laman el látex que mana de ellas", dice el manuscrito.
Esa referencia a la que luego sería llamada Flor de Nochebuena está en el texto redactado en lengua náhuatl, junto con una versión al castellano resumida de los textos que el evangelizador español Fray Bernardino de Sahagún recogió de sus informantes indígenas mexicanos.
Las espléndidas hojas estrelladas verde oscuro con bordes dentados tornan sus hojas superiores al color rojo hacia el mes de diciembre.
Flores de la Nochebuena del color rojo
© Foto: Víctor Flores García
Flores de la Nochebuena del color rojo
Esa especie ahora ha sido reproducida en colores amarillo, blanco y marmoleados, pero la producción es en un 80 por ciento en rojo sangre intenso.
Una flor para la imaginación ritual
En los registros de la época colonial mexicana se lee que los españoles que llegaron a América, la bautizaron como Flor de la Nochebuena, por el profuso florecimiento de los arbustos de tronco delgado en lo días de diciembre, en el invierno boreal.
En el siglo XVII, los evangelizadores jesuitas, franciscanos y dominicos ataron la tradición indígena del cultivo de esas flores a las fiestas de la Natividad cristiana, para unir la tradición aborigen a los cultos cristianos.
Los españoles observaron que los indígenas las utilizaban contra erupciones en la boca, llagas e infecciones cutáneas, o hinchazones por picadura de gusanos.
La medicina tradicional aún la utiliza hirviendo y moliendo las hojas para aliviar las heridas, inflamaciones y los golpes, mezcladas con limón en compresas sobre la piel.
Los libros de historia botánica mexicana ligadas al comercio relatan que la flor fue descubierta –"oficialmente"- en México en 1834, y que además de sus usos rituales sacrificiales eran símbolo de pureza y vida nueva de los guerreros, ofrendados al Sol para la renovación espiritual.
En el siglo XIX, la Sociedad Mexicana de Historia Natural la registra como una flor medicinal para algunas enfermedades de la piel.
Y en el Siglo XX, la Sociedad Farmacéutica de México la utiliza como depilatoria, recomendada para padecimientos cutáneos, malestares femeninos y en procesos inflamatorios.
Desde México, el uso navideño de la flor se ha extendido como "Estella de Navidad, Etella de Natale o Poinsettia", nutriendo la tradición occidental anglosajona.
Flores de la Nochebuena
© Foto: Víctor Flores García
Flores de la Nochebuena
Hay un registro anglosajón protestante fechado en 1828, según el cual, el médico, botánico y embajador de EEUU en México, Joel Robert Poinsett, se llevó los primeros ejemplares a su país.
Su uso se extendió en EEUU hasta que en 1909 la familia Ecke la comenzó a comercializar en California.
Ha sido bautizada como Euphorbia pulcherrima, o Flor de la Pastora en Centroamérica, Pascuero, Nochebuena, Flor de Pascua, Estrella Federal para los argentinos, o Poinsettia en EEUU.
Pero el hábitat natural de las flores rojas está en las colinas agrestes de la región histórica y cultural de Mesoamérica, sobre todo el sureste de México y en el vecino Guatemala.
El encuentro de la tradición y el comercio
El valor de la producción de las 40 millones de plantas de Nochebuena que se cultivan cada año en México en 2014, rondan los 1.000 millones de pesos (unos 70 millones de dólares al devaluado cambio actual), según organismos de los productores.
Ahora se cultivan 40 variedades que provienen de material genético mejorado de importación de Holanda, Alemania y EEUU para el Festival de la Nochebuena 2014, como las Freedom, Subdiji, Joy Pink, White Red Angel y Festiva.
  • Producción de plantas de Nochebuena
    Producción de plantas de Nochebuena
    © Foto: Víctor Flores García
  • Producción de plantas de Nochebuena
    Producción de plantas de Nochebuena
    © Foto: Víctor Flores García
  • Producción de plantas de Nochebuena
    Producción de plantas de Nochebuena
    © Foto: Víctor Flores García
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© Foto: Víctor Flores García
Producción de plantas de Nochebuena
México exporta alrededor de 140 toneladas de bulbos y esquejes de Nochebuena a EEUU, España Japón, Holanda y otros países, y en su cultivo trabajan unos 13.000 agricultores.
México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en superficie cultivada, con unas 300 hectáreas dedicadas a la Flor de Nochebuena, en Morelos, Michoacán, Distrito Federal, Puebla y Estado de México.
El prehispánico y colonial pueblo de Atlixco, en las faldas del volcán Popocatépetl que domina el valle de México, donde se extiende la capital mexicana, es el primer productor de la Flor de Nochebuena (fotos), donde se venden hasta 150 mil plantas cultivadas por un centenar de productores.

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