Carta del Lago de Texcoco
Al-Dabi Olvera *
Las voces de quienes
han defendido las tierras campesinas y el lecho del Lago de Texcoco
nombraron lo que parecía imposible. El discurso económico y tecnócrata
sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, impuesto sobre la
superficie del último espacio vacío de la cuenca, quedó agrietado frente
a una frase a la que todo mundo podría adscribirse: #YoPrefieroElLago.
Durante estos meses de lluvia, a la palabra de los pueblos ribereños
se añadió la de los pueblos con cerros que hacen posible el lago,
artistas, activistas y personas de ciencia que lograron dar un vuelco
discursivo para poner el agua y la vida en el centro de la discusión, en
lugar del dinero y la retórica del progreso.Hasta antes de la campaña, los medios de comunicación presentaban al NAIM como un proyecto sin territorio, una maravilla arquitectónica que parecía flotar en el limbo. El primer acierto de la campaña #YoPrefieroElLago residió en hackear este hecho. El segundo fue mostrar las imágenes de la devastación ambiental provocada por la obra.
A finales de septiembre, un equipo de apoyo de #YoPrefieroElLago acudió a la región a realizar un ejercicio poético-político desde las prácticas narrativas. Una veintena de niñas, niños, mujeres y hombres del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) conversaron acerca de tres preguntas detonantes: ¿cuál es tu relación con el lago? ¿Qué crees que diría el lago de terminar de construirse el aeropuerto? ¿Qué diría el lago de cómo lo has defendido?
El resultado fue conmovedor y resonante, un poema colectivo que lo
mismo hace un recorrido por la historia de lucha del FPDT que un paseo
culinario por la laguna. La carta puede ser escuchada en el sitio
todosvsnaicm.org/carta.
Además, este ejercicio poético, en el que los pobladores traducen el
lenguaje del Lago de Texcoco, invita a establecer una correspondencia
entre territorios, personas y colectividades; de Chapala a Atitlán, de
Texcoco al Cauca, de Sonora a Mexicali. Su intención es conectar
experiencias de defensa del territorio no só-lo desde la adscripción,
sino desde la experiencia propia.
Sea cual sea el resultado de la consulta obradorista sobre el NAIM,
ésta es un ejemplo de lo que puede ser más que un ejercicio ciudadano:
una resonancia de espacios que no es sólo esperanzador, sino urgente y
útil para pensar el fondo del asunto: el choque radical entre un
civilizatorio basado en el despojo y una opción de vida fincada en una
íntima relación con el medio ambiente.
De hecho, la carta indica ya el camino a seguir sobre el tema: la
inducción y reconstitución de los cuerpos de agua de Texcoco, el trabajo
lacustre, el sentido y las posibilidades de vida digna que daría no
sólo a los pueblos originarios, sino a todas las poblaciones urbanas que
lo rodean:
En este territorio, en tiempos de lluvias, sigo luchando. Aquí pueden verme. Soy la historia pasada, presente y futura.
* Cronista
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