Esta
semana está llena de acontecimientos que marcarán las relaciones entre
Rusia y América Latina durante muchos años. Uno de ellos es el foro
empresarial que ha tenido lugar este 29 de octubre en La Habana (Cuba).
Sputnik analizó por qué los países latinoamericanos priorizan sus
relaciones con Moscú en vez de EEUU.
La
Habana se ha convertido en el escenario del importante Foro Empresarial
Rusia-América Latina y el Caribe, que reunió a los directivos de sus
principales empresas, además de periodistas y políticos.
El vice primer ministro ruso, Yuri Borísov, protagonista del foro, informó que el comercio entre Rusia y los países de América Latina alcanzó los 14.500 millones de dólares en 2017. Además, expresó que la relación comercial tiene visos de crecer en el futuro. Además, el alto cargo gubernamental propuso que el sector empresarial ruso explore los mercados de Cuba y el resto de América Latina "recurriendo a un modelo 'agresivo' de negocios". El vice primer ministro ruso agregó que las partes están perdiendo actualmente mucho tiempo.
"Yo sustituiría la palabra 'agresivo' por la expresión 'muy activo'. Rusia va a estudiar minuciosamente las posibilidades que ofrece el mercado latinoamericano. Moscú llegará allí para vender sus productos y comprar todo lo que necesita en el mercado latinoamericano", dijo a Sputnik el especialista en política internacional y director de la revista América Latina, Vladímir Travkin.
Yuri
Borísov indicó también que Rusia está lista para transferir algunas de
sus tecnologías únicas a los socios latinoamericanos como forma de
impulsar los lazos con la región. El político, entre otras cosas,
informó sobre la apertura de líneas de montaje de automóviles de las
marcas Ural y GAZ.
Otro gigante automovilístico ruso, AvtoVAZ, anunció que está
preparando un contrato para la entrega a Cuba de más de 500 autos de su
marca Lada que serán usados como taxis, vehículos policiales, etc. La
empresa está negociando las ventas también en Paraguay, Uruguay, Perú y
Ecuador.
La empresa rusa InterRAO Export hizo públicos, por su parte, sus planes de construir instalaciones energéticas por valor de más de 1.000 millones de dólares. Se trata de cuatro unidades de generación eléctrica de una potencia de 200 megavatios cada una.
Moscú y La Habana empezarán a fabricar conjuntamente productos farmacéuticos en Nicaragua en 2019.
Rusia no utiliza la cooperación con los países de América Latina con fines coyunturales, declaró el vice primer ministro ruso durante su intervención en una sesión plenaria del foro.
"No
miramos a América Latina a través del prisma de los intereses
geopolíticos, no la utilizamos como un campo de batalla contra alguien
con el fin de lograr dividendos coyunturales a corto plazo", expresó.
Los países de América Latina, a su vez, piensan ahora en ser más
independientes en la escena internacional para encontrar medios con los
que defender sus intereses nacionales. En este sentido, las buenas
relaciones con Rusia desempeñan un papel determinante tanto en el ámbito
político como el económico, el militar y el comercial, explicó Vladímir
Travkin.
"Los países de América Latina, de México a Chile han buscado evitar, en diferentes etapas de su historia, colocar los huevos en la misma cesta, es decir, en la cesta de EEUU. Desarrollan sus relaciones con Washington, Pekín, Europa y, sin duda, con Moscú", continuó.
Después de la Segunda Guerra Mundial,
diferentes fuerzas independientes en países de América Latina han
considerado a Rusia como un contrapeso para la política de invasión de
Estados Unidos, prosiguió Travkin.
Cuando Washington impone sanciones
contra Moscú, los países latinoamericanos no los apoyan. EEUU "es el
país más potente del mundo, si bien ya está perdiendo su poderío". Está
promoviendo sus intereses en las relaciones bilaterales con otros
países.
Las formas en la que Washington presiona son diferentes, ya sean políticas, militares, o incluso recurriendo a la guerra mediática. Los ejemplos más claros serían el de Cuba, Nicaragua y Venezuela, señaló Travkin.
El vice primer ministro ruso, Yuri Borísov, protagonista del foro, informó que el comercio entre Rusia y los países de América Latina alcanzó los 14.500 millones de dólares en 2017. Además, expresó que la relación comercial tiene visos de crecer en el futuro. Además, el alto cargo gubernamental propuso que el sector empresarial ruso explore los mercados de Cuba y el resto de América Latina "recurriendo a un modelo 'agresivo' de negocios". El vice primer ministro ruso agregó que las partes están perdiendo actualmente mucho tiempo.
"Yo sustituiría la palabra 'agresivo' por la expresión 'muy activo'. Rusia va a estudiar minuciosamente las posibilidades que ofrece el mercado latinoamericano. Moscú llegará allí para vender sus productos y comprar todo lo que necesita en el mercado latinoamericano", dijo a Sputnik el especialista en política internacional y director de la revista América Latina, Vladímir Travkin.
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Sputnik / Vitaliy Belousov
La empresa rusa InterRAO Export hizo públicos, por su parte, sus planes de construir instalaciones energéticas por valor de más de 1.000 millones de dólares. Se trata de cuatro unidades de generación eléctrica de una potencia de 200 megavatios cada una.
Moscú y La Habana empezarán a fabricar conjuntamente productos farmacéuticos en Nicaragua en 2019.
"Rusia no verá sus relaciones con América
Latina como algo adicional, sino que las considerará como algo muy
importante para su economía. Habrá más visitas mutuas de delegaciones y
nuevos acuerdos. Las partes seguirán cooperando en el desarrollo del
transporte, en la lucha contra el narcotráfico y contra el crimen
organizado", vaticinó Vladímir Travkin.
No poner los huevos en la misma cesta
Rusia no utiliza la cooperación con los países de América Latina con fines coyunturales, declaró el vice primer ministro ruso durante su intervención en una sesión plenaria del foro.
"Los países de América Latina, de México a Chile han buscado evitar, en diferentes etapas de su historia, colocar los huevos en la misma cesta, es decir, en la cesta de EEUU. Desarrollan sus relaciones con Washington, Pekín, Europa y, sin duda, con Moscú", continuó.
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Sputnik / Ekaterina Shtukina
Las formas en la que Washington presiona son diferentes, ya sean políticas, militares, o incluso recurriendo a la guerra mediática. Los ejemplos más claros serían el de Cuba, Nicaragua y Venezuela, señaló Travkin.
"En este sentido, es correcto decir que Rusia
es un socio importante, y viceversa, porque los países de América Latina
también permiten que Rusia desarrolle su política soberana, que se basa
en una actitud pragmática hacia la defensa de nuestros intereses
nacionales", concluyó.
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