lunes, 30 de octubre de 2017

México SA
Empleo escaso y precario
¿Mejoría Latinoamericana?
Senado palomea Ingresos
Carlos Fernández-Vega
 
La triste historia laboral que registra México parece repetirse en casi toda América Latina. Si bien aquí se incrementa el número de plazas laborales, la constante es su precariedad, con los salarios en primer lugar. En dicha región sucede algo similar, con el agravante de que en algunas naciones la oferta de plazas es cada día más escasa.
Como bien lo advierten la Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “la continuidad de un entorno económico regional poco dinámico ha tenido un impacto tanto en la cantidad como en la calidad del empleo en América Latina y el Caribe. Junto con la caída sostenida de la tasa de ocupación regional, también se mantiene el moderado crecimiento del empleo total, sobre todo asalariado. Ambos organismos especializados de la ONU divulgaron su más reciente informe (Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe) y de él se toman los siguientes pasajes.
Durante el primer semestre de 2017, entre los ocho países para los que se cuenta con información actualizada, la mediana del crecimiento del empleo total aumentó (2 por ciento), lo que constituye un alza respecto de similar periodo de 2016. La mediana del crecimiento del empleo asalariado en el mismo periodo fue menor (1.2) por efecto de la contracción de esta categoría de empleo en Brasil y Perú. En el resto de las naciones el empleo asalariado crece, sobre todo en la República Dominicana, Costa Rica y México.
En contraste con el bajo dinamismo en la creación de empleo asalariado, se observó la continuidad de la expansión del trabajo por cuenta propia a escala regional. La mediana del crecimiento de esa categoría ocupacional fue de 3.7 por ciento en el primer semestre del presente año, lo que permitió compensar el efecto del moderado crecimiento del empleo asalariado. A nivel de países, se destaca el aumento del empleo por cuenta propia en Panamá, Costa Rica y Chile.
No obstante, Brasil fue el único país que registró una caída en el empleo de esta categoría. La dinámica de mayor crecimiento del empleo por cuenta propia y la caída del empleo asalariado, en un contexto de disminución de las tasas de ocupación –que se observa desde 2015 y continúa en la primera mitad de 2017–, evidencia el efecto sostenido de la fase contractiva del ciclo económico en la precarización de los empleos creados en los pasados cinco semestres.
El efecto negativo en el mercado laboral regional de la fase contractiva del ciclo económico también impacta en la dinámica del empleo registrado. Si bien la generación de empleo guarda relación con la evolución del empleo general, tanto en términos de su creación/destrucción como de su composición, responde además a la dinámica de la formalización de empleos informales o la informalización de empleos formales en cada país.
El empleo registrado en el primer semestre de 2017 sigue la tendencia heterogénea observada en 2016. A escala de subregiones, se aprecia el estancamiento en varios países de América del Sur (Argentina, Chile, Perú, Uruguay) y la continuidad de la contracción en Brasil, aunque en menor magnitud que en los trimestres anteriores.
En un contexto en el que, exceptuando Brasil, la ocupación crece cerca de 2 por ciento, los incrementos del empleo registrado en América del Sur son muy débiles. La evolución observada de este indicador abona al argumento de que el empleo que se está generando en la sub-región es principalmente precario, lo que se refuerza con la continuidad de la fuerte contracción del empleo registrado en el mercado laboral brasileño. Por su parte, en los tres países de la subregión norte para los que se dispone de información, el empleo en el primer semestre de 2017 mantuvo la dinámica positiva observada en 2016. La continuidad de los programas de formalización del empleo informal, sobre todo en Nicaragua y México, contribuyeron a reforzar el aumento en esos países.
Durante el primer semestre de 2017 la dinámica del empleo implicó la continuidad de la expansión del sector terciario, pero también de la industria manufacturera, marcando una diferencia notable con la tendencia habitual de reducción relativa del empleo manufacturero. Cuando se analizan los cambios en la composición por rama de actividad en nueve países en los que se dispone de información, destaca la contracción experimentada por la construcción. El promedio simple de la variación del empleo en este sector y periodo fue de -0.6 por ciento, evidenciando los efectos de la fase contractiva del ciclo económico en un sector altamente sensible a la inversión privada y la demanda interna.
Sobresale la caída del empleo en la construcción en Brasil, Colombia y Ecuador. No obstante, comparado con el comportamiento entre los primeros semestres de 2016 y 2015, se aprecia una desaceleración de la pérdida de plazas en este sector. Por otro lado, se observa un aumento en la industria manufacturera. El promedio simple de la variación interanual de este sector fue de 2.4 por ciento, impulsada por los incrementos observados en Panamá, México y Chile.
El aumento del empleo en la industria se da luego de varios años de caída de la ocupación en esta rama de actividad a escala regional. En la mayoría de los países también aumentó en el sector comercio, que concentra cerca de 20 por ciento del total. El promedio simple de la variación en este sector fue de 0.5 entre los primeros semestres de 2016 y 2017.
Estas ramas de servicio concentran casi la mitad del empleo total y se caracterizan por la importante presencia de empleo informal y de mujeres. En ese sentido, a pesar del mejor desempeño laboral en la industria, el sostenido crecimiento del empleo en los sectores de servicios, con relaciones laborales más precarias, refuerza el argumento de que la tendencia al deterioro de las condiciones laborales, que se observa desde 2015, se mantiene en el primer semestre de 2017.
Entre el primer semestre de 2016 e igual periodo de 2017 los salarios de los países con información coyuntural disponible sobre la evolución de los salarios reales subieron en seis casos y bajaron en dos (México y Perú). Específicamente, los salarios formales del Brasil aumentaron 1.9 por ciento, después de caer 2.5 entre los primeros semestres de 2015 y 2016.
Las rebanadas del pastel
El Senado palomeó la Ley de Ingresos para 2018. Sólo falta que se materialice el monto de recursos en ella considerado, porque hasta ahora una parte es meramente virtual gracias a los trucos contables de los legisladores, que inflan o de-sinflan según les convenga.
Twitter: @cafevega

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