OpinionesEl mundo en alerta por la suerte de Hugo Chávez
El mundo en alerta por la suerte de Hugo Chávez
© REUTERS/ Miraflores Palace14:56 24/08/2011Por Vicky Peláez
Hugo Chávez regresa a su país después del segundo ciclo de tratamiento en Cuba
Hugo Chávez pasea con sus hijas tras operación
"El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa". (Anónimo).
Si hay un hombre que despierta expectativa en todo el mundo, haga lo que haga, ese es Hugo Chávez, pero la verdad es que hoy, la esperanza de América Latina pende de un hilo por su enfermedad. Allá en su pueblo, una masa enorme espera conteniendo la respiración de que su líder supere el cáncer que le aqueja, pero también es innegable que hay muchos aún, especialmente aquellos a los que les quitaron la riqueza y el poder ilimitado que les ofrecía EEUU, que sueñan con su muerte para recuperar todo lo que perdieron.
Con la ayuda de sus mentores norteamericanos y con la bendición del sector más reaccionario de la iglesia católica venezolana ya lo han declarado varias veces moribundo y otras veces hasta le han deseado la muerte públicamente, así como no escatiman palabras para enviarlo al mismismo infierno. La prensa globalizada les da las pautas acusando a Chávez de ser dictador, comunista, perseguidor de la oposición que estando casi moribundo no quiere dejar el poder. Se olvidaron los escribas del periodismo cómo ocultaron siempre la enfermedad de Franklin D. Roosevelt o como mostraron ética profesional durante la enfermedad del presidente francés Francois Mitterand. Con el convalesciente Chàvez que se atrevió a comenzar la lucha anti sistémica todo es diferente. Sin embargo el presidente de Venezuela sigue adelante tratando como él dice “vivir viviendo junto con mi pueblo y no vivir muriendo”.
Decía el historiador inglés, Tomas Carlyle que ”él gran hombre es precisamente un iniciador porque ve más lejos que otros y desea más intensamente que otros”. Hugo Chávez pertenece a esta categorìa de personas cuya sensibilidad social nunca los deja tranquilos impulsándolos a influir los destinos de la sociedad que habitan. No hay espacio para contar su historia personal pero sí los logros durante su permanencia en el poder desde que en 1999 fue elegido presidente de Venezuela. Inmediatamente tuvo que enfrentarse con tres problemas la pobreza, falta de alimentación y una extrema desigualdad social. En 1999 vivía en la pobreza un 85 por ciento de 25 millones de venezolanos y de ellos 42 por ciento subsistìan con menos de un dólar al día. Mientras tanto, dos personas como Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza disponían en conjunto de ocho mil trescientos millones de dólares que constituían más de un 10 por ciento del Producto Nacional Bruto.
Desde 1920 cuando comenzó la explotación norteamericana del petróleo en Venezuela los líderes del país comenzaron a descuidar la agricultura nacional entusiasmados con las ganancias por el oro negro que les aportaba suficiente dinero para llegar a importar un 70 por ciento de alimentos en vez de apoyar la producción nacional. Chávez se atrevió a crear programas para cambiar la situación. En doce años su gobierno avanzó bastante. De acuerdo a las estadísticas de las Naciones Unidas, la pobreza fue reducida a 24 por ciento y la extrema pobreza al 7.20 por. Si en 1998 unos 250,000 escolares tenían acceso al desayuno gratis, en 2010 más de cuatro millones de niños no solamente recibían un desayuno gratis sino el almuerzo y también una merienda. El salario mínimo alcanzó a ser uno de los más altos en América Latina. En 1999 cerca de 3.5 millones de habitantes tenìan acceso a la salud, ahora ya son 20 millones y el número de estudiantes universitarios está superando 2.5 millones.
