Los cubanos dieron la bienvenida al 2012 con un programa de celebraciones por los 53 años de la revolución este 1 de enero.(Foto:Cubadebate)
Por: Yeanny González Peña (*)
A 53 años del triunfo de la Revolución, Cuba se encuentra inmersa en la actualización de su modelo económico, proceso diseñado para garantizar la continuidad y el fortalecimiento del sistema socialista adoptado por la isla.
La victoria del Primero de Enero de 1959 desplazó la vieja filosofía que promovía la calidad de vida de un reducido grupo con el poder económico y político, y cambió el estatus de las grandes masas desposeídas.
Esas transformaciones se enmarcan en un escenario hostil, considerando que siete de cada 10 cubanos han nacido bajo los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la isla, medida unilateral que ha limitado profundamente el desarrollo del país.
Sin embargo, el gobierno establecido se propuso superar la pobreza heredada de más de 400 años de colonialismo, pese a la hostilidad de la Casa Blanca.
Una de las primeras medidas de beneficio social fue la Ley de Reforma Agraria, que proscribió el latifundio con la nacionalización de las propiedades de más de 402 hectáreas y entregó la tierra a decenas de miles de campesinos.
La acción acentuó la hostilidad de Washington, pues compañías norteamericanas poseían importantes propiedades e intereses tanto en el campo como en otros sectores del país caribeño.
Le siguieron otras de corte progresista, entre ellas una campaña que en poco más de un año convirtió a Cuba en el primer territorio libre de analfabetismo de América Latina.
Cifras oficiales indican que en 1959 solo había aquí 25 mil titulados, faltaban escuelas para más de medio millón de niños, 10 mil maestros estaban sin trabajo; era casi inexistente la enseñanza media y un 30 por ciento de los cubanos no sabía leer ni escribir.
En cambio, con el inicio del curso escolar 2011-2012, el pasado 5 de septiembre, abrieron sus puertas más de 60 universidades de la isla, con una matrícula de cerca de 500 mil alumnos, según publicó el sitio digital Cubadebate.
En la actualidad, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoce que el 99,8 por ciento de los cubanos mayores de 15 años saben leer y escribir.
El derecho al trabajo, a la salud, a la cultura y al deporte también se convirtieron en premisas de la sociedad cubana; por primera vez, un gobierno se preocupó por eliminar los lastres heredados de la seudorrepública tales como la drogadicción, el crimen organizado, la prostitución y el abuso infantil.
Al respecto, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó a finales de año que para 2012, más de 17 mil millones de pesos serán destinados a educación, salud, cultura y otras esferas sociales, monto que supera la mitad de los gastos previstos en la actividad presupuestada de la isla.
Cifras oficiales indican, además, que la tasa de mortalidad infantil en el país se encuentra por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos y la esperanza de vida es de 78 años.
Las políticas emprendidas desde el propio 1959 hacen posible que Cuba muestre hoy logros de cara a los objetivos de Naciones Unidas para 2015.
"En Cuba, las metas previstas en la Declaración del Milenio han sido cumplidas prácticamente en su totalidad, y en algunos casos superadas con creces", afirmó el canciller Bruno Rodríguez el pasado año ante la plenaria de Alto Nivel de la ONU.
Rodríguez señaló además que el compromiso del país caribeño rebasa sus fronteras, al contribuir al desarrollo social de otras naciones del Tercer Mundo.
En el orden interno, Cuba, actualmente con 11,2 millones de habitantes, también consiguió éxitos culturales y deportivos que la sitúan al nivel de los países desarrollados.
Obtuvo el segundo lugar en los Juegos Panamericanos Guadalajara-2011, con 58 medallas de oro, y defiende el acceso pleno a la cultura y al deporte en medio de importantes desafíos económicos, políticos y sociales.
Años de crisis económica en los 90, dificultades de liquidez y deuda con proveedores internacionales, obligaron a La Habana a ajustar sus planes económicos y a potenciar la eficiencia empresarial.
Estas iniciativas vinieron acompañadas de medidas, tales como la entrega en usufructo de tierras y la ampliación del trabajo por cuenta propia, que ya emplea a casi 360 mil personas.
Mientras que en 2010 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 1,9 por ciento en relación con el anterior, para el cierre de este se vislumbra un aumento de 2,7. A todas luces mejor, pero aún por debajo del valor proyectado de tres por ciento.
La rectificación a la baja fue causada, fundamentalmente, por el incumplimiento del plan de construcción y montaje para inversiones.
A finales de año los cubanos recibieron la buena nueva de que el turismo, la locomotora de la economía, marcó récord de visitantes al superar los dos millones 531 mil 745 visitantes del calendario anterior.
Para 2012, el país prevé un incremento de su PIB de 3,4 por ciento, proyección aprobada por el Parlamento. Asimismo, la lucha contra la corrupción y la ineficiencia se han convertido en ejes esenciales del gobierno del presidente Raúl Castro.
Hoy, cuando muchos países sufren las consecuencias de la crisis financiera internacional y continúa la hostilidad contra la isla, Cuba está dispuesta a hacer el esfuerzo por salir adelante y conservar los beneficios de más de medio siglo de socialismo.
*Periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=464322&Itemid=1
Yeanny González Peña (*)
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