* La investigación, fundamentada en una orden de extradición de la Secretaría de Relaciones Exteriores, sustenta que un colombiano identificado como Harold Mauricio Poveda Ortega junto con agentes estadounidenses ayudaron a un capo mexicano aliado al Cártel de los Beltrán Leyva a enviar cargamentos de cocaína a varias partes del mundo.
Ciudad de México.- Agentes encubiertos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) que investigaban a capos mexicanos usaron el territorio mexicano para llevar a cabo actividades de la delincuencia organizada y de cárteles mexicanos de enero a octubre de 2007.
De acuerdo con una investigación publicada en la revista Emeequis, detalla que agentes de la DEA utilizaron el territorio mexicano para lavar millones de dólares en cuentas bancarias en EU alimentadas con transferencias hechas desde casas de cambio mexicanas, del Distrito Federal a Dallas, Texas, al menos 2.5 millones de dólares en efectivo al granel, además de transportar de “manera controlada” y en “aviones encubiertos” cargamentos de cocaína de América a Europa, y esto en operaciones acordadas en México.
La investigación se fundamenta en documentos de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre una orden de extradición contra un hombre colombiano identificado como Harold Mauricio Poveda Ortega, conocido también como ” El Conejo”, quien junto con agentes estadounidenses ayudaron a un poderoso capo mexicano aliado al Cártel de los Hermanos Beltrán Leyva a enviar cargamentos de cocaína a varias partes del mundo, ello bajo la máscara de combatir el narcotráfico en suelo mexicano.
La orden de extradición – obtenido por la revista mexicana emeequis y compartido con The New York Times – incluye el testimonio de un agente especial de la DEA que dirigió una investigación de lavado de dinero encubierta contra un traficante colombiano llamado Harold Mauricio Poveda Ortega, conocido también como “La conejo” y quien esta implicado en el envió de 150 toneladas de cocaína a México entre 2000 y 2010. Gran parte de la cocaína que, según las autoridades, estaba destinado a los Estados Unidos.
Dichos documentos de la propia DEA y del Departamento de Justicia de EU, fechado el 6 de mayo de 2011, son incluidos en un expediente oficial de extradición rubricado por parte del gobierno mexicano con la firma de Patricia Espinosa, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, revelan que las autoridades mexicanas estuvieron enteradas y consintieron que los agentes en “capacidad encubierta” de la DEA realizaran sus operaciones, auxiliados por narcotraficantes convertidos en informantes, quienes han mantenido largas y complejas negociaciones para el transporte de cocaína y el lavado de millones de dólares del cártel del Valle del Norte de Colombia y de la organización de los hermanos Beltrán Leyva.
El expediente contiene la exposición detallada de una de las llamadas “operaciones exentas” realizadas bajo la aprobación directa del procurador general de Estados Unidos, que sirvió de base para que el Departamento de Justicia armara su acusación en contra del narcotraficante colombiano Harold Mauricio Poveda y otros individuos de nacionalidad colombiana y mexicana.
Pese a lo anterior, las autoridades han negado saber de la existencia de estas operaciones de lavado y tráfico de droga e incluso prometieron hacer una investigación luego de que en una nota firmada por la reportera Ginger Thompson, el periódico The New York Times revelara, a principios de diciembre, la existencia en general de las operaciones, sin proporcionar detalles de las mismas.
El diario The New York Times, aseguró que este tipo de operaciones se había iniciado en México como parte del creciente papel de la agencia del medicamento en la lucha de ese país contra el crimen organizado. Los documentos recién obtenidos proporcionan detalles poco comunes de la medida de que la cooperación y las formas en que se desdibuja la línea entre la lucha y la facilitación del delito.
Un portavoz del Departamento de Justicia no cuestionó su autenticidad de los documentos, pero se negó a hacer un funcionario disponible para hablar sobre ellos. Pero en una declaración escrita, la DEA defendido enérgicamente sus actividades, diciendo que habían permitido a las autoridades en México para matar o capturar a docenas de traficantes de alto nivel y de nivel medio.