Por supuesto que hay muchas dificultades, especialmente en la producción de alimentos nacionales pues la agricultura requiere mucho esfuerzo fìsico y el apoyo financiero, y toma mucho tiempo para empezar a dar resultados. Implantar un nuevo modelo de desarrollo, llamado “El Socialismo del Siglo XXI” que dé amplio acceso a la salud, educaciòn y recreación a la mayoría de la población es una tarea harto difícil, especialmente en las condiciones de una agresiva y diaria campaña mediática de la oposición que controla casi todos los medios de comunicación en Venezuela. Los oligarcas y sus seguidores no pueden perdonar a Chàvez por reducirles o quitarles sus suculentas ganancias que disfrutaban hacia 12 años. Especialmente ahora cuando fueron comprobados los recursos petroleros de Venezuela que la convierten con sus 296.5 mil millones de barriles de petróleo en el primer reservorio del mundo, concetraron toda sus cólera en la figura de Hugo Chàvez, justo en el momento de su enfermedad.
Las relaciones entre Rusia y Venezuela
Los lazos entre Venezuela y Rusia tienen una larga e interesante historia a pesar de que las relaciones diplomáticas recién se establecieron el 14 de Mayo de 1945. Pocos saben que uno de los más destacados precursores de la independencia de América Latina, Sebastián Francisco de Miranda, llamado “el primer venezolano universal”, y tan querido por el presidente Hugo Chávez, fue profundamente admirado por la Emperatriz rusa Catalina II. Poseedor de una amplia cultura y aguda inteligencia que facilmente dominaba seis idiomas, entre ellos el ruso, Miranda estuvo en Rusia durante un año (1786 -1787) buscando apoyo para su causa independentista. Tal impacto produjo en la corte, que Catalina II le concedió el grado de coronel del ejército ruso para protegerlo de la persecusin española y le ofreció quedarse para siempre a su servicio. Miranda tambien estaba impactado por esta mujer de amplia cultura, y escribió en su diario: “el conocimiento de la Emperatriz, su curiosidad por nuestra America y este acto de su buen corazn hicieron tanta impresiòn en el mìo, de ternura y agradecimiento, que no podre olvidarlo jamás”.
Al parecer Catalina La Grande tampoco olvidó a aquel revolucionario venezolano, de quien se dice que todas las damas de la corte suspiraban por él. Alguna leyenda cuenta que la Emperatriz de 58 años de edad y Miranda de 36 fueron amantes... “ella, en un furor de pasión, cuando escuchaba sus planes de lucha por una patria independiente, le dijo que su bandera sería amarilla como su cabello, azul como sus ojos y roja como sus labios”. Sin embargo, para Miranda sólo importaba su causa revolucionaria, y desistiendo los placeres de la corte, en Setiembre de 1787 partió de Rusia con 2000 guldens, con inapreciables cartas de recomendación de Catalina II y dejando una imborrable huella en la historia de los dos paìses.
Dicen las leyendas incas que los grandes hombres resucitan cada 200 años. Nadie puede comprobar su veracidad. Sin embargo, en 1998 otro hombre independentista apareciò en el escenario polìtico venezolano tratando de convertir a su paìs en uno realmente soberano y justo. Esta vez sería Hugo Chàvez, quien en busca de nuevos horizontes se dirigiò a Rusia viendo en ella una aliada para la construcción de un mundo multipolar, en oposición de la agenda unipolar impuesta al planeta entero por Norteamérica. Dijo Chàvez que “hemos sentado con Rusia bases para una relaciòn a largo plazo que no es producto de una coyuntura, sino de una senda estratègica que ha consolidado relaciones de los dos paìses para el Siglo XXI”.
Venezuela y Rusia han firmado muchos tratados en el rubro de energìa y minas tomando en cuenta que Venezuela posee las reservas del oro negro más grandes del mundo (296,500 millones de barriles) y siendo Rusia mayor exportador de petróleo y líder productor de gas. Creció significativamente el comercio y la cooperación militar. Todos saben que tras la prohibición de EEUU a la venta de repuestos para los aviones militares F-16 de la Fuerza Aèrea venezolana, Venezuela ha gastado cinco mil millones de dólares en armamento ruso, incluyendo 100 tanques T-42 y T-90, 24 cazas de combate Sukhoi, decenas de helicópteros M-17, el avanzado sistema antimisiles S-300 y 100.000 rifles de asalto Kalashnikov AK-103.
