Claves para entender la polémica en México tras la consulta por el nuevo aeropuerto
Publicado: 29 oct 2018 20:03 GMT
En medio de una ola de críticas por los
términos en que se llevó a cabo la consulta impulsada por López Obrador,
quedan una serie de dudas sobre la viabilidad técnica del aeropuerto
de Santa Lucía.
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En
medio de una fuerte polémica, se impuso la opción de construir el Nuevo
Aeropuerto Internacional de México en la base militar de Santa Lucía.
Una opción impulsada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien enfrenta una oleada de críticas debido a los problemas de legitimidad que dejó la consulta ciudadana con la que habría de definirse el futuro de una obra trascendente para el futuro del país.
De este modo, la gente votó por la opción de Santa Lucía sin que hasta ese momento existiera un solo informe técnico que avalase dicha alternativa.
Según los resultados de la consulta emitidos por el equipo cercano de López Obrador, casi el 70% del millón de personas que participó en la consulta votó por Santa Lucía mientras que el 30% restante habría votado por la opción de Texcoco.
En este sentido, las politólogas Denise Dresser y María Amparo Casar fueron contundentes en sus críticas en torno a los serios problemas de legitimidad que enfrenta el ejercicio realizado por el equipo del presidente electo.
"El resultado de la consulta nos coloca en el peor de todos los mundos: gana la opción que no es técnicamente viable y gana vía un proceso manchado. No habrá aeropuerto ni legitimidad", afirmó Dresser vía Twitter.
En un sentido similar, Casar sostuvo que la consulta fue en realidad "una farsa".
La consulta ciudadana sobre el Nuevo Aeropuerto "fue un montaje para que López Obrador pudiera manejar el conflicto que él mismo construyó", escribió el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna de este lunes en El Financiero.
A lo largo de los días en que se llevó a cabo la consulta, Jesús Ramírez Cuevas, vocero de López Obrador, reconoció que, a pesar de las inconsistencias registradas, esto no afectaría al resultado.
En este sentido, una de las inconsistencias más polémicas a lo largo de los cuatro días de consulta fue la manera en que algunas personas votaron en más de una ocasión.
Esto, debido a que organismos internacionales especializados en aeronáutica, tráfico aéreo y operación de aeropuertos, han señalado la inviabilidad de Santa Lucía en el largo plazo, tal como ocurrió con los informes de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y Mitre, además de organizaciones nacionales como el Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica.
De ahí que la consulta también fuera cuestionada por el gremio empresarial, tal como ocurrió con las críticas de Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, una de las principales cámaras empresariales del país.
Otro de los temas polémicos es la manera en que uno de los contratistas cercanos a López Obrador, el ingeniero José María Riobóo, ha sido uno de los principales promotores de la opción de Santa Lucía, lo que desató una serie de críticas en torno a un posible conflicto de interés sobre el tema.
El plan maestro de Santa Lucía, desarrollado por Riobóo y aprobado por el equipo de López Obrador, incluye la construcción de dos pistas y la construcción de una terminal aérea en la actual base militar de Santa Lucía.
También se prevé realizar obras viales y de infraestructura para
conectar la Ciudad de México con la nueva terminal de Santa Lucía,
debido a la distancia de 44 kilómetros y más de una hora de trayecto en automóvil desde el centro de la capital mexicana.
Sin embargo, no fue hasta después de realizada la consulta, que López Obrador informó sobre la existencia de un informe técnico realizado por la empresa francesa Navblue, experta en el sector, para lo cual contó con el apoyo del Gobierno francés de Emmanuel Macron.
De acuerdo con la conclusión de dicho estudio, "sí es factible operar Santa Lucía como un aeropuerto internacional civil, en paralelo a mantener el actual aeropuerto de la Ciudad de México en su lugar".
Manuel Hernández Borbolla
De este modo, la gente votó por la opción de Santa Lucía sin que hasta ese momento existiera un solo informe técnico que avalase dicha alternativa.
Según los resultados de la consulta emitidos por el equipo cercano de López Obrador, casi el 70% del millón de personas que participó en la consulta votó por Santa Lucía mientras que el 30% restante habría votado por la opción de Texcoco.
Los cuestionamientos a la consulta
Las críticas vertidas en días recientes en torno a los términos en que se llevó a cabo la consulta para decidir el futuro del nuevo aeropuerto se detonó tras darse a conocer los resultados de la misma.En este sentido, las politólogas Denise Dresser y María Amparo Casar fueron contundentes en sus críticas en torno a los serios problemas de legitimidad que enfrenta el ejercicio realizado por el equipo del presidente electo.
"El resultado de la consulta nos coloca en el peor de todos los mundos: gana la opción que no es técnicamente viable y gana vía un proceso manchado. No habrá aeropuerto ni legitimidad", afirmó Dresser vía Twitter.
En un sentido similar, Casar sostuvo que la consulta fue en realidad "una farsa".
La consulta ciudadana sobre el Nuevo Aeropuerto "fue un montaje para que López Obrador pudiera manejar el conflicto que él mismo construyó", escribió el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna de este lunes en El Financiero.
A lo largo de los días en que se llevó a cabo la consulta, Jesús Ramírez Cuevas, vocero de López Obrador, reconoció que, a pesar de las inconsistencias registradas, esto no afectaría al resultado.
En este sentido, una de las inconsistencias más polémicas a lo largo de los cuatro días de consulta fue la manera en que algunas personas votaron en más de una ocasión.
Santa Lucía, una opción que se votó sin aval técnico
Al momento en que se realizó la consulta, la opción impulsada por López Obrador en Santa Lucía no contaba con un solo informe técnico que avale dicha alternativa sobre Texcoco, el lugar donde se construía desde 2014 el nuevo aeropuerto.Esto, debido a que organismos internacionales especializados en aeronáutica, tráfico aéreo y operación de aeropuertos, han señalado la inviabilidad de Santa Lucía en el largo plazo, tal como ocurrió con los informes de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y Mitre, además de organizaciones nacionales como el Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica.
De ahí que la consulta también fuera cuestionada por el gremio empresarial, tal como ocurrió con las críticas de Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, una de las principales cámaras empresariales del país.
Otro de los temas polémicos es la manera en que uno de los contratistas cercanos a López Obrador, el ingeniero José María Riobóo, ha sido uno de los principales promotores de la opción de Santa Lucía, lo que desató una serie de críticas en torno a un posible conflicto de interés sobre el tema.
El plan maestro de Santa Lucía, desarrollado por Riobóo y aprobado por el equipo de López Obrador, incluye la construcción de dos pistas y la construcción de una terminal aérea en la actual base militar de Santa Lucía.
Sin embargo, no fue hasta después de realizada la consulta, que López Obrador informó sobre la existencia de un informe técnico realizado por la empresa francesa Navblue, experta en el sector, para lo cual contó con el apoyo del Gobierno francés de Emmanuel Macron.
De acuerdo con la conclusión de dicho estudio, "sí es factible operar Santa Lucía como un aeropuerto internacional civil, en paralelo a mantener el actual aeropuerto de la Ciudad de México en su lugar".
Manuel Hernández Borbolla
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