“Grupos organizados transnacionales puede ser derrotado sólo por la cooperación transnacional aplicación de la ley”, escribió la agencia. “Esta cooperación requiere que las agencias de aplicación de la ley – a menudo de países múltiples – coordinar sus actividades, mientras que al mismo tiempo, siempre actuando dentro de sus respectivas leyes y autoridades”.
De acuerdo con una investigación publicada en la revista Emeequis, detalla que agentes de la DEA utilizaron el territorio mexicano para lavar millones de dólares en cuentas bancarias en EU alimentadas con transferencias hechas desde casas de cambio mexicanas, del Distrito Federal a Dallas, Texas, al menos 2.5 millones de dólares en efectivo al granel, además de transportar de “manera controlada” y en “aviones encubiertos” cargamentos de cocaína de América a Europa, y esto en operaciones acordadas en México.
La investigación se fundamenta en documentos de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre una orden de extradición contra un hombre colombiano identificado como Harold Mauricio Poveda Ortega, conocido también como ” El Conejo”, quien junto con agentes estadounidenses ayudaron a un poderoso capo mexicano aliado al Cártel de los Hermanos Beltrán Leyva a enviar cargamentos de cocaína a varias partes del mundo, ello bajo la máscara de combatir el narcotráfico en suelo mexicano.
La orden de extradición – obtenido por la revista mexicana emeequis y compartido con The New York Times – incluye el testimonio de un agente especial de la DEA que dirigió una investigación de lavado de dinero encubierta contra un traficante colombiano llamado Harold Mauricio Poveda Ortega, conocido también como “La conejo” y quien esta implicado en el envió de 150 toneladas de cocaína a México entre 2000 y 2010. Gran parte de la cocaína que, según las autoridades, estaba destinado a los Estados Unidos.
Dichos documentos de la propia DEA y del Departamento de Justicia de EU, fechado el 6 de mayo de 2011, son incluidos en un expediente oficial de extradición rubricado por parte del gobierno mexicano con la firma de Patricia Espinosa, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, revelan que las autoridades mexicanas estuvieron enteradas y consintieron que los agentes en “capacidad encubierta” de la DEA realizaran sus operaciones, auxiliados por narcotraficantes convertidos en informantes, quienes han mantenido largas y complejas negociaciones para el transporte de cocaína y el lavado de millones de dólares del cártel del Valle del Norte de Colombia y de la organización de los hermanos Beltrán Leyva.
El expediente contiene la exposición detallada de una de las llamadas “operaciones exentas” realizadas bajo la aprobación directa del procurador general de Estados Unidos, que sirvió de base para que el Departamento de Justicia armara su acusación en contra del narcotraficante colombiano Harold Mauricio Poveda y otros individuos de nacionalidad colombiana y mexicana.
Pese a lo anterior, las autoridades han negado saber de la existencia de estas operaciones de lavado y tráfico de droga e incluso prometieron hacer una investigación luego de que en una nota firmada por la reportera Ginger Thompson, el periódico The New York Times revelara, a principios de diciembre, la existencia en general de las operaciones, sin proporcionar detalles de las mismas.
El diario The New York Times, aseguró que este tipo de operaciones se había iniciado en México como parte del creciente papel de la agencia del medicamento en la lucha de ese país contra el crimen organizado. Los documentos recién obtenidos proporcionan detalles poco comunes de la medida de que la cooperación y las formas en que se desdibuja la línea entre la lucha y la facilitación del delito.
Un portavoz del Departamento de Justicia no cuestionó su autenticidad de los documentos, pero se negó a hacer un funcionario disponible para hablar sobre ellos. Pero en una declaración escrita, la DEA defendido enérgicamente sus actividades, diciendo que habían permitido a las autoridades en México para matar o capturar a docenas de traficantes de alto nivel y de nivel medio.
“Grupos organizados transnacionales puede ser derrotado sólo por la cooperación transnacional aplicación de la ley”, escribió la agencia. “Esta cooperación requiere que las agencias de aplicación de la ley – a menudo de países múltiples – coordinar sus actividades, mientras que al mismo tiempo, siempre actuando dentro de sus respectivas leyes y autoridades”.
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