Por supuesto, la prensa globalizada al servicio de las megacorporaciones, armó un escándalo acusando a los venezolanos de iniciar una carrera armamentista, y por supuesto no dijeron nada sobre los gastos de otros paìses aliados de la primera potencia mundial. La respuesta venezolana fue simple, y explicó que serìa irresponsabilidad descuidar la seguridad nacional en esta època del “caos controlado” desatado por el Occidente con el único fin de apoderarse de los recursos naturales de los paìses del Sur, más aún que Venezuela posee la màs grande reserva de petróleo en el mundo.
En estas condiciones, la llamada polìtica de “peresagrusca” entre EEUU y Rusia, donde aparentemente unos reciben los favores y los otros esperan y esperan, ha hecho ponerse en guardia no solamente a Venezuela sino a Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina. La ecuaciòn es simple si Norteamèrica no da repuestos militares a Venezuela, y Rusia bajo la presión norteamèricana rompió el contrato ya pagado con Irán respecto al sistema antimisil S-300, y demora la puesta en marcha la central nuclear en Busher, entonces temen que en algún momento algo parecido podría pasar entre Rusia y Venezuela. Tampoco entienden por qué Rusia entró implicitamente en la guerra en Afganistán, no hizo nada para prevenir el bombardeo de Libia, país amigo de Rusia, y está acercándose cada vez más a la posición de la OTAN respecto a Siria, inclusive a costo de perder su base naval en Tartus, Siria.
Estas son las preguntas que ensombrecen las relaciones entre Venezuela y el resto de América Latina con Rusia tan necesarias para luchar por la construcciòn del mundo multipolar en nuestro planeta y poner fin a los terribles “caos controlados” con sus guerras despiadadas. Ojalá que entiendan los gobernantes de que hay esperanza para hacer un mundo mejor lo que falta es la voluntad y coraje de hacerlo.
El mundo en alerta por la suerte de Hugo Chávez
© REUTERS/ Miraflores Palace14:56 24/08/2011Por Vicky Peláez
Hugo Chávez regresa a su país después del segundo ciclo de tratamiento en Cuba
Hugo Chávez pasea con sus hijas tras operación
"El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa". (Anónimo).
Si hay un hombre que despierta expectativa en todo el mundo, haga lo que haga, ese es Hugo Chávez, pero la verdad es que hoy, la esperanza de América Latina pende de un hilo por su enfermedad. Allá en su pueblo, una masa enorme espera conteniendo la respiración de que su líder supere el cáncer que le aqueja, pero también es innegable que hay muchos aún, especialmente aquellos a los que les quitaron la riqueza y el poder ilimitado que les ofrecía EEUU, que sueñan con su muerte para recuperar todo lo que perdieron.
Con la ayuda de sus mentores norteamericanos y con la bendición del sector más reaccionario de la iglesia católica venezolana ya lo han declarado varias veces moribundo y otras veces hasta le han deseado la muerte públicamente, así como no escatiman palabras para enviarlo al mismismo infierno. La prensa globalizada les da las pautas acusando a Chávez de ser dictador, comunista, perseguidor de la oposición que estando casi moribundo no quiere dejar el poder. Se olvidaron los escribas del periodismo cómo ocultaron siempre la enfermedad de Franklin D. Roosevelt o como mostraron ética profesional durante la enfermedad del presidente francés Francois Mitterand. Con el convalesciente Chàvez que se atrevió a comenzar la lucha anti sistémica todo es diferente. Sin embargo el presidente de Venezuela sigue adelante tratando como él dice “vivir viviendo junto con mi pueblo y no vivir muriendo”.
