Estados Unidos y la derecha mueven alternativas contra Venezuela
Escrito por
Prensa Latina
El gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro enfrenta en
los últimos años una brutal ofensiva de la derecha interna y externa
encabezada por Estados Unidos.
Es en opinión del periodista y analista
Carlos Fazio, la más brutal ofensiva bélica que, en el marco de una
guerra irregular o híbrida, utilizó tecnologías de última generación y a
una élite de expertos en guerra electrónica, realidad virtual y
propaganda "democrática".
En ese escenario debe inscribirse una trama en marcha que escogió el viernes 13 de octubre para desencadenarse.
Ese día, ex magistrados del Tribunal Supremo venezolano juramentarán
su directiva en la sede en Washington de la Organización de Estados
Americanos (OEA), según apareció en las redes sociales (EVTV, desde
Miami).
Los voceros de esa trama macabra contra Venezuela, los abogados
Antonio Marval y Pedro Troconi, dijeron que lo harán bajo la sombrilla
del ente regional, coincidentemente dos días antes de las elecciones
regionales aquí, y que, incluso, designarán a Miguel Ángel Marín como
presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Según la historia, nunca antes en país alguno existió un TSJ en el
exterior, o sea hay extraterritorialidad, algo que sorprende al mundo
jurídico, y además es muestra de las aberraciones que comete la derecha
en su afán de agredir y destruir a la Revolución Bolivariana, guiada hoy
por el presidente Nicolás Maduro.
Para mal de los juristas vendidos a quienes promueven la agresión
contra Venezuela, el gobierno de este país advirtió desde el pasado mes
de julio que tales designaciones (la de los magistrados) hechas por la
Asamblea Nacional (en desacato) eran absolutamente ilícitas, ya que para
ese momento no había ninguna vacante.
Así también lo aclaró el Poder Moral Republicano en la persona de su
presidente Tarek William Saab, máxima instancia y expresión del Poder
Ciudadano.
No es descabellado pensar que esta maniobra que intentan emprender
los sectores de la derecha va en la búsqueda de un gobierno paralelo, y
muy probablemente, esos abogados podrían incurrir en figuras delictivas
(delitos como traición a la patria), según pronunciamientos de
tribunales de la República.
Tampoco es descartable que detrás de las llamadas "exploraciones" que
hace la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en sus alegaciones para no
asistir al diálogo con el gobierno en República Dominicana, se
encuentren ocultos otros intereses y una ruta encubierta a
materializarse a partir del viernes 13 de octubre.
Según una fuente de crédito consultada por Prensa Latina y que pidió
la reserva, esa ruta, aupada y orientada por el secretario general de la
OEA, Luis Almagro, y el senador republicano por la Florida, Marco
Rubio, contempla todo un entretejido sobre cómo agredir a Venezuela.
Entre las acciones previstas destaca la declaratoria de destitución
de los actuales magistrados del TSJ, principales y suplentes, electos en
diciembre de 2015, y ellos, fuera de Venezuela, designar sustitutos sin
cumplir con normas constitucionales ni de la ley orgánica del máximo
tribunal.
En todo este entramado también estaría la restitución en su cargo de
la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz, hoy prófuga y acusada de
presuntos cargos de corrupción, según denuncias, a quien al parecer
intentan darle un protagonismo de gobernante de facto; sería algo así
como un Pedro Carmona, de triste recordación cuando la intentona contra
el presidente Hugo Chávez.
El plan contempla el nombramiento de nuevos rectores del Consejo
Nacional Electoral, y ya con esta estructura,"absolutamente ilegal",
según la fuente consultada, proceder a la declaratoria de nulidad de la
Asamblea Nacional Constituyente, y como último paso con la fiscal Ortega
restituida, comenzar el antejuicio de mérito contra Maduro.
Varios juristas venezolanos consultados, los cuales solicitaron el
anonimato, consideraron que estas posibilidades son absolutamente
inconstitucionales, entre otras cosas, porque el hecho de establecer un
tribunal fuera de Venezuela es algo insólito.
No obstante, la aceitada maquinaria mediática instalada contra el
pueblo venezolano daría por bueno ante el mundo ese intento de los
adversarios del país para el derrocamiento del presidente
constitucional.
Eso sería, en pocas palabras, un golpe de estado perpetrado con métodos aparentemente legales.
En esta trama no hay que descartar que pueda ser parte de planes de
la Casa Blanca y su troika de generales James Mattis, secretario de
Defensa; H. R. McMaster, consejero de Seguridad Nacional, y John Kelly,
jefe de gabinete.
Fazio en su análisis plantea que "la guerra no convencional y
asimétrica contra Venezuela, parcialmente declarada por el presidente
nominal de Estados Unidos, Donald Trump, podría pasar a una nueva fase
de escalada bélica".
Trump dijo estar preparado para tomar "nuevas acciones" contra la
"dictadura socialista" de Nicolás Maduro, señaló el analista, y cabría
preguntarse si lo que se planea a partir del 13 de octubre en la sede de
la OEA no formará parte de esas acciones.
No obstante, asegura Fazio, con ese marco de referencia, y ante las
amenazas bélicas de Trump, a finales de agosto 200 mil soldados de la
FANB y 700 mil milicianos, reservistas y civiles participaron en el
ejercicio militar Soberanía Bolivariana 2017, bajo la concepción de que
ante una invasión estadounidense, la Fuerza Armada se dispersaría -"nos
haríamos tierra, aire y agua"- y conduciría a una guerra de resistencia.
Al parecer lo que se está cocinando en Washington, el golpe de
Estado, es la idea de los adversarios del pueblo venezolano y de los que
desconocen al poder soberano representado por la Asamblea Nacional
Constituyente.
En resumen, la MUD y comparsa no descansarán en sus intentos de
recuperar el poder para servirlo en bandeja a las transnacionales y a la
corriente fascista que ahora gobierna en la Casa Blanca, aunque
continúen perdidos en "exploraciones" para evitar el diálogo hacia la
paz.
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