Decía el historiador inglés, Tomas Carlyle que ”él gran hombre es precisamente un iniciador porque ve más lejos que otros y desea más intensamente que otros”. Hugo Chávez pertenece a esta categorìa de personas cuya sensibilidad social nunca los deja tranquilos impulsándolos a influir los destinos de la sociedad que habitan. No hay espacio para contar su historia personal pero sí los logros durante su permanencia en el poder desde que en 1999 fue elegido presidente de Venezuela. Inmediatamente tuvo que enfrentarse con tres problemas la pobreza, falta de alimentación y una extrema desigualdad social. En 1999 vivía en la pobreza un 85 por ciento de 25 millones de venezolanos y de ellos 42 por ciento subsistìan con menos de un dólar al día. Mientras tanto, dos personas como Gustavo Cisneros y Lorenzo Mendoza disponían en conjunto de ocho mil trescientos millones de dólares que constituían más de un 10 por ciento del Producto Nacional Bruto.
Desde 1920 cuando comenzó la explotación norteamericana del petróleo en Venezuela los líderes del país comenzaron a descuidar la agricultura nacional entusiasmados con las ganancias por el oro negro que les aportaba suficiente dinero para llegar a importar un 70 por ciento de alimentos en vez de apoyar la producción nacional. Chávez se atrevió a crear programas para cambiar la situación. En doce años su gobierno avanzó bastante. De acuerdo a las estadísticas de las Naciones Unidas, la pobreza fue reducida a 24 por ciento y la extrema pobreza al 7.20 por. Si en 1998 unos 250,000 escolares tenían acceso al desayuno gratis, en 2010 más de cuatro millones de niños no solamente recibían un desayuno gratis sino el almuerzo y también una merienda. El salario mínimo alcanzó a ser uno de los más altos en América Latina. En 1999 cerca de 3.5 millones de habitantes tenìan acceso a la salud, ahora ya son 20 millones y el número de estudiantes universitarios está superando 2.5 millones.
Por supuesto que hay muchas dificultades, especialmente en la producción de alimentos nacionales pues la agricultura requiere mucho esfuerzo fìsico y el apoyo financiero, y toma mucho tiempo para empezar a dar resultados. Implantar un nuevo modelo de desarrollo, llamado “El Socialismo del Siglo XXI” que dé amplio acceso a la salud, educaciòn y recreación a la mayoría de la población es una tarea harto difícil, especialmente en las condiciones de una agresiva y diaria campaña mediática de la oposición que controla casi todos los medios de comunicación en Venezuela. Los oligarcas y sus seguidores no pueden perdonar a Chàvez por reducirles o quitarles sus suculentas ganancias que disfrutaban hacia 12 años. Especialmente ahora cuando fueron comprobados los recursos petroleros de Venezuela que la convierten con sus 296.5 mil millones de barriles de petróleo en el primer reservorio del mundo, concetraron toda sus cólera en la figura de Hugo Chàvez, justo en el momento de su enfermedad.
Las relaciones entre Rusia y Venezuela
Los lazos entre Venezuela y Rusia tienen una larga e interesante historia a pesar de que las relaciones diplomáticas recién se establecieron el 14 de Mayo de 1945. Pocos saben que uno de los más destacados precursores de la independencia de América Latina, Sebastián Francisco de Miranda, llamado “el primer venezolano universal”, y tan querido por el presidente Hugo Chávez, fue profundamente admirado por la Emperatriz rusa Catalina II. Poseedor de una amplia cultura y aguda inteligencia que facilmente dominaba seis idiomas, entre ellos el ruso, Miranda estuvo en Rusia durante un año (1786 -1787) buscando apoyo para su causa independentista. Tal impacto produjo en la corte, que Catalina II le concedió el grado de coronel del ejército ruso para protegerlo de la persecusin española y le ofreció quedarse para siempre a su servicio. Miranda tambien estaba impactado por esta mujer de amplia cultura, y escribió en su diario: “el conocimiento de la Emperatriz, su curiosidad por nuestra America y este acto de su buen corazn hicieron tanta impresiòn en el mìo, de ternura y agradecimiento, que no podre olvidarlo jamás”.
Al parecer Catalina La Grande tampoco olvidó a aquel revolucionario venezolano, de quien se dice que todas las damas de la corte suspiraban por él. Alguna leyenda cuenta que la Emperatriz de 58 años de edad y Miranda de 36 fueron amantes... “ella, en un furor de pasión, cuando escuchaba sus planes de lucha por una patria independiente, le dijo que su bandera sería amarilla como su cabello, azul como sus ojos y roja como sus labios”. Sin embargo, para Miranda sólo importaba su causa revolucionaria, y desistiendo los placeres de la corte, en Setiembre de 1787 partió de Rusia con 2000 guldens, con inapreciables cartas de recomendación de Catalina II y dejando una imborrable huella en la historia de los dos paìses.
Dicen las leyendas incas que los grandes hombres resucitan cada 200 años. Nadie puede comprobar su veracidad. Sin embargo, en 1998 otro hombre independentista apareciò en el escenario polìtico venezolano tratando de convertir a su paìs en uno realmente soberano y justo. Esta vez sería Hugo Chàvez, quien en busca de nuevos horizontes se dirigiò a Rusia viendo en ella una aliada para la construcción de un mundo multipolar, en oposición de la agenda unipolar impuesta al planeta entero por Norteamérica. Dijo Chàvez que “hemos sentado con Rusia bases para una relaciòn a largo plazo que no es producto de una coyuntura, sino de una senda estratègica que ha consolidado relaciones de los dos paìses para el Siglo XXI”.
Venezuela y Rusia han firmado muchos tratados en el rubro de energìa y minas tomando en cuenta que Venezuela posee las reservas del oro negro más grandes del mundo (296,500 millones de barriles) y siendo Rusia mayor exportador de petróleo y líder productor de gas. Creció significativamente el comercio y la cooperación militar. Todos saben que tras la prohibición de EEUU a la venta de repuestos para los aviones militares F-16 de la Fuerza Aèrea venezolana, Venezuela ha gastado cinco mil millones de dólares en armamento ruso, incluyendo 100 tanques T-42 y T-90, 24 cazas de combate Sukhoi, decenas de helicópteros M-17, el avanzado sistema antimisiles S-300 y 100.000 rifles de asalto Kalashnikov AK-103.
Por supuesto, la prensa globalizada al servicio de las megacorporaciones, armó un escándalo acusando a los venezolanos de iniciar una carrera armamentista, y por supuesto no dijeron nada sobre los gastos de otros paìses aliados de la primera potencia mundial. La respuesta venezolana fue simple, y explicó que serìa irresponsabilidad descuidar la seguridad nacional en esta època del “caos controlado” desatado por el Occidente con el único fin de apoderarse de los recursos naturales de los paìses del Sur, más aún que Venezuela posee la màs grande reserva de petróleo en el mundo.
En estas condiciones, la llamada polìtica de “peresagrusca” entre EEUU y Rusia, donde aparentemente unos reciben los favores y los otros esperan y esperan, ha hecho ponerse en guardia no solamente a Venezuela sino a Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina. La ecuaciòn es simple si Norteamèrica no da repuestos militares a Venezuela, y Rusia bajo la presión norteamèricana rompió el contrato ya pagado con Irán respecto al sistema antimisil S-300, y demora la puesta en marcha la central nuclear en Busher, entonces temen que en algún momento algo parecido podría pasar entre Rusia y Venezuela. Tampoco entienden por qué Rusia entró implicitamente en la guerra en Afganistán, no hizo nada para prevenir el bombardeo de Libia, país amigo de Rusia, y está acercándose cada vez más a la posición de la OTAN respecto a Siria, inclusive a costo de perder su base naval en Tartus, Siria.
Estas son las preguntas que ensombrecen las relaciones entre Venezuela y el resto de América Latina con Rusia tan necesarias para luchar por la construcciòn del mundo multipolar en nuestro planeta y poner fin a los terribles “caos controlados” con sus guerras despiadadas. Ojalá que entiendan los gobernantes de que hay esperanza para hacer un mundo mejor lo que falta es la voluntad y coraje de hacerlo.
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